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5. PASOS HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA VERDAD

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10. En cierta ocasión, el brahmán Caṅkī,18 acompañado de una gran comunidad de brahmanes, se acercó hasta donde estaba el Bienaventurado, le saludó respetuosamente, mantuvo con él una breve charla cordial y se sentó a su lado.

11. Después de mantener una breve charla cordial con varios brahmanes ancianos, el Bienaventurado se sentó. También se sentaba en aquella asamblea un joven llamado Kāpaṭhika, un adolescente de dieciséis años con la cabeza afeitada, que conocía bien los tres Vedas con su vocabulario, ritual, fonología, etimología y las narraciones históricas como quinta disciplina, y estaba versado en poética, gramática, cosmología y en las señales que distinguen a los grandes varones. De vez en cuando, interrumpía y se entrometía en la conversación que el Bienaventurado mantenía con los venerables brahmanes. Entonces, el Bienaventurado llamó la atención al joven brahmán: «Por favor, venerable Bhāradvāja,19 no interrumpa a los brahmanes de más edad en medio de sus deliberaciones, espérese a que terminen».

Habiendo dicho esto, el brahmán Caṅkī dijo al Bienaventurado: «No haga reproches al joven Kāpaṭhika, señor Gotama. El joven Kāpaṭhika es de buena familia, muy culto, elocuente y erudito, está capacitado para dialogar con el honorable Gotama».

12. Entonces el Bienaventurado pensó: «Ciertamente este joven estará versado en los tres conocimientos y por eso los brahmanes lo veneran tanto». A su vez, el joven Kāpaṭhika pensó: «Cuando el asceta Gotama me mire a los ojos, le voy a formular una pregunta». Entonces el Bienaventurado, habiendo adivinado la intención del joven Kāpaṭhika, le miró a los ojos. El joven Kāpaṭhika pensó: «el asceta Gotama me mira, voy a formularle una pregunta». Entonces el joven Kāpaṭhika dijo al Bienaventurado:

«Honorable Gotama, los himnos de los antiguos brahmanes han sido fielmente transmitidos por una tradición oral, por una colección de textos sagrados y, por ello, los brahmanes llegan con certeza absoluta a la conclusión: “Ésta es la verdad, lo demás es falso”. ¿Qué tiene que decir de esto el honorable Gotama?».

13. «Vamos a ver, Bhāradvāja, ¿es que hay alguno entre los brahmanes, siquiera uno sólo, que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: ésta es la verdad, lo demás es falso”?». «De ningún modo, honorable Gotama».

«¿Entonces qué, Bhāradvāja? ¿Es que hay entre los brahmanes algún maestro o alguno de los maestros de sus maestros hasta la séptima generación que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: ésta es la verdad; lo demás es falso”?». «De ningún modo, honorable Gotama».

«Veamos entonces, Bhāradvāja: ¿hay entre los brahmanes videntes del pasado, los autores de los himnos, los transmisores de los himnos, los que recitaron, promulgaron y compilaron los antiguos himnos védicos que aun hoy entonan y declaman los brahmanes, declamando sus palabras, repitiendo lo que dijeron, a saber: Aṭṭhaka, Vāmaka, Vāmadeva, Vessāmitta, Yāmataggi, Angirasa, Bhāradvāja, Vāseṭṭha, Kassapa y Bhagu.20 ¿Es que acaso ellos afirmaron alguna vez: “Esto que nosotros sabemos, esto que nosotros vemos: ésta es la verdad; lo demás es falso”?». «De ningún modo, honorable Gotama».

«Así pues, Bhāradvāja, no hay ni un sólo brahmán que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: esto es la verdad, lo demás es falso”. No hay ningún maestro entre los brahmanes, ni un sólo maestro de maestros hasta la séptima generación que afirme: “Yo conozco esto, esto yo lo veo: ésta es la verdad, lo demás es falso”. Ni tampoco los brahmanes videntes del pasado, los autores de los himnos, los transmisores de los himnos…afirmaron nunca: “Nosotros sabemos esto, nosotros vemos esto: esto es la verdad, lo demás es falso”. O sea, Bhāradvāja, que es como una fila de ciegos que van de la mano: el primero no ve nada, el del medio, tampoco, y el último, tampoco. Así es precisamente lo afirmado por los brahmanes: similar a una fila de ciegos donde ni el primero ve, ni el del medio ni el último. Entonces, ¿qué piensas, Bhāradvāja? Siendo esto así, ¿no te parece que la fe de los brahmanes carece de fundamento?».

