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Fuente: Elaboración propia.

Figura 3. Modelo de flujos del conocimiento entre la Universidad y Empresas y otros agentes

Pero donde las universidades, en este momento y en la situación de visión existente a nivel social global, deben abanderar claramente el necesario esfuerzo de cambio o de refuerzo, es en la modelización del Estado 2, que como aparece en la Figura 3, está dedicado a establecer una transferencia de conocimiento altamente eficaz. Las universidades ya no pueden esperar más a que sean los responsables sociales los que actúen adecuadamente considerando las necesidades sociales y promuevan la transferencia. Deben ser promotoras de estructurar las vías de una potente trama de transferencia: identificando adecuadamente el papel de alto valor de la apropiada gestión del conocimiento, su generación y su transferencia; dedicándose a su planificación, no solo de forma nominativa en sus programas, sino de forma efectiva y ejecutiva; apostando preferencialmente por ello en sus políticas sociales, y activando la unión en confianza entre los agentes claves para el desarrollo social. Las universidades no pueden esperar más, deben pasar a la proactividad.

Así, además de potenciar la transferencia del conocimiento desde su extremo, deben hacer que desde el otro extremo, las empresas, fundamentalmente, se conecten y demanden esa transferencia. Deben habilitarse para ello canales de comunicación, de conocimiento y análisis mutuo, generadores de entornos compartidos con confianza en los otros, desde los que colaborar estrechamente. Colaboración que debe extenderse, por un lado, a los procesos formativos sobre las personas, compaginando la formación en contenidos, más académica, con el de saber aplicar estos contenidos desde la experiencia de hacerlo, más experiencial-empresarial. Por otro, a los procesos de aplicación del conocimiento a fines identificados de investigación aplicada, innovación y desarrollo. Porque, tal como se aprecia en el esquema de la Figura 4, tanto las personas como los propios proyectos colaborativos, que ponen en contacto personas, son las vías de transferencia del conocimiento desde sus entornos de generación a los propios de su aplicación en procesos productivos. Es decir, los actores principales de la transferencia de conocimiento, los vehículos que la propician, son las personas. Para ello hay varias vías con múltiples matices.

La fiscalidad del emprendimiento

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