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El estado expandido de conciencia
Оглавление¿Recuerdan que Rachas llegó finalmente a la conclusión de que todo lo que se precisa es aflojar los lazos que atan el alma al cuerpo físico? Cuando un magnetizador aplica su energía sobre una persona, está provocando una aceleración vibratoria en el campo energético de ella. El alma, cuerpo astral o cuerpo energético comienza a aumentar su frecuencia vibratoria. A medida que aumenta la frecuencia vibratoria, el alma comienza a desprenderse. Paralelamente, el campo de la conciencia se expande. La persona comienza a tener acceso a otros niveles de conciencia. Ahora puede sintonizar distintas bandas de frecuencia diferentes de la conciencia habitual. La conciencia cotidiana sería como un receptor de radio clavado siempre en la misma estación. A medida que voy recorriendo el dial, puedo recibir las señales de otras estaciones de radio que transmiten en frecuencias diferentes. Con la conciencia ocurre lo mismo. Al aumentar la frecuencia vibratoria, sintonizamos la frecuencia de otras dimensiones. Sintonizamos la frecuencia del mundo espiritual y allí tenemos acceso, entre otras cosas, a revisar los hechos de nuestras vidas pasadas.
Ahora, el siguiente paso es comprender que no necesitamos de un agente externo para alcanzar este estado de conciencia, porque todos tenemos la capacidad de acceder naturalmente a estados de conciencia diferentes. Cuando hacemos una relajación, estamos haciendo lo que decía Rachas. Estamos aflojando los lazos energéticos. Muchas personas que practican yoga, tienen experiencias espontáneas como visiones, imágenes de otras vidas o transportes a lugares distantes. Estas son manifestaciones de distintos niveles de desprendimiento psíquico.
La física cuántica nos explica que la expansión de la conciencia pasa por una modificación de tasas vibratorias que delimitan los diferentes niveles del ser, que accede así a otros universos que están simplemente situados en planos de conciencia diferentes, en otra banda de frecuencia. Cuando el pensamiento se concentra en la meditación, se convierte en un radar capaz de entrar en contacto con la conciencia del Universo.4
La mayoría de los autores habla de estados alterados de conciencia, de estados modificados o no ordinarios de conciencia. Personalmente, prefiero la expresión estado expandido de conciencia, ya que si hablamos de alteración o modificación seguimos atrapados en la idea de que no es algo normal o natural y, además, se trata de un concepto limitativo.
¿Cómo podemos definir el estado expandido de conciencia? Podemos decir que es un estado en el cual tenemos conciencia de lo que está ocurriendo en otra dimensión, en otro espacio-tiempo diferente de nuestra realidad física cotidiana, al mismo tiempo que conservamos la conciencia del aquí y ahora y del lugar donde estamos. Sería como tener conciencia de lo que está sucediendo en el planeta Marte, en este preciso instante, sin perder la conciencia de lo que está sucediendo aquí, en este momento, a mi alrededor. Sería como pasar de un universo a otro, sin perder la conciencia en ningún momento Por eso, es un estado expandido de conciencia. Porque no la estoy alterando, sino que simplemente estoy ampliando el campo de acción de mi conciencia.
El doctor Mario Percow, docente de farmacología, que atravesó por esta experiencia y la vivió intensamente, definió con sencillez este estado como un tiempo sin tiempo: “Es atravesar el tiempo, como si todo el tiempo fuese un registro instantáneo.” Se vivencia el espacio atemporal, un espacio-tiempo en el cual pocos minutos permiten vivenciar sucesos que en el plano físico llevarían años.
Ahora bien, en este estado expandido, pueden ocurrir todos los fenómenos que se dan en el sueño magnético, con la diferencia de que no es necesaria la acción de un magnetizador ni de ningún otro agente externo. Lo más importante de todo es que la persona no está sujeta la voluntad de nadie. El terapeuta acompaña y guía a la persona a través de su vivencia y trabaja las escenas que se presentan con sentido terapéutico, pero no interviene en la experiencia en sí misma El trabajo es exclusivo del paciente.
Hay otro detalle importante y es que no se necesita provocar el estado expandido, por la sencilla razón de que el estado expandido de conciencia se produce como consecuencia de la regresión. Recuerden que Netherton descubrió que el trance se desarrolla como consecuencia de la regresión. De la misma manera, durante la regresión, la persona va expandiendo su conciencia a medida que va progresando en ésta. Esto no quiere decir que todos lo logren. Hay distintos niveles, que dependen de la entrega y del compromiso individual en cada caso.
