Читать книгу Introducción a la clínica lacaniana - Jacques-Alain Miller - Страница 16
ОглавлениеPodemos preguntarnos, partiendo de una idea sencilla, cuál es la diferencia elemental entre el síntoma psicótico y el sistema neurótico. Hay una distinción que me parece fundamental y que he encontrado en el curso de este año en París: en la psicosis el síntoma es siempre del Otro, no es verdaderamente el síntoma del sujeto. Por esta razón se produce la confusión de hablar de psicosis en términos de proyección, porque la verdad de la proyección es esa extraña particularidad del síntoma psicótico como síntoma del Otro. Sin embargo, habría que añadir todavía algo más: y es que en eso reside justamente la verdad del síntoma, la verdad para todos; la particularidad del psicótico es que él lo sabe, sabe que el síntoma es el síntoma del Otro.
Para el psicótico, como para el neurótico, el síntoma es lo que no va, lo que no funciona. Es la misma definición, pero en la psicosis lo que no funciona es el Otro, hay una exterioridad del síntoma. En consecuencia, para el neurótico el síntoma se presenta como una opacidad, una opacidad fugitiva, mientras que para el psicótico se presenta como una transparencia. Precisamente un síntoma fundamental de la psicosis es el de la transparencia de su pensamiento, de sus ideas, de su voluntad, lo que se denomina en francés syndrome d’action exterieur (síndrome de acción exterior o adivinación del pensamiento). Es, precisamente, un síntoma de transparencia y no de opacidad.
Así, en el neurótico, el síntoma puede buscar a través del psicoanálisis su complemento en el Otro, encontrar el Otro a quien quejarse, de quien quejarse. Pero el psicótico no necesita un análisis para encontrarlo, él ya llega. Así resalta el valor del dicho de Lacan, que parece una paradoja: que el psicótico es normal. Es decir, que para el psicótico el Otro no es normal, la anormalidad está unilateralizada completamente en el Otro.
Podemos utilizar el caso Schreber, como todo el mundo en el campo psicoanalítico freudiano, como un caso de referencia. Es un caso de referencia debido a que la forma de su psicosis resulta ser un punto de cruce entre la paranoia y la esquizofrenia. En el pensamiento de Schreber, en su concepción, él es normal. La anormalidad es la anormalidad de Dios, es responsabilidad de Dios el hecho de trasgredir el orden del mundo. Schreber hace una diferencia entre Dios y el orden del mundo y, en su concepción, él se conforma al orden del mundo mientras que es Dios quien lo transgrede.