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4 Planificación, organización y evaluación del proceso de entrenamiento

Para optimizar el proceso de entrenamiento no basta con respetar los principios del entrenamiento; necesitamos además una planificación a largo plazo, una configuración detallada y una evaluación exhaustiva del entrenamiento.

Definición

Starischka (1988, 7) define de la siguiente forma la noción de planificación del entrenamiento y la orientación de los contenidos:

“La planificación del entrenamiento es un procedimiento destinado a conseguir un objetivo de entrenamiento, que tiene en cuenta el estado de rendimiento individual y se inscribe en un proceso de entrenamiento a largo plazo, previsor, sistemático y orientado en función de las experiencias prácticas del entrenamiento y de los avances en la ciencia del deporte.”

Las características más importantes de la planificación del entrenamiento son su adaptación continua, su organización en fases temporales y la periodización de la carga deportiva.

Tipos de planes de entrenamiento

Los planes de entrenamiento son una directriz de entrenamiento vinculante elaborada para organizar el entrenamiento de uno o varios deportistas, o bien de un equipo definido, durante un período de tiempo establecido.

Como muestra la figura 14, cabe distinguir varios tipos de planes de entrenamiento en función del grupo humano al que vayan destinados y del período de tiempo.

La elaboración de los diferentes planes de entrenamiento da como resultado una concepción del entrenamiento o bien un plan marco, de grupo, individual, plurianual, anual, de macrociclos o de sesiones de entrenamiento (cf. Thiess/Schnabel/Baumann, 1980, 237; Starischka 1988, 11).

Concepción del entrenamiento

La concepción del entrenamiento es una orientación básica para la dirección, planificación y configuración del entrenamiento, y sus contenidos son planteamientos claros y concretos de los objetivos y de las tareas, así como vías de solución que se han de adoptar para convertir en realidad los objetivos y las tareas.

Plan marco del entrenamiento

Por plan marco del entrenamiento entendemos las directrices de tipo general, basadas en la concepción del entrenamiento de una especialidad determinada y destinadas a configurar el proceso de entrenamiento para grupos de deportistas definidos (cf. Starischka, 1988, 12). Estas directrices incluyen las tareas esenciales de un año de entrenamiento y la preparación concreta del punto álgido o de los puntos álgidos del año (cf. Thiess/Schnabel/Baumann, 1980, 180).

Plan de entrenamiento en grupo

El plan de entrenamiento en grupo es una directriz de trabajo derivada del plan marco del entrenamiento y destinada a configurar el entrenamiento para grupos de deportistas con objetivos y nivel de partida más o menos similares. Se utiliza sobre todo en el deporte infantil y juvenil y en los juegos deportivos (cf. Thiess/Schnabel/Baumann, 1980, 99).


Figura 14. Tipos de planes de entrenamiento (según Starischka, 1988, 11).

El plan de entrenamiento en grupo incluye:

•indicaciones sobre su ámbito de validez (grupo de entrenamiento, equipo) y sobre su período de vigencia;

•objetivos para determinados puntos álgidos de la competición;

•objetivos intermedios que se deberían conseguir después de efectuado un determinado número de sesiones de entrenamiento o de controles de rendimiento;

•indicaciones sobre la periodización del entrenamiento (v. pág. 57 s.);

•aspectos clave de la formación deportiva (especificación de los ámbitos de carga y de intensidad);

•principales herramientas de entrenamiento (directrices de contenido, método y organización).

Plan de entrenamiento individual

El plan de entrenamiento individual incluye todas las disposiciones básicas para que cada deportista consiga rendimientos óptimos. Se planifican sobre todo los objetivos, tareas, contenidos, medios, métodos, medidas organizativas del entrenamiento, controles y competiciones (cf. Thiess/Schnabel/Baumann, 1980, 237).

Plan de entrenamiento plurianual

El plan de entrenamiento plurianual –se denomina también plan de etapas de entrenamiento– es una estructura de planes cuyo fin es la organización a largo plazo del entrenamiento del deportista. La organización abarca los siguientes niveles o etapas: entrenamiento de base, entrenamiento de profundización y entrenamiento de alto rendimiento (Starischka, 1988, 15; v. pág. 56).