14. «No es así, honorable Gotama, los brahmanes no veneran algo solamente por fe, también lo veneran por tradición».

«Antes, Bhāradvāja, te basabas en la fe. Ahora te basas en la tradición. He aquí, Bhāradvāja, las cinco cosas que aquí y ahora pueden resultar de dos maneras. ¿Cuáles son? La fe, la preferencia, la tradición, la conclusión de una demostración, la plausibilidad de una teoría.21 Éstas son, Bhāradvāja, las cinco cosas que aquí y ahora pueden resultar de dos maneras. Puede ocurrir, Bharadvāja, que algo sea creíble, y resultar ser vacío, vano y falso, o puede ocurrir que no sea creíble, pero resulte ser real, verdadero y cierto. Algo puede aceptarse por preferencia … por tradición … por ser razonable … por ser plausible, y resultar ser vacío, vano, falso; y algo puede no aceptarse por preferencia … por tradición …por ser razonable … por ser plausible, y resultar ser real, verdadero y cierto. Así pues, Bhāradvāja, la persona sabia que salvaguarda la verdad no llega con certeza absoluta a la conclusión: “Ésta es la verdad, lo demás es falso”».22

15. «¿Cómo entonces, honorable Gotama, salvaguardar la verdad?23 ¿Cómo se salvaguarda la verdad? Preguntamos al honorable Gotama por la salvaguardia de la verdad».

«Si una persona tiene fe y dice “ésta es mi fe”, esa persona salvaguarda la verdad, pero no llega con certeza absoluta a la conclusión: ésta es la verdad, lo demás es falso. Así, Bhāradvāja, se salvaguarda la verdad, así es como se salvaguarda la verdad, así es como enseñamos la salvaguardia de la verdad, pero eso no es aún el despertar a la verdad.24

»Si alguien [acepta algo] por preferencia, Bhāradvāja, …por tradición …por ser la conclusión de una demostración …por considerar plausible una teoría [y afirma]: “Ésta es mi preferencia …mi tradición …la conclusión de mi demostración …la consideración de la plausibilidad de mi teoría”, de él se dice que salvaguarda la verdad, pero todavía no llega con certeza absoluta a la conclusión: “Ésta es la verdad, lo demás es falso”. Así, Bhāradvāja, se salvaguarda la verdad, así es como se salvaguarda la verdad, así es como enseñamos la salvaguardia de la verdad, pero eso no es aún el despertar a la verdad».

16. «Así pues, honorable Gotama, se salvaguarda la verdad, así es como se salvaguarda la verdad, así es como consideramos la salvaguardia de la verdad. Pero, honorable Gotama, ¿cómo, entonces, despertar a la verdad? ¿Cómo se despierta a la verdad? Preguntamos al honorable Gotama por el despertar a la verdad».

17. «He aquí, Bhāradvāja, que un monje depende para vivir de cierto pueblo o ciudad; un cabeza de familia o su hijo se le acercan y lo examinan en lo que respecta a tres actitudes, actitudes determinadas por la codicia, el odio y la ofuscación: “¿Hay en este venerable actitudes determinadas por la codicia que consuman su mente de tal manera que, sin conocer, diga: ‘conozco’, y, sin ver, diga: ‘veo’, o de tal manera que induzca a otros a hacer lo que les conduce a su sufrimiento e infelicidad por mucho tiempo?”. Al examinarlo, saben: “No hay en este venerable actitudes determinadas por la codicia… [como antes]… La conducta corporal y verbal de este venerable es de alguien sin codicia. El Dhamma que predica este venerable es un Dhamma profundo, difícil de ver y difícil de comprender, apacible, excelso, allende el alcance de la lógica, sutil, para que los sabios lo experimenten por sí mismos, no es un Dhamma que pueda predicar bien alguien con codicia”.

