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4.3 Estética, comunicación, educación
ОглавлениеDe acuerdo con la crítica poscolonial, el campo que más influye en las dinámicas de la neocolonización es el de los medios masivos. La novedad es que este dominio, con las tecnologías de la informacion, se ha vuelto mucho más complejo. Por ejemplo, en el software y en las interfaces, lo estético es utilizado como medio de persuasión oculto, con el objetivo de influir en la navegación de la world wide web (el número de visitas a un sitio tiene valor comercial) o en las modalidades de difusión, venta y uso del software aplicativo. Y es posible, como consecuencia, que los idiomas hablados en las distintas partes del mundo desaparezcan sustituidos por la neolengua de matriz informática y angloamericana que es utilizada en internet, en las convenciones científicas y en la diplomacia internacional.
Esta ambigua función del arte favorece una aproximación poco crítica a la tecnología digital,69 lo que produce una uniformidad estética que anula la creatividad y la diversidad cultural. Desde el punto de vista del arte, este fenómeno es aún más evidente cuando se observan los efectos de los aplicativos para el diseño, la creación artística y la educación: en los museos reales y virtuales, los artistas de hoy son todos como Bouvard y Pécuchet, los personajes de Flaubert que se resignan a la copia, ya que una auténtica creatividad resulta imposible.70
El reto es, entonces, establecer las condiciones para una auténtica creatividad. En una sociedad que prácticamente ha cumplido su proceso de globalización, como bien ha señalado en su blog Guido Contessa, este reto podría superarse redefiniendo las relaciones de identidad entre individuo, grupo y sociedad globalizada:
La subjetividad, por siglos, ha sido objetivada y luego asumida por el poder. La hipótesis imperial se fundamenta sobre la creación de nuevas objetivaciones y nuevas sumisiones [...]. El grupo pequeño es el espacio social más pluralista y, al mismo tiempo, más controlable por cada uno de sus miembros, donde fines y medios pueden estar en el mismo plano. Si funciona, el pequeño grupo es el espacio social donde repartir. Saber participar en un pequeño grupo, saber cómo hacerlo crecer y desarrollarlo, saber ayudarlo a superar los obstáculos y las crisis, son competencias humanas hoy más decisivas que nunca. Hoy que el individuo y la sociedad están en dificultad, se necesita recomenzar desde pequeñas agregaciones informales, islas o plataformas flotantes.71
Desde el punto de vista de las tecnologías de la información, estas islas podrían ser las comunidades virtuales (en las cuales muchos quieren apoyarse incluso políticamente).72 Sin embargo, hay que tener en cuenta que las comunidades virtuales son parte del problema y no su solución. La aldea global no existe sino como una institución de confinamiento (el museo, según la lectura de Foucault), pues hemos visto que las razones para dudar de las tecnologías de la información y de lo virtual son precisamente las estructuras epistemológicas y estéticas del software y de las interfaces.