Plan de entrenamiento anual

El plan de entrenamiento anual nos informa sobre el modo de configurar el proceso de entrenamiento anual del deportista o del grupo. Es, por tanto, una concreción del plan plurianual para el año en cuestión e incluye:

•los diferentes objetivos de entrenamiento e intereses principales en el transcurso del año;

•planificación de la carga (v. periodización, pág. 57);

•la planificación del diagnóstico del rendimiento (v. pág. 48);

•la planificación de la competición, incluyendo las competiciones de profundización, de preparación y de prueba;

•la planificación del proceso de evaluación (cf. Starischka, 1988, 17).

Plan del macrociclo

El plan del macrociclo sirve para configurar a medio plazo, esto es, a varias semanas vista, secciones del proceso de entrenamiento, con el objetivo de trabajar fases definidas del desarrollo o asentamiento de la forma deportiva hasta llegar a la forma máxima (cf. Starischka, 1988, 20; Egger, 1992, 31).

Plan de entrenamiento semanal

El plan de entrenamiento semanal –llamado también microciclo (v. pág. 58)– informa sobre la configuración de sesiones de entrenamiento de varios días, llegando hasta una semana. Su contenido es, por una parte, la estructura de la carga de entrenamiento en el transcurso de la semana y, por otra, la secuencia y la variación de las tareas principales dentro de las sesiones de entrenamiento. Así pues, muestra los días en los que están previstas cargas intensas o reducidas y el orden de sucesión en que se aplican los métodos y los contenidos de entrenamiento.

Plan de la sesión de entrenamiento

El plan de la sesión de entrenamiento contiene instrucciones concretas para configurar dicha sesión y describe los diferentes objetivos de carga y los métodos, contenido y herramientas que se necesitan para su puesta en práctica. Nos informa sobre la configuración del programa de calentamiento, de la parte principal de la sesión y de la conclusión del entrenamiento, por ejemplo, con carreras de relajación u otras medidas que favorezcan la recuperación.

Elaboración de planes de entrenamiento*

Al elaborar los planes de entrenamiento interesa formular objetivos concretos y mostrar los correspondientes modos de solución. Se recomienda el procedimiento siguiente:

•Determinar el tiempo de vigencia del plan, los objetivos formativos y pedagógicos, así como los puntos básicos del contenido.

•Para cada período de la planificación (pretemporada, período de competición y período de transición) se deben determinar los objetivos parciales y las tareas, así como el porcentaje de cada componente del entrenamiento.

•Para la resolución de cada tarea se deben planificar los contenidos, medios y métodos de entrenamiento.

•Se han de determinar las fechas para las competiciones (elaboración de un calendario de competición) y los controles de rendimiento

Organización de una sesión de entrenamiento**

La sesión de entrenamiento es la unidad mínima dentro del proceso global del entrenamiento y forma una totalidad cerrada desde el punto de vista del contenido, del tiempo y de la organización. En ella se desarrollan, dependiendo de la modalidad en cuestión, los componentes de rendimiento físico, las destrezas de la técnica deportiva, las destrezas tácticas y técnico-tácticas y las actitudes y comportamientos de los deportistas.

La práctica del entrenamiento ha demostrado la conveniencia de dividir la sesión de entrenamiento en una parte preparatoria, una parte principal y una parte final (tabla 2). La parte principal suele subdividirse a su vez, dependiendo de los objetivos planteados (cf. también Grosser y cols., 1986, 77). Importante: las partes preparatoria y final dependen en gran medida, en cuanto a su contenido, de la organización de la parte principal.

Parte preparatoria

Por preparación entendemos la actitud óptima del deportista ante las exigencias de la sesión de entrenamiento, que se crea con la ayuda de un acondicionamiento psicológico y pedagógico del comportamiento y con una carga física previa. Una actitud positiva, consciente, frente a las tareas refuerza el efecto del entrenamiento (Harre, 1979, 250).

La parte preparatoria incluye el planteamiento de las siguientes tareas:

•Crear una disposición óptima ante el entrenamiento (transmitiendo una orientación básica, justificando las exigencias y manteniendo una actitud psíquica adecuada a la situación).


Tabla 2. Transcurso posible de una sesión de entrenamiento (de Colectivo de autores, 1982, 74)

•Concentrarse en la carga previa psíquica que se va a realizar y en la tarea principal que se quiere solucionar.

•Conseguir una elasticidad muscular óptima mediante ejercicios de relajación y de estiramiento.

•Calentamiento y estimulación inicial.

