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11 Búsqueda y promoción de talentos en las edades infantil y juvenil

Definición

En los diversos intentos por definir el concepto “talento”, se suele distinguir entre un enfoque estático y otro dinámico.

El concepto estático del talento incluye como rasgos característicos los siguientes cuatro conceptos (Joch, 1992, 83):

•condiciones, que hacen hincapié en las capacidades;

•disposición, que destaca la voluntad;

•entorno social, que determina las posibilidades, y

•resultados, que documentan los rendimientos realmente conseguidos.

En la visión dinámica del talento, éste no se “estructura” a no ser en el transcurso de un proceso activo y dirigido hacia un objetivo (“especificación”), y este proceso es una trasformación que abarca la personalidad en su conjunto (cf. Mühle, 1971, 93; Joch, 1992, 87).

El concepto dinámico del talento incluye, pues, tres rasgos característicos principales, a saber:

•el proceso de cambio activo;

•la regulación mediante el entrenamiento y la competición, y

•el acompañamiento pedagógico.

Así pues, el concepto dinámico del talento se puede describir de la forma siguiente, centrándonos en el aspecto del desarrollo y siguiendo a Joch (1992, 87):

“El desarrollo del talento es un proceso de cambio activo, acompañado de una pedagogía y regulado de forma selectiva por el entrenamiento, y constituye la base de un nivel de rendimiento (deportivo) elevado que se podrá conseguir posteriormente.”

Basándose en estos intentos de definición estática y dinámica, Joch (1992, 90) define el talento de la manera siguiente:

Tiene talento, o es un talento, aquella persona que, sobre la base de sus condiciones, su disposición para el rendimiento y las posibilidades de su entorno vital real, consigue resultados de rendimiento superiores al promedio de su edad y susceptibles de desarrollarse (a ser posible, además, acreditados en competición); dichos resultados son producto de un proceso de cambio activo, acompañado de una pedagogía, regulado de forma selectiva por el entrenamiento y orientado con perseverancia hacia un nivel de rendimiento (deportivo) elevado que se conseguirá posteriormente.

Esta definición integradora del talento que plantea Joch nos parece más acertada que los diferentes enfoques estáticos o dinámicos actualmente en curso.

Así pues, por talento deportivo entendemos la totalidad de las condiciones del niño o del joven que le habilitan para conseguir y desarrollar rendimientos deportivos. El nivel y las posibilidades de desarrollo de estas condiciones de rendimiento están determinados por las predisposiciones y por el proceso de la actividad. Así pues, la aptitud se ha de entender como un resultado de la confrontación activa de la personalidad con el entorno (cf. Thiess/Schnabel/Baumann, 1980, 63).

Según Ulbrich (1974, 285), el 6 % aproximadamente de todas las personas, dentro de una distribución normal en la población, presenta un valor elevado, por encima del promedio, de algún rasgo característico.

De acuerdo con los estudios de Joch (1992, 206), los talentos múltiples aparecen sólo en un 3 % dentro de un colectivo considerado como grupo de talento.

Así pues, un talento deportivo en una disciplina individual, y en mucho mayor medida un talento deportivo con varias cualidades destacadas, supone una variante extrema en la distribución de rasgos característicos relevantes para el deporte (cf. Ulbrich, 1973, 374).

Búsqueda de talentos

La expresión búsqueda de talentos se utiliza en el sentido de selección de talentos deportivos para su promoción, efectuada por diferentes instituciones en diferentes niveles (cf. Rothig, 1983, 314).

Selección de talentos

Por selección entendemos la decisión sobre la formación y el ingreso en la competición de un deportista en una determinada modalidad o disciplina, en un determinado momento y durante un determinado período (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 45).

La calificación de aptitud y la decisión de seleccionar constituyen una unidad.

Promoción de talentos

Por promoción del talento entendemos una serie de medidas selectivas para el desarrollo de las capacidades y destrezas específicas de una modalidad, sobre todo en deportistas jóvenes y dotados (cf. Rothig, 1983, 313).

