Читать книгу La odisea de Shenmue - Carlos Ramírez Moreno - Страница 19

ÚLTIMOS AÑOS EN SEGA

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Más allá de la creación de las dos entregas de Shenmue, Yu Suzuki volvió a uno de sus retoños con Virtua Fighter 4 (2001) como director ejecutivo, cargo que repetiría en Virtua Fighter 4 Evolution (2002) pero que abandonaría en Virtua Fighter 4 Final Tuned, donde solo figuraría como productor. También participaría activamente en Propeller Arena (2003), un juego que acabaría siendo cancelado antes de su lanzamiento pese a estar terminado, y dejaría su huella en Virtua Cop 3 (2003) así como en OutRun 2 (2003) con un papel menor. Sin embargo, la espina de no poder terminar Shenmue fue demasiado para un autor tan perfeccionista. Sega no podía ayudarle a cumplir ese deseo: la precaria situación económica de la compañía impedía grandes inversiones y provocó que tampoco pudiese explorar nuevos terrenos.

Ese es el motivo por el que tomó la difícil decisión de dejar AM2 y fundar un nuevo estudio para MMO que acabaría llamándose DigitalRex. Su intención era satisfacer el deseo personal y el de millones de jugadores que ansiaban disfrutar del final de la historia de Shenmue. Para ello, quería convencer a Sega de que la franquicia tenía tirón y que todavía podía dar muchas alegrías a la compañía japonesa, por lo que su primer paso fue ponerse manos a la obra con Shenmue Online (2006), un proyecto que pretendía hacerse un hueco en el mercado asiático de los MMO para ayudar a crecer a la franquicia y facilitar el camino a la tercera entrega. Por desgracia, el desarrollo del juego tuvo numerosos problemas y acabó siendo cancelado tras pasar sin pena ni gloria por el mercado asiático. Similar suerte corrió otro de los juegos de DigitalRex, Psy-Phi (2005), que tuvo que ser cancelado también porque su particular mecánica podía provocar daños en los dedos de los jugadores. Sega Race TV (2008), un arcade de conducción, no corrió mejor suerte en el mercado.

Esta sucesión de fracasos provocó que Suzuki volviese a AM2 en el papel de consejero. Eso sí, se rumoreó mucho con la marcha del creativo de Sega, ya que su papel era cada vez más testimonial y parecía estar sin hacer nada. Brendan Sinclair desmintió estos rumores alegando que Suzuki seguía en Sega, aunque sí que tenía «un papel menor» dentro de la compañía. Sega quería asentarse en su nuevo papel de third party obteniendo beneficios rápidos a bajo coste, ya que la deuda que acabó con Dreamcast y con la fabricante de hardware tenía que ser cubierta lo antes posible, y en ese panorama las grandes innovaciones y propuestas de Yu Suzuki encontraban un muro infranqueable.

La odisea de Shenmue

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