Читать книгу La Revolución creadora: Antonio Caso y José Vasconcelos en la Revolución mexicana - Guillermo Hurtado Pérez - Страница 13
8. Agradecimientos y dedicatoria
ОглавлениеNo me queda más que expresar mi agradecimientos a las personas e instituciones que me ayudaron en la elaboración de este libro a lo largo de varios años.
Esta investigación se realizó en el Seminario de Investigación sobre Historia y Memoria Nacionales de la UNAM, dirigido por la Dra. Virginia Guedea. Agradezco en primer lugar a los cuatro fundadores del Seminario: María de Lourdes Alvarado, Alicia Azuela, Fernando Curiel y la propia Virginia Guedea. El trabajo multidisciplinario realizado con ellos me dio la pauta para escribir este libro. También deseo agradecer a los demás integrantes del Seminario y, de manera especial, a Vicente Méndez y Tania Ortiz.
He conversado provechosamente sobre los temas de este libro con muchos colegas, pero no podría dejar de mencionar a Mauricio Beuchot, Adolfo Castañón, Javier Garciadiego, Carlos Illades, Jaime Labastida, Xóchitl López, Álvaro Matute, Tzivi Medin, Victórico Muñoz, Gregory Pappas, Carlos Pereda, Mario Teodoro Ramírez, Fanny del Río, Carmen Rovira, José Alfredo Torres, Aurelia Valero, Gabriel Vargas Lozano y Héctor Zagal.
Dedico este libro a Laura Pérez Ríos, mi madre, y Moisés Hurtado González, mi padre. Ellos me inculcaron los principios más robustos y los ideales más altos del México posrevolucionario. Este libro es un modesto homenaje a ese acto de amor y de esperanza.
1 Sobre el origen y los objetivos de una historia intelectual de la filosofía mexicana, vid. Guillermo Hurtado, “El giro hacia la historia intelectual en la historia de la filosofía en México”, en Victórico Muñoz Rosales (ed.) Filosofía Mexicana (retos y perspectivas), Editorial Torres y Asociados, México, 2009 (pp. 11-20).
2 Vid. Alfonso Reyes, “Pasado inmediato”, en Caso, Antonio, et al., Conferencias del Ateneo de la Juventud, prólogo, notas y recopilación de apéndices por Juan Hernández Luna, seguido de anejo documental de Fernando Curiel, México, UNAM, 2000, pp. 181-207; Octavio Paz, El laberinto de la soledad, México, Cuadernos Americanos, 1950; Leopoldo Zea, Consciencia y posibilidad del mexicano, México, Porrúa y Obregón, 1952.
3 Sobre la conformación de la “idea oficial” de la Revolución, véase: Thomas Benjamin, La Revolución mexicana. Memoria, mito e historia, México, Taurus, 2003; Eugenia Meyer, “Cabrera y Carranza: hacia la creación de una ideología oficial”, en Roderic A. Camp et al. Los intelectuales y el poder en México, México, El Colegio de México/Universidad de California, 1991, pp. 237-258; Guillermo Palacios, “Calles y la idea oficial de la Revolución mexicana”, Historia mexicana, 22, (3(87)), enero-marzo 1973, pp. 26-278; Guillermo Hurtado, “Historia y ontología en México: 50 años de Revolución”, Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, México, UNAM, n. 39, enero-junio 2010, pp. 117-134, y Alan Knight, “El mito de la Revolución mexicana”, en Repensar la Revolución mexicana, Vol. II, México, El Colegio de México, 2013, pp. 207-273.
4 Si bien antes de 1960 hubo varias interpretaciones de la Revolución mexicana desde una perspectiva marxista, por ejemplo, la de José Mancisidor en su Historia de la Revolución mexicana, México, Ediciones El gusano de luz, 1958, fue hasta después de 1968 cuando aparecen las principales obras dentro de esta corriente. La revolución interrumpida, de Adolfo Gilly (México, Editorial El Caballito, 1971), es acaso el texto académico más leído de esta interpretación de la Revolución. Sin embargo, es posible que el pasquín ilustrado de Eduardo del Río (Rius), La revolucioncita mexicana, (México, Grijalbo, 1978) sea la obra de mayor impacto popular en la que se defiende esa interpretación de la Revolución.
5 Andrés Molina Enríquez, Los grandes problemas nacionales, México, Imprenta de A. Carranza, 1909.
6 Arnaldo Córdova, “La filosofía de la Revolución mexicana”, Cuadernos Políticos, México, núm. 5, julio-septiembre de 1975.
7 Cfr. Arnaldo Córdova, La ideología de la Revolución mexicana, México, Editorial Era, 1973. Hay que señalar que Córdova nunca modificó su lectura de la historia de las ideas revolucionarias. Todavía en 2010 afirmaba que todos los revolucionarios habían sido positivistas. Y en ese mismo texto decía con su peculiar desparpajo: “El Ateneo de la Juventud fue un grupito intelectual totalmente excluido de la lucha política, y cuando se metían en ella la regaban.” Cfr. Arnaldo Córdova, “Demandas y logros de la Revolución mexicana”, en Patricia Galeana (coord.), Impacto de la Revolución mexicana, Siglo XXI/UNAM/Senado de la República, México, 2010, p. 300.
8 Vid., por ejemplo, Alan Knight, “La Revolución mexicana ¿burguesa, nacionalista o simplemente una gran rebelión?”, en Repensar la Revolución mexicana, Volumen II, México, El Colegio de México, 2013.
9 No hay un libro de historia de la Revolución mexicana que pudiera calificarse como el texto oficial. Algunos opinan que la obra de Frank Tannenbaum, Peace by Revolution: An Interpretation of Mexico, New York, Columbia University Press, 1933, es la primera que ofrece una visión del movimiento que coincidiría con el discurso oficial. Sin embargo, la obra de Tannenbaum fue traducida al español hasta 1938 y, además, publicada en Chile. Dentro de la celebración del quincuagésimo aniversario de la Revolución, Manuel González Ramírez publicó La Revolución social de México, Tres volúmenes, Fondo de Cultura Económica, 1960. Considero que si hubo una historia sobre la Revolución que, en su momento, dejara totalmente satisfechas a las autoridades fue la de González Ramírez, aunque por su extensión seguramente no fue muy leída, a diferencia de la Breve historia de la Revolución mexicana, de Jesús Silva Herzog (México, Fondo de Cultura Económica, 1960) más compacta y amena, aunque escrita desde una posición que no coincidía del todo con el discurso del régimen de López Mateos.
10 Vid. Guillermo Hurtado, México sin sentido, México, Siglo XXI-UNAM, 2011.