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Por qué el SMT es doloroso

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Como señalé anteriormente, la alteración de la fisiología en los casos de SMT parece ser una leve reducción local en el flujo de sangre hacia una pequeña región o hacia una determinada estructura corporal, como un nervio espinal, lo cual da lugar a un estado de leve deficiencia de oxígeno. El resultado es dolor, el síntoma principal del SMT. Los tejidos que pueden verse afectados son los músculos del cuello, los hombros, la espalda o las nalgas, cualquier nervio espinal o periférico y cualquier tendón. Por consiguiente, los síntomas pueden producirse prácticamente en cualquier parte del cuerpo. La naturaleza del dolor varía dependiendo del tejido afectado: músculo, nervio o tendón. Además del dolor, la implicación de un nervio acarrea la posibilidad de sensaciones de entumecimiento y hormigueo o debilidad muscular. Éstas reflejan la función de los nervios, que consiste en hacerle llegar la información sensorial al cerebro y llevar mensajes de movimiento al cuerpo. Cualquiera de estas funciones –o ambas– puede verse afectada por el SMT. El hecho de que los pacientes experimenten una rápida recuperación cuando reciben un tratamiento adecuado indica que los tejidos afectados –el tejido nervioso es el más sensible– no han sido dañados en absoluto, sino que han sufrido una disfunción temporal.

Como son tan pocos los miembros de la profesión médica que reconocen los trastornos mente-cuerpo como lo que son, el dolor del SMT es generalmente atribuido a una anormalidad estructural, como las que suelen aparecer en radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. Ésta es una lista de las anormalidades más comunes:

Anormalidades de los discos intervertebrales debidas al desgaste, al envejecimiento, etcétera, que incluyen:

– Estrechamiento del espacio discal, lo que indica que el disco ha perdido sustancia.

– Abultamiento del disco, debido a la presión ejercida por la materia interna del disco (el núcleo pulposo).

– Hernia de disco.

Anormalidades de otros componentes de las vértebras, conocidas como espondilosis (inmovilidad y fusión de las articulaciones de las vértebras) que incluyen:

– Espolones óseos alrededor de las articulaciones de las vértebras («pinzamientos del nervio»).

– Engrosamiento de los ligamentos en el canal espinal.

– Estrechamiento del canal espinal debido a los cambios descritos anteriormente (estenosis espinal).

– Espondilolistesis (mala alineación de las vértebras).

– Escoliosis (anormal curvatura lateral de la columna vertebral).

– Anormalidades de los tendones del manguito rotador del hombro.

– Lesiones del cartílago de la rodilla (menisco).

– Cambios normales en la rodilla debidos al envejecimiento (artritis).

– Modificaciones en la cadera causadas por el envejecimiento (artritis).

– Espolones óseos en el talón.

– Otros trastornos menos comunes.

De acuerdo con mi experiencia, la mayoría de estas anormalidades no son responsables del dolor. La causa de éste es simplemente el SMT. No obstante, a pesar de que no existen pruebas de que estas anormalidades sean la causa del dolor, la profesión médica usa rutinariamente la cirugía para tratarlas –en muchos casos, una cirugía extremadamente cara.

Para complicar aún más el problema, existen numerosos trastornos de los tejidos blandos a los cuales también se los considera responsables del dolor producido por el SMT. Estos errores de diagnóstico incluyen:

– Dolor miofascial, generalmente en la espalda (causa real desco­nocida).

– Síndrome pospolio (dolor en las zonas del cuerpo anteriormente afectadas por la polio). Este dolor suele ser atribuido a esta enfermedad, pero no existe ninguna prueba de que esto sea así. Hay una frase en latín, muy citada en círculos científicos, que se refiere a este tipo de errores de diagnóstico: post hoc ergo propter hoc. Quiere decir: «después de esto [después de la polio], por lo tanto a causa de esto», un clásico error de lógica que lleva a conclusiones nada científicas y peligrosas.

– Distensión de los músculos de la espalda o del cuello.

– Dolor en las nalgas atribuido a la compresión del nervio ciático por el músculo piriforme –una idea bastante absurda y para la que no hay ninguna prueba.

– Dolor y otras anormalidades dentales (síndrome de la articulación temporomandibular [SAT]) que probablemente se deben al SMT en los músculos de la mandíbula.

– Dolor en los tendones en varias zonas alrededor del codo, atribuido al exceso de uso (codo de tenista).

– Distensión o desgarro del tendón del manguito rotador del hombro.

– Dolor en la parte anterior de la planta del pie (metatarsalgia).

– Dolor en la parte central de la planta del pie (fascitis plantar).

– Dolor en el talón (espolón óseo).

– Dolor atribuido a un tumor benigno en la planta del pie (neuroma metatarsal).

– Síndrome del túnel carpiano (lesión por estrés repetitivo).

– Fibromialgia: véase más adelante.

– Otros trastornos menos comunes de los tejidos blandos.

En los últimos treinta y cinco años, tres de los trastornos de esta lista han sido erróneamente diagnosticados tan a menudo que su incidencia ha alcanzado proporciones epidémicas. Se trata de los siguientes:

1. Dolor crónico en la espalda, el cuello, los hombros y las extremidades.

2. Fibromialgia.

3. Síndrome del túnel carpiano.

Cada uno tiene una historia distinta que contar.

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