•Familiarizarse con las secuencias motoras específicas y conseguir una capacidad de reacción óptima.

Distinguimos entre una preparación física general y una específica; la primera antecede siempre a la segunda.

Cualquier programa de preparación debería incluir, en su parte general, ejercicios de carrera ligeros, ejercicios gimnásticos de relajación y estiramiento, y juegos con balones.

Importante: se deben elegir ejercicios sencillos y conocidos, con el fin de evitar interrupciones indeseadas y perjudiciales para el calentamiento, moviendo al mismo tiempo a todos los deportistas. El aumento de la carga debe ser progresivo para prevenir las lesiones. En la parte específica, los deportistas se preparan para la primera tarea de la parte principal con ayuda de ejercicios cada vez más específicos. La duración de la preparación depende de la modalidad deportiva, la temperatura externa, la tarea principal, etc; debería ocupar un tiempo de 15 a 30 minutos.

Parte principal

La parte principal de la sesión de entrenamiento incluye tareas pensadas para el desarrollo o la consolidación de la capacidad de rendimiento deportivo. Las tareas consisten principalmente en trabajo técnico, táctico y de condición física, sin descuidar el fomento de rasgos de la personalidad que sirvan para optimizar el rendimiento.

Si en una sesión de entrenamiento se trabajan varias tareas, se deberá tener en cuenta el principio de la sucesión correcta de las cargas (v. pág. 28). La duración de la parte principal debería situarse entre 45 y 60 minutos.

Parte final

En la parte final deben iniciarse y acelerarse los posteriores procesos de recuperación y regeneración. Así pues, el epílogo incluye el planteamiento de las siguientes tareas:

•Reducir progresivamente la carga con ejercicios de relajación y distensión de los músculos, y disminuir la carga nerviosa reduciendo la concentración.

•Reconducir de forma activa el sistema cardiovascular y el metabolismo hasta alcanzar valores anteriores a la carga (p. ej., con carreras suaves).

•Conclusión del trabajo dentro de una atmósfera animada, intentando que la actitud ante la próxima sesión de entrenamiento sea positiva.

Elaboración posterior y evaluación del entrenamiento

Distinguimos entre una evaluación posterior inmediata y una diferida. En la evaluación posterior inmediata se valora el efecto de una única sesión de entrenamiento. En la evaluación posterior diferida se analiza la suma de todas las sesiones pertenecientes a un bloque de trabajo (período o año de entrenamiento), en función de su efecto global y complejo. La combinación de valoración momentánea y diferida, esto es, detallada y compleja, reviste una especial importancia, pues el efecto de las diferentes sesiones o bloques de entrenamiento no se suele reconocer y evaluar de forma inmediata, sino después de un cierto tiempo.

Las medidas de entrenamiento planteadas se describen de forma objetiva en el marco de la documentación del entrenamiento (cf. Carl, cit. en Röthig, 1992, 527).

La elaboración posterior inmediata y diferida del entrenamiento arroja luz sobre las siguientes cuestiones (cf. Stiehler, 1976, 444):

•¿Se han conseguido los objetivos planteados para la sesión o el bloque de entrenamiento?

•¿Eran los objetivos planteados adecuados para la composición y para el estado de rendimiento del grupo de deportistas?

•¿Se tuvieron en cuenta las condiciones de entrenamiento locales, y se aprovecharon suficientemente?

•¿Resultó adecuada la elección de los ejercicios?

•¿Se midió correctamente el volumen de los ejercicios y la intensidad de su realización?

•¿Se mantuvo la secuencia temporal planificada y el énfasis sobre contenidos determinados?

•¿Se eligió correctamente la relación entre carga y recuperación?

Las respuestas a estas preguntas, o a otras comparables, son un punto de apoyo para la planificación del entrenamiento a corto o a largo plazo. Si la evaluación del entrenamiento no se efectúa, o se hace de forma incompleta o sin el cuidado necesario, el proceso de entrenamiento no se podrá dirigir de forma selectiva ni corregir en una medida suficiente.

La problemática de la elaboración posterior y la evaluación del entrenamiento nos lleva a un punto central de la moderna metodología del entrenamiento, concretamente a la organización del entrenamiento (v. capítulo siguiente).

*Cf. Colectivo de autores, 1982, 73.

**Cf. Harre, 1979, 250 s.

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