18. »Habiéndolo examinado y visto que se ha purificado de actitudes determinadas por la codicia, continúan examinándolo en lo que respecta a las actitudes determinadas por el odio: “¿Hay en este venerable actitudes determinadas por el odio?… [como antes]… La conducta corporal y verbal de este venerable es de alguien sin odio. El Dhamma que predica este venerable… [como antes]… no es un Dhamma que pueda predicar bien alguien con odio”.

19. »Habiéndolo examinado y visto que se ha purificado de actitudes determinadas por el odio, continúan examinándolo en lo que respecta a las actitudes determinadas por la ofuscación: “¿Hay en este venerable actitudes determinadas por la ofuscación?… [como antes]… La conducta corporal y verbal de este venerable son de alguien sin ofuscación. El Dhamma que predica este venerable… [como antes]… no es un Dhamma que pueda predicar bien alguien con ofuscación”.

20. »Habiéndolo examinado y habiendo visto que se ha purificado de actitudes determinadas por la ofuscación, entonces, tienen fe en él; con la fe nacida en él, se acercan a él y le manifiestan sus respetos; habiéndole manifestado sus respetos, le prestan atención; prestándole atención, escuchan bien el Dhamma y, habiéndolo escuchado bien, lo recuerdan bien. Investigan el significado de lo que recuerdan; habiéndolo investigado, lo aceptan tras reflexionar. Habiendo aceptado el Dhamma tras reflexionar, nace el celo en ellos; habiendo nacido el celo en ellos, se aplican. Habiéndose aplicado, analizan críticamente; habiendo analizado críticamente, se esfuerzan. Habiéndose esforzado, experimentan con el cuerpo la verdad suprema y la ven directamente por medio de la sabiduría.25 Así es, Bhāradvāja, el despertar a la verdad, así es como uno despierta a la verdad, así es como nosotros enseñamos el despertar a la verdad, pero eso no es aún el logro definitivo de la verdad».26

21. «Así es, honorable Gotama, el despertar a la verdad, así como uno despierta a la verdad, así es como consideramos el despertar a la verdad. Pero, honorable Gotama, ¿cómo, entonces, lograr definitivamente la verdad? ¿Cómo se logra definitivamente la verdad? Preguntamos al honorable Gotama por el logro definitivo de la verdad».

«Se logra definitivamente la verdad, Bhāradvāja, practicando mucho, cultivando y repitiendo asiduamente esas mismas cosas. Así es, Bhāradvāja, el logro definitivo de la verdad, así es como uno logra definitivamente la verdad, así es como nosotros enseñamos el logro definitivo de la verdad».

22. «Así es, honorable Gotama, el logro definitivo de la verdad, así es como uno logra definitivamente la verdad, así es como consideramos el logro definitivo de la verdad. Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para lograr definitivamente la verdad? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para lograr definitivamente la verdad».

«El esfuerzo, Bhāradvāja, es lo más necesario para lograrla, sin esforzarse no se logra definitivamente la verdad, porque uno se esfuerza, logra definitivamente la verdad. Por eso es lo más necesario para lograrla».

23. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para que haya esfuerzo? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para el esfuerzo».

«El discernimiento, Bhāradvāja, es lo más necesario para esforzarse, sin discernimiento uno no se esfuerza; porque uno discierne, uno se esfuerza. Por eso es lo más necesario para el esfuerzo».

24. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para que haya discernimiento? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para discernir».

«La determinación, Bhāradvāja, es lo más necesario para que haya discernimiento, sin determinación no hay discernimiento; porque uno tiene determinación, uno discierne. Por eso es lo más necesario para discernir».

25. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para que haya determinación? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para la determinación».

«La motivación, Bhāradvāja, es lo más necesario para que haya determinación, sin motivación no hay determinación, porque uno desea, uno tiene determinación. Por eso es lo más necesario para la determinación».

26. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para que haya motivación? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para la motivación».

