Читать книгу Autonomía, dependencia y servicios sociales - Carmen Alemán Bracho - Страница 14

La construcción social de la realidad es una obra sociológica escrita por P.L. Berger y T. Luckmann a mediados del siglo pasado. Explica que la realidad son fenómenos externos a los individuos, creada y legitimada en base al conocimiento que no es sino la información sobre las características de esos fenómenos que determinan esa realidad. Es decir, los grupos humanos crean juntos el significado que permite la interacción social (Berger y Luckmann, 1986). En el caso de la dependencia, las sociedades han construido socialmente la realidad de lo que es ser dependiente. Como en otros casos de discriminación, el problema ha venido dado porque las propias personas dependientes no han contribuido a construir socialmente la imagen de lo que es ser una persona dependiente.

El lenguaje es parte de la cultura inmaterial y permite construir socialmente la realidad. Por ejemplo, si una sociedad vive entre la nieve tendrá diversas palabras con su propio significado para describir los tipos de nieve. Si una sociedad vive en el desierto, desarrolla su lenguaje teniendo en cuenta los tipos de arena. Este es un ejemplo de algo que la naturaleza le da al ser humano. Pero ¿qué sucede con las formas culturales inmateriales? Por ejemplo, cuando hablamos de violencia de género sabemos a qué nos estamos refiriendo porque durante décadas se ha elaborado un conjunto de términos que lo explican, como Juzgado de Género. Esta realidad no existía hace décadas. En sociedad se ha creado esta realidad, se ha construido socialmente la realidad. Si seguimos reflexionando nos daremos cuenta de que, por ejemplo, aún quedan por construir socialmente conceptos para explicar otros tipos de violencia más sutiles. En este sentido, el lenguaje está vivo y podemos construir nuevas realidades, también en el caso de las personas con dependencia.

Desde el etiquetaje, la dependencia o la discapacidad son una categoría social con la que plantearse cuál es su función, cómo se le da significado desde los diferentes contextos de interrelación social y como se ven afectadas las personas etiquetadas como dependientes o discapacitadas. El principal aspecto desde esta perspectiva es qué significa ser dependiente o discapacitado y en como ese significado es estigmatizante.

Goffman (1990) es el autor que analiza y desarrolla el concepto estigma. Describe qué sucede cuando las personas se enfrentan al estigma, como se modifica la interacción socialmente normal y rutinaria y como pone en duda todo lo que damos por válido o normal. Existe un estigma que presenta socialmente a las personas con dependencia y discapacitadas. La persona invidente desafía el mundo de las que ven, la persona con dificultades auditivas desafía el mundo de los que oyen, la persona con limitaciones en la movilidad desafían el mundo de los que tienen movilidad, etc. (Macionis y Plummer, 2011). Tal y como se indicó en la introducción, una visión realista de la condición humana, incluidas la dependencia y la discapacidad, permiten comprender que tener determinadas capacidades es contingente y que cualquiera, a lo largo de su vida, puede verse afectado por limitaciones. La dependencia y la discapacidad genera dudas sobre cómo tiene lugar la interacción.