Читать книгу El fuego de la montaña - Eduardo de la Hera Buedo - Страница 3

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«Trashumando por el desierto, Moisés llegó al Horeb, el monte de Dios, y allí se le apareció un ángel del Señor, como una llama que ardía en medio de una zarza. Al fijarse, vio que la zarza estaba ardiendo pero no se consumía» (Éx 3,1-2).

Para mis sobrinos,

Luis Miguel, Raúl, Álvaro y Claudia.

El fuego de la montaña

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