Métodos para la promoción de talentos

Existen, según Joch (1992, 64), métodos muy diferentes para promocionar a jóvenes talentos:

•“Dejar crecer”

El juego en la calle se considera la reserva de talentos propiamente dicha, por ejemplo, en fútbol, baloncesto o voleibol; el natural encuentro diario con las condiciones ambientales de nieve y hielo se considera la mejor cantera en modalidades como patinaje y hockey sobre hielo; en estos planteamientos subyace la idea básica del “dejar crecer” (cf. Joch, 1992, 65). En el juego, los niños y jóvenes perfeccionan sus capacidades específicas de la modalidad de una manera a veces increíble: pensemos, por ejemplo, en los jóvenes virtuosos del monopatín y similares.

•“Reducción de los grados de libertad”

Como ejemplo se cita aquí el principio, aplicado a menudo en los países del antiguo bloque socialista, del inicio lo más temprano posible y de la carga máxima posible.

Mocker (1988, 79/80) justifica de la manera siguiente esta reducción de los grados de libertad:

“Un inicio lo más temprano posible debería provocar que el desarrollo biológico se asociara (y no precediera) a una carga elevada, con lo cual una capacidad de carga elevada durante toda la vida de rendimiento deportivo se convertiría en un hecho natural, incluso en una necesidad (“impronta” del deporte de rendimiento); asimismo, debería favorecer un aumento prolongado del volumen de entrenamiento y, partiendo de éste, de la intensidad (que implica riesgo de lesiones y consumo de sustancias); supondría también aprovechar la “mejor edad de aprendizaje motor” para la adquisición de técnicas complejas específicas (!) de la modalidad (especialización temprana), y aprovechar la desinhibición infantil para el aprendizaje de dificultades pronunciadas (p. ej., en gimnasia, salto de trampolín, etc.).”

•“Multilateralidad intencional”

Con esta expresión nos referimos al intento de desarrollar el rendimiento deportivo partiendo desde la actividad multilateral (v. el tratamiento específico del tema en pág. 579) y llegando a la especialización, desde la formación general amplia hasta los contenidos de entrenamiento específicos (cf. Thiess, 1976, 515).

El camino hacia el éxito se encuentra necesariamente en una mezcla óptima de estos planteamientos sobre la promoción de talentos.

Tesis sobre la promoción de talentos

Basándose en un largo período de estudios, Joch (1992, 317-327) resume la problemática de la promoción de talentos en 21 tesis, que presentamos seguidamente en una formulación lo más concisa posible:

1.La noción principal en el tema del talento es la promoción de talentos. “La búsqueda, el reconocimiento, la selección y la conservación de talentos son conceptos que sólo adquieren su validez especial, su significado y su eficacia práctica asociados con el aspecto de la promoción” (Joch, 1992, 317).

2.El reconocimiento de talentos es un proceso dinámico que se plasma en el entrenamiento. “Los talentos se reconocen en el entrenamiento sistemático y por lo general no se encuentran a través de procedimientos diagnósticos –tests u observaciones– realizados una única vez, ni se reclutan a través del sistema de competición por equipos cuando dicha competición se utiliza como instrumento único de diagnóstico” (Joch, 1992, 317).

3.El carácter de pronóstico inherente al tema del talento se resume en la idea de que la prioridad corresponde al rendimiento final posible, no al rendimiento inicial (juvenil).

La relación entre ambos –el rendimiento final y el iniciales menos estrecha de lo que comúnmente se supone (Joch, 1992, 318).

En este contexto hemos de señalar la escasa validez del test para registrar los talentos en las modalidades de esprint (v. pág. 422).

4.El entrenamiento es un componente irrenunciable de la promoción de talentos.

5.La promoción de talentos en el deporte tiene lugar dentro de un esquema de entrenamiento sistemático, a largo plazo y minucioso.

6.La promoción de talentos se basa en los principios y las regularidades del desarrollo.

“Los cambios ... no sólo se refieren al nivel de rendimiento motor y deportivo ... sino que abarcan los diferentes ámbitos de la personalidad –inteligencia, plano somático, motivación, entre otros– y por tanto la personalidad en su conjunto” (Joch, 1992, 320).

7.El desarrollo de talentos se encuentra en medio de un campo de fuerzas opuestas, en una disyuntiva entre el carácter abierto, por una parte, y la canalización, por otra.

“La canalización limita por una parte el abanico de las posibles direcciones de formación ...” Por otra parte, es “un requisito importante para que el desarrollo del rendimiento alcance el nivel necesario” (Joch, 1992, 321).

8.La definición completa del talento incluye un componente estático y otro dinámico (cf. pág. 111).

