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Febrero 13
Sacia mi alma

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“Porque sacia al alma menesterosa y llena de bien al alma hambrienta” (salmo 107:9)

Hay muchas personas hoy en día que, pudiendo vivir en la limpieza y en el orden, en la belleza y en la paz, en la luz de la palabra y sus bendiciones, prefieren vivir en medio de desperdicios y desechos morales y en la oscuridad que el mundo representa.

Vivir en borracheras, en drogas y delitos; andar ocultando con vergüenza una doble vida; practicar descaradamente toda suerte de aberración moral, adulterios, abandono de hijos, desfalcos monetarios y traición de confianzas, es vivir entre la basura.

Vivir en medio de chismes y discordias, de peleas, de insultos y maltratos, es vivir desperdiciando tus días.

Pero hoy El Señor quiere mostrarte una forma diferente de vida.

Cristo quiere librarte de toda basura moral.

Él quiere darte una vida limpia.

Él quiere que vivas en armonía y paz.

Quiere proporcionarte una completa y total libertad.

Aceptemos el hogar de Dios.

No vivamos más en los basureros de este mundo. Sólo en Cristo hay verdadera pureza.

El sacia el alma necesitada que le busca sin doble cara, sin doble moral, sino con sinceridad y fidelidad.

El desea en este día saciar tus anhelos de vivir en plenitud, de disfrutar del gozo de los redimidos, de saludar cada día en paz y en armonía.

¡Sonríele hoy a la vida! Eres bienaventurado.

¿Quién como tú, pueblo rescatado por el Señor? Él es tu escudo y tu ayuda; él es tu espada victoriosa. Tus enemigos se doblegarán ante ti; y tú hollarás sobre sus alturas. (Deuteronomio 33:29)

Oración:

Gracias Dios amado, por regalarme este día para disfrutarlo a plenitud. Es un obsequio maravilloso de tu gracia, y lo recibo con la alegría que tiene un niño cuando destapa ansioso cada regalo que le dan.

Señor, tú no cesas de bendecirnos, de derramar la abundancia de tu gracia sobre nosotros, de librarnos de temores y de hacer que nuestra vida tenga un especial significado cada día. Por eso hoy quiero vivirlo en armonía y plenitud contigo. Quiero mostrarle al mundo que sí es posible ser feliz cuando caminamos con Aquel que creó los cielos y la tierra, y nos regala cada día lleno de misericordias nuevas. Amén.

Una semilla para cada día

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