Читать книгу Violencia sexual. Análisis, Tipologías y diferentes perfiles - Francisco Javier de Santiago Herrero - Страница 12

La edad contemporánea recoge los sucesos desde la Revolución Francesa hasta la actualidad. Donde seguimos teniendo desigualdades y clasismos no tan exacerbados pero latentes.

En la primera guerra mundial surge un planteamiento curioso debido a que las violaciones cometidas, principalmente por el ejército alemán sobre mujeres francesas y belgas fueron entendidas no como violaciones a una mujer como tal sino a una sub-nación de mujeres que podían procrear al enemigo. La preocupación no recaía en la víctima del delito sino en el hijo que pudiera surgir de dicha violación. En esta línea todos los esfuerzos se centraron en asegurarse que los nuevos descendientes no estuvieran contaminados por la sangre del enemigo y por lo tanto debían ser “educados” en orfanatos y casas de acogida para que pudieran llegar a ser buenos patriotas (Stanley, 2007).

En Oriente, en 1937, el ejército japonés llegó al paroxismo de la crueldad en Nankin mediante actos de todo tipo de sadismo y violaciones masivas indiscriminadas. En ellas los observadores internacionales describen mutilaciones, introducción de todo tipo de objetos como bayonetas, botellas, cañas de bambú… y el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente estima que el número asciende a 20.000 mujeres de absolutamente todas las edades. Pero la crueldad sexual va todavía más allá de la imaginación pues se dieron casos donde se obligaba a niños a violar a sus madres y a monjes a realizar violaciones y actos sexuales entre ellos.

La historia se revierte en occidente, dado que en la segunda guerra mundial sólo en el Berlín y su área de influencia por las tropas soviéticas se estima fueron violadas 2 millones de alemanas sin discriminación de edad alguna, así como 860.000 denuncias de violación en el lado de los aliados occidentales. De nuevo se corre un tupido velo de silencio. Realmente nunca se sabrán las cifras oficiales, entre otras, debido a que el Congreso Ruso promulgó una ley consistente en multas hasta cinco años de prisión a cualquiera que denigre la actuación de Rusia durante la segunda guerra mundial, por lo que acceder a los archivos de denuncias es punto menos que imposible8. Gasa de tul que se percibe en el azorado silencio que se conserva cuando alguna ciudadana alemana que vivió esa época se le pide que cuente cosas de la guerra. En no pocas ocasiones hemos visto en entrevistas ese rostro turbado y enmudecido de forma casi automático.

Seguimos con la lamentable historia y vemos como siempre se repite. En las guerras de Yugoslavas (1991–2001) se denunciaron 300.000 violaciones, dato de que todos los estudiosos consideran infravalorado debido a la altísima cifra negra de no denuncias. Durante la guerra del Golfo se destapa una escabrosa realidad. Las violaciones no son solo un arma de guerra sino parte de la propia guerra considerada como una escena de oportunidad. Son fragmentos adheridos de los rebajamientos de la censura cuando el ser humano se animaliza y libera sus pulsiones más tanáticas. En un sondeo realizado en 2003 entre más de 550 veteranas de la guerra de Afganistán e Irak se desvela que el 30% fueron violadas por sus propios compañeros y el 79% denunció acoso sexual.

Según un estudio publicado en 2011 por la American Journal of Public Health, al menos 1.100 mujeres fueron agredidas sexualmente cada día en el país africano durante la “Segunda Guerra Mundial Africana”. En el análisis, centrado en el periodo 2006-2007, se documentan las vejaciones sufridas por más de 400.000 mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años. (tanto por Tutsis, Hutus, Ugandeses y fuerzas de los cuerpos de Kinshaba (Kabila). Resultando 1.100 mujeres agredidas cada día, convirtiéndose dicha práctica en un arma de guerra, dado que su ataque es más barato que una bala, y una costumbre no denunciada.