9.El marco referencial teórico en el tema del talento es un modelo de motricidad orientado hacia la personalidad.

10.La promoción del talento es también un proceso de selección.

11.El desarrollo de talentos deportivos se caracteriza por un tejido de relaciones de dependencia entre un gran número de características motoras, físicas, psíquicas y sociales, cuya eficacia sólo se maximiza en el sentido de la perspectiva final (objetivos) de la promoción de talentos.

12.El talento (deportivo) es una materia prima importante a nivel social. La socialización y las normas sociales determinan el proceso de promoción y desarrollo de talentos.

13.La fluctuación en la promoción de talentos se encuentra en relación lógica y objetiva con los procesos de selección, por una parte, y con el nivel de limitación de los grados de libertad dentro del proceso de desarrollo del rendimiento a largo plazo, por otra.

14.La edad para el inicio del entrenamiento en el contexto de la selección de talentos está en función de las exigencias objetivas de cada modalidad y de las particularidades del entrenamiento en cada edad.

“El inicio temprano del entrenamiento no significa especialización temprana. La especialización temprana no tiene el carácter de cimentación que tiene el entrenamiento, imprescindible para la promoción de talentos” (Joch, 1992, 324).

15.Como entrenador especializado en promoción de talentos sirven sobre todo aquellas personas con capacidad de enriquecimiento (enrichment).

“El entrenamiento de promoción de talentos se caracteriza por el enriquecimiento de las exigencias de rendimiento durante el proceso de aprendizaje y entrenamiento de talentos deportivos, lo cual supone aportar al proceso formativo los siguientes instrumentos pedagógicos: multilateralidad, generalidad, variedad, exhaustividad, atractivo y amenidad” (Joch, 1992, 324).

16.El trabajo de entrenamiento para la promoción de talentos está determinado por el principio de unidad de lo general y lo especial.

17.En la promoción de talentos rige el principio de unidad de entrenamiento y competición: los principios del entrenamiento se reflejan en la competición y las exigencias de la competición determinan el contenido, el volumen y la intensidad del entrenamiento.

18.La colaboración entre escuela y sociedad deportiva en el ámbito de la promoción de talentos puede ser lógica y deseable si no se cuestionan los objetivos del deporte de rendimiento ni se restringe la etapa inicial de las medidas de promoción de talentos, esto es, el entrenamiento básico motor.

19.La promoción de talentos no es un mecanismo con una intención primordialmente pedagógica; no obstante, debería incluir un acompañamiento de medidas pedagógicas, pues el grupo humano al que va dirigida está formado por niños y jóvenes.

20.Aparentemente no existe un perfil unitario de los individuos altamente dotados; se observa una gran riqueza de variedades, pero también un considerable predominio de la motivación por el rendimiento, disposición a la fatiga y un nivel de exigencia generalmente elevado.

21.El desarrollo de talentos en el deporte está subordinado a un objetivo –el mayor rendimiento posible del individuo– y se encuentra en un campo de fuerzas opuestas cuyos polos son, por una parte, la preparación continua a largo plazo, con un entrenamiento planificado y sistemático, y por otra parte, la espontaneidad, el azar y la improvisación.”

Importancia de la búsqueda de talentos y la determinación de aptitudes

La selección de talentos deportivos debe hacerse de forma correcta y a su debido tiempo, pues los rendimientos deportivos máximos en términos absolutos sólo se consiguen con una preparación sistemática y a largo plazo, que puede necesitar un período de tiempo de 6 a 10 años (cf. DSB, 1973, 7). Esto significa que antes de la edad de máximo rendimiento debe delimitarse el período de entrenamiento correspondiente a la disciplina deportiva (tabla 13), para conseguir la capacidad de rendimiento óptima en el momento correcto.


Tabla 13. Las zonas de edad en diferentes modalidades y disciplinas atléticas (Lempart, citado en Adolph, 1979, 17)

Factores de la búsqueda de talentos y la determinación de aptitudes

En la búsqueda de talentos debe tenerse en cuenta varios condicionantes o factores de rendimiento que ejercen una influencia sobre el talento deportivo (cf. Hahn, 1982, 85):

Condiciones antropométricas como estatura, peso, constitución corporal, proporciones, situación del centro de gravedad del cuerpo.

Características físicas como resistencia aeróbica y anaeróbica, fuerza estática y dinámica, velocidad de reacción y de acción, flexibilidad y otras.

