Читать книгу Derecho de la energía y el clean energy package - Elisenda Malaret García - Страница 8

Marina Serrano González

Presidenta del Comité Organizador de AEDEN,

Vocal de AEDEN y Presidenta de AELEC

Muy buenos días a todos.

En primer lugar, quiero saludarles y darles la bienvenida al I Congreso AEDEN, en nombre de la Junta Directiva y del Comité organizador de este Congreso. Agradezco la asistencia de todos ustedes y muy especialmente a los representantes de las otras Asociaciones europeas de Derecho de la Energía, así como de EFELA (Federación de las Asociaciones Europeas) y de la Asociación Latinoamericana, ASIDE, que se encuentran hoy aquí entre nosotros, y van a participar en varias de las mesas del Congreso.

Nuestro agradecimiento también a la Universidad CEU San Pablo por albergarnos tan amablemente en sus instalaciones y ser nuestros anfitriones en este magnífico Salón de Grados.

Nos acompañan en este acto inaugural los Presidentes de honor de AEDEN, el maestro Gaspar Ariño, y de EFELA, Constantinos Iliopoulos, profesor y juez del Tribunal General de la Unión Europea, así como Marcelino Oreja Aguirre, Presidente del Instituto Universitario de Estudios Europeos, Presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y Ex Comisario Europeo de Energía.

Por último, cerrará esta inauguración el Presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. La CNMC es, en España, la Autoridad Reguladora Nacional, en terminología de las Directivas europeas, y a nadie se le escapa la enorme relevancia del papel de las Autoridades Reguladoras en el Derecho de la Energía, por lo que para AEDEN, es un honor contar con su Presidente en la inauguración de nuestro I Congreso.

AEDEN (Asociación Española de Derecho de la Energía) comenzó a gestarse en el verano de 2017, y se presentó públicamente en enero de 2018. Cuenta con más de 100 miembros, y es cofundadora de la European Federation of Energy Law Association (EFELA), que preside Vicente López-Ibor, Presidente a la vez de AEDEN. Se trata de una iniciativa, que, de modo paralelo y coetáneo en diversos países europeos, pretende reunir a los juristas que se dedican a la Energía, desde diversos entornos profesionales, tanto desde la academia, la universidad, las administraciones públicas, los entes reguladores, los órganos jurisdiccionales, como desde las asesorías jurídicas de los operadores, las empresas energéticas, las asociaciones sectoriales, así como los abogados especializados que, desde el ejercicio libre de la abogacía, prestan sus servicios para asesorar en esta materia.

AEDEN es una entidad privada, sin ánimo de lucro, privada e independiente que tiene entre sus fines:

– La difusión del conocimiento del Derecho de la Energía.

– Fomentar la investigación en temas relacionados con el Derecho de la Energía y la regulación energética.

– Cooperar internacionalmente con otras entidades similares especialmente en el ámbito de la Unión Europea y Latinoamérica.

En definitiva, se trata de crear espacios comunes para la reflexión sobre el mundo de la energía y su regulación, para el intercambio de experiencias entre juristas especializados en energía, que detecten los problemas que se pueden plantear y promuevan soluciones. AEDEN aspira a ser un foro de referencia, que contribuya a la formación de juristas en un área del conocimiento tan compleja técnicamente en su funcionamiento, incluso por la propia terminología utilizada, y que permita realizar aportaciones constructivas que mejoren la regulación y faciliten su interpretación y el desarrollo normativo, en coherencia con el resto del ordenamiento jurídico.

La energía es un input esencial de la actividad económica de un país, es un estándar de las sociedades civilizadas, un índice de la calidad de vida de las personas, un vector esencial para un planeta sostenible, y una base de futuro y motor de desarrollo. Es un derecho de los consumidores. De ahí la extraordinaria importancia de las normas energéticas que conforman el sector y determinan los derechos y obligaciones de los operadores y de los consumidores. Una parte del éxito de una sociedad civilizada, de sus avances y progresos, podríamos decir, que depende, en buena medida, de disponer de una adecuada, equilibrada, sostenible y buena regulación energética.

