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2.4. LA EDAD MODERNA (S. XV-XVIII)

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Entre finales del S. XV hasta principio del XIX se mantiene todo un comercio de hombres y mujeres recogidas de África con destino a distintos puntos del planeta. Principalmente a América donde servían como esclavas/os al mismo tiempo que “sublimaron las violaciones” en mujeres desprotegidas en su totalidad. Pero además de normalizado, son muchos los ejemplos donde se elevaban a héroes participantes de conductas vejatorias de toda índole contra razas consideradas inferiores. La crueldad estaba al orden del día en el destacamento del heroificado George Asmtrong Custer. En la batalla de Washita6 (26-27 de noviembre de 1868) sacrificó incendiando y matando a 800 ponis durante dos horas. Mató cerca de 103 hombres y capturo a 53 mujeres a las cuales después de la batalla repartió a sus oficiales para violarlas y esclavizarlas con total impunidad (Cozzen, 2017). A pesar de ello se continúan glorificando las execrables gestas de dicho personaje.

Y aún en el año 1873 existía como medida oficial recoger cráneos indios para el Museo Médico del Ejercito, cuyo objetivo era servir de ayuda al progreso de la ciencia antropológica7.

En el S. XVII específicamente en 1697 Gian Battista Basile publica la colección de cuentos Pentamore, donde se incluye la primera versión de la “Bella durmiente” adaptada e infantilizada de forma dulce por Charles Perrault (1967) o de los hermanos Grimm (1812). En los cuentos de Battista se llamaba Sol, luna y Talia. En este texto original lo que se relata realmente no es beso sino una violación a la princesa dormida, junto a temas como la necrofilia, infidelidad, embarazo, canibalismo, etc. Un rey cuya mujer era infértil al encontrarse con la joven dama, en vez de besarla la viola dormida. La misma tiene dos hijos que buscando el pecho le succionan la espina que en su momento llevo a Talía a su maldición letárgica. Se representa por lo tanto una mujer que a pesar de estar pasiva puede procrear y por lo tanto vivir y dar vida, mientras que la esposa infértil del Rey agresor acaba en la hoguera como una bruja. La esposa infértil solo es una mujer con deseos, mientras que la víctima de una pseudonecrofilia puede vivir porque sus deseos sexuales no solo se prestan al vicio sino a la procreación.

Violencia sexual. Análisis, Tipologías y diferentes perfiles

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