La vivencia de la regresión se asemeja a la experiencia del estado místico. El ego trasciende los límites del cuerpo y, súbitamente, se convierte en uno solo con todo lo que ha existido. Maurice Bucke llamó a esto conciencia cósmica y Stanislav Grof la llama conciencia transpersonal. Cuando se llega a este punto, la regresión es sólo una de las cosas que pueden ocurrir. Alcanzado este nivel de conciencia, la persona puede tener contactos con seres de otras dimensiones, puede recibir enseñanzas o mensajes de maestros espirituales, puede conectarse con todo el universo y, lo más trascendente de todo, es que puede alcanzar la reunificación con su yo superior, integrando todos sus niveles de conciencia. La regresión facilita este proceso y, resuelto el problema que originó la consulta, el fin último es que la persona alcance el estado de unificación con su conciencia superior.
Yo no tengo ninguna duda de esto, porque he tenido testimonios incontestables en mi consultorio. Y lo coincidente es que generalmente ocurren hacia el final de la regresión. En varias oportunidades, distintas personas me dijeron que estaban fuera de su cuerpo y que me veían desde el techo. Esto siempre ocurrió espontáneamente, sin buscarlo y como consecuencia de la regresión.
Una de las experiencias más notables fue la de Beatriz, una médica que durante su entrenamiento como terapeuta se desprendió de su cuerpo. La sesión la estaba conduciendo otro profesional, también en entrenamiento, mientras yo supervisaba su trabajo. La regresión ya estaba llegando a su fin, cuando de pronto Beatriz dijo:
—José Luis, te estoy mirando desde el techo.
Yo miré hacia arriba y la saludé con la mano. Ella estaba con los ojos cerrados, sin embargo se sonrió con mi ocurrencia. Y entonces habló así:
—José Luis, esto es increíble. Estoy viendo dentro de tu cuerpo. ¿Sabes cuál es tu problema? Tenés una inflamación del esfínter de Oddi. Eso es lo que te pasa. Y a tu lado hay un maestro que está trabajando con vos. Hay un rayo de luz que entra por tu cabeza y que recorre tu interior.
La verdad es que Beatriz deseaba seguir un buen rato en ese estado. Me sorprendí con su diagnóstico, porque por aquella época yo tenía un malestar digestivo, cuya sintomatología coincidía con lo que había dicho Beatriz.
De todos modos lo importante aquí es lo que vivenció Beatriz, que es lo mismo que sucede durante el sueño magnético, con la diferencia de que Beatriz estaba consciente en todo momento y no dependía de la voluntad de nadie.
Todo esto no es una fantasía, porque la física cuántica nos demuestra claramente que esto es posible. No sé mucho de física, pero puedo explicarles en unas líneas cómo lo entendí yo mismo.
En 1935, en la Universidad de Princeton, Einstein, Podolsky y Rosen, intentando refutar la teoría cuántica, terminan confirmándola y describen lo que se llamó Efecto EPR por sus iniciales:
Dos partículas, separadas por un cuasi-espacio, se encuentran en comunicación de manera inexplicable.
Un cuasi-espacio es un espacio tal que no hay tiempo suficiente entre las partículas para que una señal luminosa las conecte. Por lo tanto, debe haber una conexión cuántica entre ellas y esto implica que la información debería ser comunicada a velocidades superiores a la de la luz.
En 1964, Bell perfecciona esta teoría con su teorema:
Cuando dos partículas gemelas separadas se alejan una de otra a la velocidad de la luz, un cambio provocado en una de ellas producirá un cambio simultáneo en la otra.
Como si una información pudiese circular entre ellas a velocidad supralumínica. Posteriormente, Gary Zukav, otro físico, dice que una de las consecuencias del teorema de Bell es que las distintas partes del universo estarían a nivel más profundo y más fundamental relacionadas entre ellas de manera íntima e inmediata.
En 1975, Jack Scarfati llega a la conclusión de que las partículas están conectadas íntimamente de una manera que trasciende el tiempo y el espacio. Quien desee profundizar en el tema, puede leer el famoso libro de Fritjof Capra, El Tao de la física.
Para nosotros, esto es suficiente. Si todas las partículas están conectadas íntimamente más allá del tiempo y del espacio, esto quiere decir que tenemos la capacidad de conectarnos al instante con todo el universo, sólo que todavía no sabemos cómo hacerlo. El estado expandido de conciencia sería una forma de lograrlo, porque en ese estado nos movemos en un espacio-tiempo diferente, donde estamos fuera de las limitaciones de la velocidad de la luz o del tiempo lineal. Entonces, como decía León Denis, el espíritu puede remontarse hasta la causa de las causas, hasta la inteligencia divina, para quien el pasado, el presente y el futuro se confunden en un todo.
1 La curación por el espíritu, Stefan Zweig, Anaconda, Buenos Aires, 1945.
2 El arte de magnetizar, David Perry, Kier, Buenos Aires, 1978.
3 En lo invisible, León Denis, Edicomunicación, Barcelona, 1987. Publicado por primera vez en 1903.
4 Patrick Drut, op. cit.