«La aceptación reflexiva del Dhamma, Bhāradvāja, es lo más necesario para que haya motivación, sin la aceptación reflexiva del Dhamma uno no tiene motivación, porque uno acepta reflexivamente el Dhamma, uno tiene motivación. Por eso es lo más necesario para la motivación».

27. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para que haya aceptación reflexiva del Dhamma? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para la aceptación reflexiva del Dhamma».

«La investigación de su sentido, Bhāradvāja, es lo más necesario para la aceptación reflexiva del Dhamma, sin investigar su significado uno no acepta reflexivamente el Dhamma, porque uno investiga su significado, uno acepta reflexivamente el Dhamma. Por eso es lo más necesario para la aceptación reflexiva del Dhamma».

28. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para la investigación de su significado?, preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para la investigación de su significado».

«Recordar el Dhamma, Bhāradvāja, es lo más necesario para la investigación de su significado, sin recordar el Dhamma uno no investiga su significado, porque uno recuerda el Dhamma, uno investiga su significado. Por eso es lo más necesario para la investigación de su significado».

29. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para recordar el Dhamma? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para recordar el Dhamma».

«Escuchar el Dhamma, Bhāradvāja, es lo más necesario para recordarlo, sin escuchar el Dhamma uno no lo recuerda, porque uno escucha el Dhamma, uno lo recuerda. Por eso es lo más necesario para recordar el Dhamma».

30. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para escuchar el Dhamma?, preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para escuchar el Dhamma».

«Prestar atención, Bhāradvāja, es lo más necesario para escuchar el Dhamma, sin prestar atención uno no escucha el Dhamma, porque uno presta atención, uno escucha el Dhamma. Por eso es lo más necesario para escuchar el Dhamma».

31. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para prestar atención?, preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para prestar atención».

«Tener respeto, Bhāradvāja, es lo más necesario para prestar atención, sin tener respeto uno no presta atención, porque uno tiene respeto, uno presta atención. Por eso es lo más necesario para prestar atención».

32. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para que tener respeto? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para tener respeto».

«Visitar, Bhāradvāja, es lo más necesario para que tener respeto, sin visitar uno no tiene respeto, porque uno visita, uno tiene respeto. Por eso es lo más necesario para tener respeto».

33. «Pero, honorable Gotama, ¿qué es, entonces, lo más necesario para visitar? Preguntamos al honorable Gotama por lo más necesario para visitar».

«La fe, Bhāradvāja, es lo más necesario para visitar, sin fe uno no visita, porque uno tiene fe, uno visita. Por eso es lo más necesario para visitar».

34. «Preguntamos al honorable Gotama por la salvaguardia de la verdad, y el honorable Gotama nos ha respondido sobre la salvaguardia de la verdad, nos gusta, lo aceptamos y nos complace. Preguntamos al honorable Gotama por el despertar a la verdad … por el logro definitivo de la verdad … por lo más necesario para el logro definitivo de la verdad, y el honorable Gotama nos ha respondido sobre el despertar a la verdad …sobre el logro definitivo de la verdad …sobre lo más necesario para el logro definitivo de la verdad; nos gusta, lo aceptamos y nos complace. Todo lo que le hemos preguntado al honorable Gotama, nos lo ha contestado; y su respuesta nos gusta, la aceptamos y nos complace. Antes, honorable Gotama, pensaba así: “¿Quiénes son estos ascetas de cabeza rapada, vulgares, sucios, engendros del pie de Brahmā, para comprender el Dhamma?”.27 Pero ahora, el honorable Gotama me hace sentir afecto por los ascetas, verlos con buenos ojos y estimarlos».

35. »¡Magnífico, maestro Gotama!, ¡magnífico, maestro Gotama! En verdad, el maestro Gotama ha aclarado el Dhamma de diversas maneras, como si pusiera del derecho lo que estaba del revés, como si revelara lo que estaba escondido, como si mostrara el camino al que se había extraviado o alzara un candil en la oscuridad de forma que los que tuvieran vista pudieran ver. Voy por refugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Saṅgha de monjes. Ruego al maestro Gotama que, de hoy en adelante, me considere como discípulo venido a él por refugio para toda la vida».

(de MN 95: Caṅkī Sutta; II 168-177)

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