Читать книгу Justicia digital, mercado y resolución de litigios de consumo - Fernando Esteban de la Rosa - Страница 76

La necesidad de actualizar y reformar el mecanismo de solución de disputas entre Inversores y Estado ha sido puesta de manifiesto recientemente gracias a la pandemia global causada por el virus SARS-COV-2. A pesar de que tanto el CIADI como las demás entidades administradoras de arbitraje ad hoc en materia de inversiones han incorporado elementos digitales, adaptando el procedimiento al entorno virtual, el grado de innovación ha sido mínimo. La simple utilización de plataformas online como ZOOM, Skype, Microsoft Teams o Google Meet para la realización de la vista y plataformas específicas para el intercambio seguro de información entre las partes es un paso insuficiente. Elementos de inteligencia artificial podrían facilitar no solamente la labor de las partes y agilizar el proceso de selección de árbitros, acortando significativamente el plazo medio de 6-8 meses para la formación del tribunal arbitral en la actualidad, si un algoritmo acorde se aplicase para la asignación de árbitros –de entre una base de datos o juez– como propone la Unión Europea, de forma automática. Igualmente, el proceso de recusación y el control de admisibilidad de las demandas serían más ágiles, repercutiendo indubitablemente en el costo del procedimiento.

Numerosos problemas que hoy en día rodean el régimen internacional de las inversiones y en particular el mecanismo de solución de litigios entre inversores y Estados podrían encontrar solución si elementos de inteligencia artificial se introdujesen en el arbitraje de inversiones, dando más coherencia y transparencia a un sistema actualmente fragmentado.

El desarrollo de un software o plataforma para satisfacer las necesidades del proceso de resolución de controversias en materia de inversiones requiere que el software existente se mejore en gran medida, incluido, entre otros, el desarrollo de un software de inteligencia artificial avanzado, con suficiente capacidad para sistematizar, analizar y comparar grandes cantidades de datos y proporcionar predicciones o sugerencias después de revisar grandes cantidades de documentos, evidencias, testimonios, jurisprudencia arbitral proveniente de distintos órganos internacionales, además de doctrina. Aunque los idiomas principales en los que se llevan a cabo los procedimientos arbitrales en la actualidad son el inglés, español y francés, la plataforma de resolución en línea de controversias en materia de inversiones deberá ser provista de un potente software de traducción, capaz de traducir con gran precisión los documentos escritos o facilitar la comunicación entre las partes. Aunque no existe una plataforma diseñada específicamente para los propósitos de reclamos de arbitraje complejos, es solo cuestión de tiempo que la inteligencia artificial se vuelva lo suficientemente avanzada como para examinar grandes cantidades de documentos y brindar una solución legal u opinión legal. Teniendo en cuenta los desarrollos recientes en inteligencia artificial, como el desarrollo del aprendizaje profundo, la inteligencia artificial puede eventualmente volverse lo suficientemente competente para servir y proveer para la comunidad legal en estas áreas. A esas alturas, las buenas prácticas desarrolladas por la Unión Europea en materia de consumo pueden servir como punto de partida para el diseño del mecanismo de resolución de controversias en materia de inversiones en línea.

Asimismo, la UE puede considerar la posibilidad de seguir desarrollando su actual plataforma de ODR de la UE para que se adapte más adelante a las necesidades del arbitraje de inversiones de la UE, basándose en las experiencias de las plataformas de ODR actuales y en las nuevas tecnologías. Sin embargo, incluso si la UE desarrolla una plataforma ODR que pueda albergar disputas de arbitraje de inversión en línea, o incluso albergar los procedimientos de resolución de controversias a raíz del CETA, uno debe considerar si un gobierno que tiene que defender una reclamación millonaria optará por utilizar mecanismos ODR para solucionar la controversia. En este sentido, el grado de confianza que los Estados puedan tener en la Inteligencia Artificial y en particular en el desarrollo e implementación de algoritmos complejos para el análisis de algunos aspectos sustantivos relacionados con las disputas en materia de inversiones es un elemento esencial para que el proyecto pueda salir adelante. Mientras que el elemento humano en examen de los asuntos complejos en materia de inversiones, tanto reflejado en la labor de los abogados de las partes como en el análisis, fundamentación y motivación llevado a cabo por los árbitros internacionales o jueces una vez implementado el ICS es imprescindible, el apoyo de las maquinas puede resultar crucial para resolver problemas jurídicos complejos y garantizar una interpretación sistémica correcta e aplicación uniforme del derecho internacional de las inversiones, evitando discrepancias manifiestas en la jurisprudencia arbitral, potenciando la transparencia y garantizando la imparcialidad de los judex.

En cualquier caso, el nuevo sistema ICS puede servir de laboratorio para la incorporación de elementos ODR en la resolución de controversias en materia de inversiones, con vistas en la implementación de un mecanismo de solución de controversias en materia de inversiones verdaderamente multilateral y en línea. Tanto el Tribunal Permanente de Inversiones como la Instancia de Apelación podrían ser configurados mediante una plataforma ODR de solución de controversias en materia de inversiones. La pre-selección de jueces podría beneficiarse de los avanzados algoritmos ya desarrollados por distintos mecanismos ODR para evitar el bias a favor de inversor. La plataforma ODR podría facilitar el análisis no solamente de demandas directas a instancia del inversor, sino la recepción de contrademandas iniciadas por el Estado Receptor de la Inversión, eliminando las asimetrías procesales.