Читать книгу Hoy camino con Dios - Carolina Ramos - Страница 16
ОглавлениеDios pregunta - 11 de enero
Un nido en las alturas
“¿Eres tú quien ha ordenado al águila que ponga su nido en las alturas?” (Job 39:27, DHH).
El nombre de una de las escuelas secundarias en que me formé era “Las águilas de la libertad”. La verdad es que nunca había visto un águila y no me sentía muy identificada con ella, pero cuando la vi por primera vez en un zoológico, quedé realmente impresionada. Su porte era tan noble y sereno… Esta ave siempre ha sido utilizada como símbolo de fortaleza, poder, belleza, majestad y victoria. Las hay de varios tipos, tamaños y colores en todo el mundo; pero algo que las caracteriza a todas es que siempre vuelven a su nido. Los biólogos confirman que el águila aprovecha las diferentes corrientes de aire para volar mejor y llegar a su destino. Usa la fuerza de estas ráfagas para tomar mayor impulso y desplazarse a mayor velocidad. Lo que puede derribar a otras aves, favorece a las águilas.
El Creador puso en ellas el instinto de supervivencia, que las lleva a trasladarse para encontrar alimento o reproducirse y poner su nido en las alturas, lejos del alcance de otros animales y peligros.
Podemos confiar que, si las dotó de estas características, Dios también nos dará la capacidad de imitar algunas de estas cualidades.
Las ráfagas que se presentan inesperadamente pueden ser parte del propósito de Dios para llevarnos con más fuerza y rapidez a nuestro destino.
“El creyente tiene siempre en el Señor a un poderoso auxiliador. Tal vez no sepamos cómo nos ayuda; pero esto sabemos: Nunca falta su ayuda para aquellos que ponen su confianza en él. Si los cristianos pudieran saber cuántas veces el Señor ordenó su camino, para que los propósitos del enemigo acerca de ellos no se cumplieran, no seguirían tropezando y quejándose. Su fe se estabilizaría en Dios, y ninguna prueba podría moverlos. [...] Al enviar pruebas a sus hijos, Dios tiene un propósito. Nunca los conduce por otro camino que el que elegirían si pudiesen ver el fin desde el principio y discernir la gloria del propósito que están cumpliendo” (Profetas y reyes, pp. 422-424).
Ojalá busquemos poner la mira en las cosas de arriba y nuestro “nido” en las alturas, ya que está en nuestra naturaleza volver a nuestro hogar original.