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Capítulo ii Todavía sin darse cuenta
ОглавлениеUna de las siguientes noches Peggy tuvo un extraño sueño o bien era un lejano recuerdo. Le sobrevino una imagen que la despertó sobresaltada y a los gritos. Después de reaccionar, se dijo: –basta Peggy, esto es una locura, no te preocupes más, fue. Si quiere, que llame, yo seguiré mi vida normal.
Mientras desayunaba, nuevamente se le apareció la imagen fantasmal que la había despertado a lo largo de la noche.
DIBUJO – ELENA
Parecía que esos rostros la persiguieran o le quisieran decir algo, pero era imposible porque habían salido de la nada misma.
Ese día quedó esperando a Julián y no apareció, ni al día siguiente, ni al otro y así se lo tragó la tierra.
Lo llamaba y no respondía. Lo hizo como unas treinta veces. Luego comenzó a temer que le haya pasado algo. No podía llamar a la familia de él porque era de la Pampa y lo que lograría era sólo asustarlos, inquietarlos y preocuparlos.
Llamó a sus amigos, que tampoco sabían nada de él, e incluso le comentaron que hacía días que no aparecía por el Estudio de Diseño y creían que se había ido a pasar con ella unos días al Tigre.
Peggy recorrió hospitales, continuó llamando a conocidos pero se convirtió su propia pareja en otra persona a la que se la había tragado la tierra.
¿Qué pasaba?, de un día para el otro se había terminado la tranquilidad, la paz, su vida se veía entorpecida por dos seres muy queridos: su pareja y su amiga que había esperado ilusionadamente tanto tiempo. Rompió en llantos hasta quedarse dormida.
Al día siguiente, día hermoso de sol, decidió tomar el coche e ir al Tigre, pensando que tal vez encontraría a Julián allá, arreglando el Bar que compraron, para darle una sorpresa. Bueno si sería así, Julián también se llevaría otra porque ella había realizado arreglos en su interior y comprado muebles, almohadones y otras cosillas sin que él lo supiese. Había modificado el interior completamente de una manera muy bella.