Existen elementos comunes a los diversos sectores energéticos y, que más allá de las especificidades técnicas de la electricidad, el gas o el petróleo, pueden ser considerados y compartidos en este foro, ayudando a la reflexión, al análisis y al debate de buenas prácticas regulatorias. Es lo que pretende AEDEN. Esperamos conseguirlo.

El Primer Congreso de AEDEN, Asociación Española de Derecho de la Energía, que aquí y ahora se celebra, no sólo tiene importancia por ser el primero, algo que siempre es significativo, sino también por el momento en que lo hace, un momento transcendental, en un momento de transición energética, en el que se esperan importantes cambios en la regulación del sector energético, como ya el título del mismo Congreso pone sencillamente de manifiesto “El Derecho de la Energía en transición”.

El sector energético es un sector intensamente regulado, mucho más que otros sectores económicos, y como tal un sector complejo. Un sector calificado legalmente, desde principios del siglo XX, como servicio público, y que se ha transformado hacia la categoría de servicio de interés general a través de los procesos liberalizadores iniciados en la Unión Europea a finales de los años 80. En él se integran infinidad de normas que definen y conforman su régimen jurídico, y ello con independencia, en ocasiones, de la calificación de las actividades como liberalizadas o reguladas, con una finalidad clara que preside toda la regulación: la garantía de suministro. Debe recordarse, también, que este régimen jurídico está dominado mayoritariamente por normas de rango infralegal sin que, en muchos de los casos, alcancen a tener un rango de Real Decreto o incluso de Orden Ministerial. Además, a todo ello debe unirse la consideración de que no contamos con un solo regulador con competencias plenas en la materia sino que junto a las tradicionalmente denominadas Administraciones territoriales (Estado, Comunidades Autónomas y Municipios) existe, por exigencia de las Directivas europeas, un Regulador independiente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que también dispone de competencias normativas de indudable importancia, atribuidas por estas Directivas, y reconocidas en derecho español a través del RDL 1/2019, de 11 de enero. Precisamente ahora, en el momento de celebración del presente Congreso, se están tramitando diversas Circulares normativas de la CNMC, de indudable importancia y que van a constituir el marco regulatorio para el ejercicio y la retribución de las actividades de los sectores eléctrico y gasista.

Por todo ello, debe destacarse el papel, cada vez más significativo, que desempeñan en el sector energético los juristas tanto de las asesorías internas de las empresas como los que ejercen su labor en despachos externos, que asesoran y defienden en Tribunales de Justicia a las Administraciones Públicas o a los Reguladores. Y por ello, precisamente también, debe destacarse igualmente el papel fundamental que, ya desde hace tiempo, vienen desempeñando los órganos jurisdiccionales en este sector al ejercer la función que les es propia de interpretar y aplicar las leyes y el ordenamiento jurídico en general.

La energía o, más concretamente, el régimen jurídico del funcionamiento del sector energético y sus implicaciones sobre la sociedad en general y los consumidores, se utiliza como parámetro de análisis, evaluación, bienestar y desarrollo de un país, como ya he señalado. La seguridad jurídica se convierte así en un principio fundamental de nuestro ordenamiento, tanto para los agentes del sector y los inversores, como para los propios consumidores. Todos necesitan saber cuáles son sus derechos y obligaciones, el marco en el que deben desarrollar su actividad, su estabilidad y predictibilidad. Además, ahora, en virtud del Clean Energy Package que en este Congreso van a ser objeto de consideración, los consumidores dejan de ser sujetos meramente pasivos de un suministro para convertirse, si así lo desean, en agentes proactivos en los mercados. Y, respecto de los operadores, un sector intensivo en capital e inversiones, con largos plazos de amortización en el sector energético, requiere siempre de certidumbre y predictibilidad, en definitiva, de seguridad. Y a ella, a la seguridad jurídica se entiende, junto a los actores antes mencionados, también contribuyen foros de debate y discusión como éste, el Primer Congreso de la AEDEN, en cuanto se ponen en común planteamientos y se definen posiciones sobre los temas más actuales que afectan al sector de la energía, clarificándolos. Basta con acercarse al programa de este Congreso para comprender estos objetivos.

