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B.DESTINATARIO (ADSCRIPTIO) 2

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El adscriptio adelanta la advertencia a los servidores negligentes en la iglesia, la cual es el templo de Dios y es santa (3:17b). Primeramente, Pablo les recuerda que Dios los ha llamado, los ha separado para que sean santificados y su santo pueblo. Esto no es algún sueño apostólico sino una declaración de hecho. Santificar no siempre significa ser hecho santo, tal y como lo usamos actualmente; más bien, quiere decir que Dios ha escogido morar en medio de este grupo y apartarlo para que sea santo. Pablo da amplios detalles acerca de esta obra de santificación inicial en Romanos 6:1-233.

En segundo lugar, con el término iglesia de Dios él ubica a la iglesia en el amplio plan de Dios para el mundo4. Los corintios se creían una asamblea apartada por encima de las reglas aplicadas a las otras iglesias: “la preocupación corintia por la ‘autonomía’ les llevó a devaluar el carácter por encima de lo local de la identidad cristiana”5. Pero Corinto no era único, Dios los había llamado junto a individuos y congregaciones en todas partes. Las iglesias de Éfeso, Atenas, Filipos, Antioquía y Jerusalén eran parte del gran pueblo de Dios que invocan el nombre de Cristo. Por esto Pablo les reafirma a los corintios que todas las iglesias han recibido la misma enseñanza (ver 4:17; 7:17b; 11:16; 14:33b)6. Ellos no pueden reclamar a Cristo para sí mismos, ningún grupo tiene el derecho de reclamar su pertenencia especial a Cristo (1:12). La repetición constante de los términos Cristo, Cristo Jesús, Jesucristo, nuestro Señor Jesucristo, Hijo [de Dios], Jesucristo nuestro Señor, en 1:1-9, muestra que Pablo es cristocéntrico. Si su apóstol es cristocéntrico, entonces es también el deber de Corinto –ya sea que uno esté hablando de la iglesia entera, un grupo de casa, un grupo partidista o el individuo– estar centrado completamente en el único Salvador.

“Una singularidad terminal” 1:2

A menudo se critica a los Estados Unidos por creer que es único en la historia y único entre las naciones, que las leyes normales y las lecciones históricas no le aplican. Esto se ha llamado un excepcionalismo de la nación. El cual puede resumirse así: Sí, esto es normalmente cierto, excepto en nuestro caso, porque nosotros somos diferentes de todos los demás.

La iglesia de Corinto creía también en su carácter extraordinario. Consideraban que habían crecido al punto de que no necesitaban seguir las normas que el resto de las iglesias seguían. “No estamos desobedeciendo”, podrían haber dicho ellos, “¡es que somos distintos! Tenemos un conjunto diferente de circunstancias”.

Creerse extraordinario afecta a la mayoría de los cristianos y a las congregaciones en algún momento. Es inmensamente irónico viajar por América Latina observando a una congregación tras otra, todas más o menos iguales, y escuchar a cada una afirmar que las reglas no deben aplicárseles:

“No, normalmente un pastor no debería cansar a su congregación con el asunto de obedecerle totalmente, pero nuestra situación es tan diferente que es admisible”.

“Sí, normalmente las iglesias deben probar la profecía, pero este profeta es tan ungido que sería una falta de fe cuestionarlo”.

“No, normalmente el contador de la iglesia no debe falsificar los libros, pero nuestra iglesia está en una situación tan especial que es permisible esta vez”.

“Nuestra iglesia ha sido llamada por Dios de un modo único para llevar la Palabra a todas las otras iglesias”; o “Nuestro pastor ha sido llamado como apóstol para guiar a todas las otras iglesias de nuestra nación”; o “Nuestra nación ha sido llamada para ser el único trampolín desde el cual va a llegar el evangelio a todas las naciones”.

En Costa Rica, tratamos con la cultura del pobrecito – la gente debería tenerme lástima y hacer excepciones conmigo debido a que yo me presento a mí mismo como pobre y necesitado.