Condiciones técnico-motoras relacionadas con la capacidad de equilibrio, sensación del espacio, de la distancia, de la velocidad, del balón, del agua, de la nieve, etc., capacidad de expresión, musicalidad y capacidades rítmicas.

Capacidad de aprendizaje, reflejada en dotes de comprensión, capacidades de observación y de análisis.

Disposición al rendimiento, con cualidades como disposición a la fatiga, tenacidad, constancia en el entrenamiento, tolerancia ante la frustración.

Capacidades cognitivas como concentración, inteligencia motora (p. ej., inteligencia de juego), creatividad, capacidades tácticas.

Factores afectivos como estabilidad psíquica, disposición a la competición, aguante en la competición y capacidad para dominar la tensión.

Factores sociales como asunción de papeles, espíritu de servir al equipo, etc.

El problema de los dictámenes de pronóstico acerca de un “talento” radica en la estabilidad de las características observadas. La cuestión de la estabilidad de las características humanas en el transcurso del desarrollo del niño y el joven ocupa, por tanto, un lugar fundamental en la búsqueda de talentos con rigor científico (cf. Zaciorski y cols., 1974, 240). Sin embargo, éste es el problema que sigue sin resolverse. Como constatan Hommel/Schwanbeck/Steinbach (1977, 1831) –y en torno a esta apreciación apenas se han producido cambios esenciales–, la ciencia del deporte carece casi por completo de criterios “que permitan seleccionar ejercicios de test desde el punto de vista del desarrollo positivo del rendimiento”.

Proceso de selección y formación de talentos en el deporte

Como se puede ver en la figura 57, dependiendo del nivel de partida y la etapa de entrenamiento, se plantean diferentes criterios de selección.

Sobre la selección de niños y jóvenes entre la población no entrenada

A partir de la edad de alto rendimiento se distinguen, en cada una de las modalidades (cf. Harre, 1979, 24; v. pág. 123), una serie de etapas de edad en relación con el inicio del entrenamiento. Al margen de esto, la primera actuación selectiva se suele centrar en el ámbito de los individuos no entrenados. Así, la primera selección se efectúa ya durante la clase de educación física o en la actividad deportiva extraescolar. El propósito sería ganar para un entrenamiento regular sobre todo a aquellos chicos y chicas que destacan por un nivel superior al promedio en las condiciones de rendimiento o en los rendimientos especialmente relevantes para la modalidad o el grupo de modalidades en cuestión (perfil de exigencia de la modalidad), o bien a aquellos que llaman la atención por una actividad superior al promedio en la clase de educación física y en el deporte extraescolar (intereses y necesidades) (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 45).

Para la selección de niños y jóvenes en el ámbito de los individuos no entrenados, la valoración no se suele basar en rendimientos propios de la modalidad, sino en los que reflejan, por una parte, el estado de rendimiento deportivo general del alumno y, por otra, determinadas condiciones de rendimiento específicas de la modalidad.

La observación y la selección tienen lugar mediante varios exámenes, que constituyen una unidad y tienen como objetivo asegurar un proceso de observación eficaz y una selección fundamentada (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 47).

Un proceso de observación eficaz supone que, dentro de un esfuerzo sostenible en términos económicos, se somete a observación al mayor número posible de niños o jóvenes.

Al primer examen de aptitud del niño siguen otros exámenes, que se pueden efectuar en el momento de iniciarse el entrenamiento y en el posterior transcurso de éste.

La decisión fundamentada de selección significa elaborar, con herramientas y métodos cada vez más específicos de la modalidad, y por tanto cada vez más costosos, un dictamen de aptitud y efectuar una selección entre el primer examen y el inicio del entrenamiento regular.

La tabla 14 presenta esquemáticamente los contenidos de las selecciones previa, intermedia y final, tomando como ejemplos las modalidades de gimnasia de aparatos, atletismo, natación, los juegos deportivos y las modalidades de lucha.


Figura 57. El proceso de la selección y la formación en el deporte (de Hofmann/Schneider, 1985, 46).

Hemos de tener en cuenta que el entrenamiento de principiantes trata de formar y examinar condiciones básicas variadas para el desarrollo del rendimiento a largo plazo en una modalidad. Esto significa que tanto el dictamen de aptitud como la formación deportiva se basan en el perfil de exigencias de la modalidad.