En este sentido se ha preparado un programa, en el que, a través de mesas redondas, se van a abordar las principales cuestiones del Derecho de la Energía, comenzando por el propio concepto de lo que es el “Derecho de la Energía” y sus principios. A continuación, siguiendo la materias contenidas en el Paquete Europeo de Energía Limpia para todos los ciudadanos, temas como la gobernanza en el nuevo marco energético de la Unión Europea, el entramado institucional, relaciones entre ACER y las Autoridades Reguladoras Nacionales; las redes e infraestructuras energéticas; la Directiva sobre energías renovables, la fiscalidad ambiental y el régimen jurídico de los mercados de CO2; la perspectiva de las Asociaciones Europeas de Derecho Energético; la reforma de la Directiva sobre el mercado interior y los nuevos sujetos del sector como los prosumidores, agregadores, servicios de almacenamiento, movilidad y flexibilidad y comunidades ciudadanas de la energía, son temas suficientemente significativos que justificarían, por sí solos, cada uno de ellos, la celebración de una jornada completa no sólo por su novedad sino también por el importante papel que van a desempeñar en un futuro próximo.

Un Congreso en el que un protagonista importante será el Derecho europeo en materia de energía y en el que van a tener toda la participación los Abogados, los asesores jurídicos, de diferentes entornos profesionales y académicos, con distintas sensibilidades que nos van a proporcionar debates y reflexiones que espero sean de utilidad para todos los asistentes.

No quiero dejar de mencionar la sesión de clausura en la que contaremos con el Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, el Presidente de la Asociación Iberoamericana de Derecho de la Energía (ASIDE), doctor Luis Ferney Moreno, así como el Director General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, y la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. A todos ellos, les agradecemos que nos acompañen y muy especialmente, por sus muchos compromisos a la Ministra, demostrando así su sensibilidad sobre los aspectos jurídicos de la energía.

Vivimos un momento transcendental para el sector energético, un momento de cambio, de transición, y, como tal, un momento apasionante por los importantes retos y desafíos que deben acometerse para el cumplimiento de las obligaciones del Acuerdo de Paris, asumidos por España y por la Unión Europea en sus objetivos en materia de Energía y Clima.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), remitido por el Gobierno español a la Comisión Europea, persigue una reducción de, al menos un 20% de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990. Este objetivo de reducción implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero que se emiten actualmente. Se trata de un esfuerzo coherente con un incremento de la ambición a nivel europeo para 2030, así como con el Acuerdo de París.

La transformación hacia una economía climáticamente neutra en 2050 (Europa climáticamente neutra en 2050. Un planeta limpio para todos) van a suponer un cambio profundo del sistema energético, de la producción y consumo de energía, que nos involucra a todos como consumidores y como ciudadanos.

El 24 Congreso del Consejo Mundial de Energía, celebrado en Abu Dabi, la pasada semana, recogía, en sus conclusiones, la necesidad de conjugar los tres elementos del llamado trilema energético, esto es, seguridad de suministro equidad y sostenibilidad ambiental.

Cambio que va a exigir una arquitectura jurídica, precisa y flexible, a la vez aporte estabilidad y seguridad jurídica, contando a la vez con los resortes de flexibilidad precisos que permitan acoger y adaptarse a las innovaciones tecnológicas que van a desarrollarse en el futuro para alcanzar los objetivos previstos a 2030 y a 2050.

En fin, nos enfrentamos a un nuevo modelo de sistema energético, más sostenible y resiliente, y en este contexto celebramos el I Congreso AEDEN, en el que van a participar numerosos juristas, y quiero señalar, que intervendrán en su propio nombre, a título personal y en su condición de profesionales juristas especialistas en Derecho de la Energía.

Espero que hayamos acertado en los temas, que se produzcan interesantes discusiones, esperamos sus sugerencias y el deseo de que sea útil y fructífero para todos.

Muchas gracias.