Читать книгу Macabros - César Biernay - Страница 16
Leche cortada
ОглавлениеLa prensa publicó ampliamente la noticia del crimen, alimentando en la gente el deseo de venganza contra el parricida.
Se ordenó un punto fijo en la casa de sus padres y en la casa de su cónyuge legítima. En cosa de horas la Policía de Investigaciones detuvo al profesor, en calle República frente a la Municipalidad de Limache, cuando ya tenía conseguida una camioneta para transportar los tarros e iniciaba su regreso a Valparaíso. Fue detenido por los investigadores policiales Hernán Cárdenas Zúñiga, Juan Seoane Miranda, Dunny Casanova Zúñiga, Fernando Vielma Cabrera y Óscar Ortiz Veloz (PDI, 2009: 5).
El doble homicida fue trasladado a la Prefectura de Valparaíso, “donde los detectives debieron luchar con una multitud que pretendía hacer justicia por sus propias manos” (Riquelme & Küpfer, 2018: 8). Tras la detención confesó su culpabilidad en los hechos.
En relación con el homicidio, los investigadores procedieron a entrevistar a Exson Roberto Herrera Herrera, alias “el Crespo”, chileno natural de Viña del Mar, 34 años, soltero. Es mecánico tornero, lee y escribe, domiciliado en calle Ladera N° 2612, en Chorrillos. Declaró que hace aproximadamente un mes a la fecha llegó a su taller un señor alto, medio rubio y de cara colorada, vistiendo un terno celeste desteñido. Pidió que le cortara, debajo del cuello, la apertura a un tarro lechero de 50 litros, y le hiciera una tapa con pernos y tuercas que se llevó una vez que el trabajo estuvo terminado. Antes de irse le manifestó que volvería más adelante para que le soldara la tapa, pues iba a trasladar algo muy delicado a una parte lejana. El día 6 de marzo llegó nuevamente para pedirle soldar de inmediato la tapa al tarro que andaba trayendo en la maleta del automóvil. Antes de empezar el trabajo le preguntó si podía inclinar el envase, pero se negó terminantemente a ello. También le consultó si el contenido era algo explosivo, pues en contacto con la soldadura podía estallar, a lo que le respondió “es algo muy delicado”. El trabajo lo terminó en aproximadamente una hora, y se lo llevó en el taxi, colocándolo verticalmente en la maleta. Quedó de regresar el sábado para cancelar el precio del trabajo, pero nunca más volvió a saber de él, hasta ahora.