Sobre la selección después de un entrenamiento variado y orientado hacia la modalidad

En esta etapa, la formación escolar y el entrenamiento discurren en paralelo. En ocasiones el choque de intereses es inevitable, incluso cuando una parte de los alumnos admitidos en un programa de deporte de rendimiento se aloja en los llamados internados deportivos.

El dictamen de aptitud tiene que enfocarse en el momento oportuno hacia el proceso de desarrollo del joven deportista en las cualidades determinantes para el rendimiento, cuya formación es el aspecto principal del entrenamiento; debe analizar dichas cualidades y extraer de ellas conclusiones acerca del grado de aptitud.

La continuación de la carrera en el deporte de rendimiento presupone unos rendimientos escolares suficientes y unas determinadas características de la personalidad.

Sobre la selección para el entrenamiento de alto rendimiento

El criterio de selección cada vez más dominante en esta etapa es el rendimiento de competición, pues refleja la capacidad de rendimiento de la personalidad en su conjunto y documenta los resultados individuales en el marco de un perfil de exigencias específicas (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 46).

El rendimiento de competición es, incluso en el ámbito del alto rendimiento, la magnitud orientativa principal en cualquier momento de la formación del deportista.

Fundamentos de la búsqueda de talentos y del dictamen de aptitud

La aptitud efectiva de una persona en un momento dado no está determinada desde el nacimiento. La aptitud se desarrolla, sobre la base de unas condiciones anatomofisiológicas genéticamente condicionadas, en el proceso de la actividad y sólo se puede reconocer a través de la actividad (Hofmann/Schneider, 1985, 49).

Así pues, los dictámenes de aptitud no son un resultado rígido e inmutable. Al comienzo de un entrenamiento de rendimiento, hasta que no se llegue a la edad de alto rendimiento, la aptitud de un deportista no se puede determinar con un grado suficiente de seguridad.

Los dictámenes de aptitud se refieren a actividades específicas y van unidos a la valoración de un gran número de capacidades, destrezas, conocimientos, motivaciones e intereses (Hofmann/Schneider, 1985, 49).

Los dictámenes de aptitud incluyen, pues, una evaluación resumida de muchos dictámenes aislados.

Selección previaSelección intermediaSelección final
Características generales
Encuesta, observación o evaluación de datos generales de los niños:•Estado de salud general•Rendimientos escolares•Condiciones sociales e intereses•Exigencias generales de la modalidad respecto a la constitución corporal•Capacidad general de rendimiento motor (rendimientos de la clase de educación física)Revisión deportiva única:•Exigencias detalladas de la modalidad respecto a la constitución corporal•Capacidad de rendimiento motor enfocada hacia la modalidad (pruebas motoras con exigencias variadas)Ejercicio repetido durante un tiempo breve (entrenamiento de test) Rendimientos y formas de comportamiento en una breve sucesión de ejercicios:•Capacidad de rendimiento general y específica de la modalidad•Evaluación de la personalidad global
Gimnasia de aparatos
•Pequeño y relativamente poco peso, delgado; hombros más anchos que la cadera; si hay piernas en X o en O, la desviación no debe ser acentuada•Evaluación de la coordinación motora general y de la fuerza•Evaluación de la impresión estética global•Coordinación motora (rendimientos en carreras de obstáculos)•Condiciones de fuerza, de brazos, tronco, piernas (ejercicios de fuerza sencillos)•Motricidad global (rendimiento en juegos menores y competiciones de relevos)Programa breve para evaluar:•El comportamiento de aprendizaje motor (coordinación motora)•La fuerza y la velocidad de movimientos•La flexibilidadEvaluación de circunstancias como:•Actitud frente al ejercicio•Capacidad de concentración•Activación mental