Como conclusión a este fragmentado e incompleto estudio, podemos decir que las violaciones han sido una constante en la humanidad, tanto como arma de guerra, de terror y de satisfacción unidireccional de la sexualidad descarriada. Cuando el pacto social de no agresión se rompe o no se percibe las cotas de maldad del ser humano alcanzan los inimaginables grados de brutalidad. Pero consideramos que no nos debemos olvidar, aunque nos resulte un ejercicio de extremada voluntad, que detrás de todas esas personas que en un momento dado dan o dieron rienda suelta a los impulsos más bajos y deleznables del ser humano, en otros y otras situaciones escribieron a la par historias de amor, de delicadeza, de amistad, etc. Entonces la pregunta es ¿convive en todos nosotros la bella y la bestia, Jekill y Hyde, el ángel y el demonio? Sin lugar a dudas, todo apunta a que sí. A que en el fondo Sade o Freud tenían parte de razón. De este modo, ante el legado sadiano o freudiano ya nadie jamás podrá ignorar la maldad latente en todo hombre. Sus enseñanzas preparan el camino para el entendimiento y la aceptación de los más escandalosos impulsos criminales que existen en el corazón de todos los humanos (de Santiago y Lin Ku, 2016).

Para finalizar, dado la imposibilidad de ser exhaustivos nos gustaría que a lo largo de la lectura de todo el texto que presentamos dejemos de hacer escisiones en torno a las agresiones sexuales del tipo de que el violador en la guerra o en el conflicto es diferente al violador en la paz. Las víctimas no dejaron de ser personas en ningún momento de la historia y nunca podremos justificar ni normalizar las atrocidades del ser humano basándonos en la externalización de sus conductas.

1.Si bien esta afirmación es predominante no se puede globalizar a todas las culturas y por ello no se debe universalizar.

2.Cuyo campo de acción se focaliza en el estudio antropológico y social de los restos humanos asociados a prácticas de muerte traumática (Gracia, 2019 p. 10)

3.Como indica Butler (2002) si la asignación de sexo y género en nuestra cultura hubiera disociado “falo” de “pene” quizás esta discriminación no se hubiera heredado de forma tan directa en el orden social.

4.Refiriéndose principalmente a la sodomía y al bestialismo.

5.También denominado de la primera noche (ius primae noctis). Mediante el mismo los señores feudales solían hacer uso de la costumbre de acostarse con las mujeres de sus súbditos la noche de boda de estas. Con ello la finalidad era demostrar quien realmente mandaba en esas tierras. El rey Fernando el Católico dictase, en 1486, la sentencia de Guadalupe. Esta famosa sentencia acababa con este tipo de agresiones y establecía que los señores feudales no pudieran dormir la primera noche con la esposa del campesino, ni pasar por encima de ella, cuando esta estuviera echada en la cama como señal de poder. Si bien no era una ley totalmente escrita si era la ley del poderoso y el más fuerte. En algunas ocasiones se salvaba con dinero y en otras de forma simbólica donde el feudal pasaba por encima de la mujer acostada en el suelo.

6.Batalla en la que nadie opuso resistencia alguna, luego realmente fue la matanza de personas indefensas en el rio Washita.

7.Hubo que esperar hasta 1948 a que la proclamación Universal de los Derechos Humanos cuya filosofía es que deben protegerse en el mundo entero. De esta forma el artículo 4 nos dice: “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”. Al descentralizar el problema como una cuestión de raza se comenzó a hablar ya no se trata de negras/os sino de “trata de blancas”. Situación que lejos de frenarse se ha incrementado sobremanera estimándose que la “esclavitud del S. XXI” que hace especial referencia a la prostitución forzada es el tercer negocio más lucrativo del crimen organizado siendo equiparable económicamente al tráfico de drogas y /o la falsificación. Las cifras de 2014 ofrecidas por la OIT estiman que solo de la explotación sexual se mueven cerca de 99 millones de dólares en el mundo. Siendo un poco traviesos y teniendo en cuenta que el total de la población mundial en 2015 fue de 7.300 millones basta con hacer las cuentas que correspondería el gasto individual. O que desde otra óptica y a modo de ejemplo acabaríamos con la pobreza en Indonesia solo con una inversión de 700 millones de dólares, y con 1,5 billones de dólares se podría abordar erradicar con mayor o menor éxito la pobreza mundial.

8.“Atribuir a la URSS la responsabilidad por el estallido de la Segunda Guerra Mundial o negar el papel fundamental de la URSS en la victoria sobre los países del eje en la Segunda Guerra Mundial, así como difundir información que equipare la ideología política oficial de la URSS con el nazismo se sanciona con una multa de hasta 300.000 rublos [más de 3.800 dólares] o hasta tres años de trabajos comunitarios o hasta el mismo periodo de cárcel”, indica el borrador de la normativa.