Hemos hablado acerca de ser especial comparados con otros de nuestra época, es decir: Yo vivo una experiencia única en el mundo (por ejemplo, única en el espacio). Pero hay otro elemento de la jactancia con el cual debemos tratar:

Yo vivo una experiencia única en la historia (única en el tiempo).

Tengo un interés permanente en la historia de la iglesia, como lo demuestran tantas de mis citas de los Padres de la iglesia. Cuando llevé un curso de historia de la iglesia primitiva en la universidad, muchos de mis compañeros se preguntaban por qué deberían perder su tiempo estudiando lo que pasó en el 325 d.C. o en el 900 d.C o en 1447 d.C., mientras que hay tantas cosas interesantes que pasan hoy, las cuales necesitan nuestra atención. Tiempo después, como pastor, entendí por qué. Se dice que no hay nuevas herejías, que la mayoría de las enseñanzas falsas que encontramos en la actualidad ya se habían manifestado en los primeros cinco siglos de la iglesia. Así que, cuando los Testigos de Jehová aparecen en su puerta y le dicen que Jesús es “un dios,” ellos están enseñando la herejía del arrianismo del siglo cuarto.

En el lado positivo, la iglesia a lo largo de 2000 años ha planteado muchas buenas ideas que son útiles todavía hoy.

Pero cuántas veces hemos oído cosas como estas:

“Dios trabaja hoy (aunque sea en 1981, 1995, 2002 o 2015) de una manera fresca; esto nunca había pasado, entonces tenemos que desechar las experiencias pasadas y comenzar nuevamente”.

“Sí, los cristianos deben leer la Biblia; pero no podemos echar vino nuevo en odres viejos, de modo que es mejor ignorar a quienes nos dicen que lo que hacemos no es bíblico”. ¿Cómo pueden ellos saber el modo como Dios trabaja actualmente?

“El diablo ha perturbado esta nación desde antes de la llegada de Colón; pero solo este año hemos orado esta clase de oración, y así de ahora en adelante el diablo y sus demonios no pueden poner ni un pie en este territorio”.

“Sí, Pablo les dijo a los cristianos que no hablaran en lenguas en un culto a menos de que hubiera un intérprete; pero vivimos en el tiempo de la “lluvia tardía”, y no podemos contener el Espíritu como lo hacíamos en el pasado!”.

Y después de todo: “¡Nosotros no podemos meter a Dios en una caja!”.

Los corintios creían que Dios estaba trabajando, pero solo en una pequeña congregación cerca del istmo de Corinto. ¡Qué forma tan pecaminosa de limitar a Dios y encerrarlo en una caja, cuando insinuamos que él solo se me revela a mí, este mes y este año, en esta ciudad! ¿No es nuestro Dios el Dios de toda la historia y de toda la creación?

Alcohólicos Anónimos, por una extraña coincidencia, señala que muchos adictos sienten que su situación es completamente única: “¡La gente no debería beber tanto, pero mi situación es distinta! ¡La gente debería ser capaz de controlar sus problemas sin drogarse, pero yo no fui hecho así! ¡Mi situación es tan inusual que yo debería contar con el derecho de usar algún medicamento para relajarme! En inglés, esta actitud se ha llamado “terminal uniqueness”, o “singularidad terminal”. Se denomina “terminal” porque esta idea produce resultados fatales. La persona morirá o perderá la razón mientras continúa gritando, “¡Pero yo no soy como todos los demás!”.

Alrededor de todo el mundo y a través de toda la historia ha habido una enorme cantidad de iglesias y de movimientos influyentes que se han contagiado del mismo virus. Y el resultado, en toda ocasión, es que los cristianos que se consideran únicos van en camino a su propia destrucción. Todos los cristianos deben obedecer lo que Dios ha mandado para todas las iglesias en todas las épocas, y también deben escuchar a otros creyentes que tratan de seguir la dirección de Dios.

Primera de Corintios

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