Tabla 14. Continúa en la página siguiente

Selección previaSelección intermediaSelección final
Atletismo
•Buenas proporciones globales; en principio tamaños medios y grandes•Evaluación de la velocidad de carrera, fuerza de salto, resistencia y fuerza de brazos mediante los rendimientos atléticos registrados en la clase de educación física de la escuela (como carreras de 60 y 800 m, salto de longitud, triple salto, lanzamiento de balón, lanzamiento de peso)•Estatura corporal suficiente en deportistas preseleccionados para las disciplinas de salto, lanzamiento y pruebas múltiples (aunque en el entrenamiento de principiantes no se clasifica a los deportistas por grupos de una disciplina)•Velocidad de carrera (carrera de 60 m)•Fuerza (lanzamiento de peso)•Coordinación motora/fuerza rápida (lanzamiento de pelota de béisbol)•Fuerza de salto/fuerza rápida (triple salto)•Resistencia (carrera de 800 m)Examen profundo de las condiciones individuales de los niños preseleccionados para múltiples disciplinas atléticas utilizando•herramientas y métodos generales y específicos del entrenamiento de atletismo Evaluación de circunstancias como:•actitud ante el ejercicio•tolerancia ante la carga
Natación
•Niños grandes, relativamente delgados, extremidades largas; hombros anchos, pelvis delgada•Evaluación de la capacidad general de fuerza y de resistenciaValoración de la constitución corporal con la ayuda de rasgos como:•estatua grande•índice de Broca (peso = estatura - 100)•hombros anchos, pelvis delgada•extremidades largas, manos y pies grandes•poco tejido graso subcutáneoAprendizaje de la natación como tarea principalEvaluación:•de la capacidad de fuerza y resistencia•de la flexibilidad•del comportamiento de aprendizaje motor•de las condiciones de deslizamiento y natación en el agua Evaluación de circunstancias como:•disposición al esfuerzo•capacidad de asumir carga•actitud frente al ejercicio
Juegos deportivos
•Niños grandes o muy grandes (balonmano/ voleibol)•Evaluación de generalidades de la fuerza, la velocidad y la capacidad de juego•Estatura suficiente, también en relación con el peso (p. ej., voleibol)•Velocidad de carrera (entre 30 y 60 m)•Fuerza rápida (lanzamiento de pelota de béisbol)•Fuerza de salto (triple salto)•Coordinación motora (acciones del juego)Evaluación de la capacidad de juego en varios juegos (situación) Evaluación de circunstancias como:•disposición a participar•progreso del aprendizaje
Modalidades de lucha
•Clasificación en grupos de peso sobre la base de los rasgos de estatura y de masa corporal (cubrir todas las categorías de peso, y en esgrima elegir a partir de la estatura corporal media)•Valoración de la fuerza generalTener en cuenta la constitución física para la clasificación en grupos de peso•Fuerza rápida/fuerza del tronco•Flexibilidad•Coordinación motoraEvaluar el comportamiento del rendimiento y el progreso del aprendizaje en acciones típicas de la lucha entre dos Evaluación de circunstancias como:•disposición a asumir riesgos•disposición a participar

Tabla 14. Contenidos esenciales del proceso de selección para el inicio del entrenamiento, sobre varios ejemplos de modalidades o grupos de modalidades deportivas (de Hofmann/Schneider, 1985, 48) (continuación)


Figura 58. Cambios estructurales de la capacidad de rendimiento en el proceso de desarrollo del rendimiento a largo plazo; I, II, III = condiciones para el rendimiento deportivo (p. ej., condición física, técnica, táctica); A, B, C = momentos de la evaluación de aptitud y decisión de selección (de Hofmann/ Schneider, 1985, 50).

El diferente valor otorgado a estos dictámenes individuales suele complicar considerablemente el dictamen global.

Al comienzo de la actividad deportiva, la aptitud está determinada aún por un gran número de características. La posibilidad de compensación es aún muy elevada, esto es, rendimientos iguales se basan en combinaciones de características diferentes. Al avanzar la especialización, las exigencias de aptitud se vuelven más específicas; se orientan sobre todo hacia los parámetros más esenciales del rendimiento, propios de cada modalidad.

Los criterios de aptitud tienen que deducirse de la estructura del rendimiento máximo que se intenta conseguir con posterioridad (Hofmann/Schneider, 1985, 49).

Para elaborar criterios de aptitud se necesitan conocimientos sobre la estructura de los rendimientos deportivos y sobre su desarrollo, pues la estructura del rendimiento en el deporte juvenil no es la misma que en el ámbito de alto rendimiento. La figura 58 muestra la importancia de una serie de condiciones diferentes para conseguir rendimientos en el proceso a largo plazo.

El gráfico muestra que la valoración de aptitud en distintos momentos puede llevar a una estimación diferente o errónea de cada una de las condiciones de rendimiento. Sólo si conocemos la estructura del rendimiento máximo podremos deducir los perfiles de exigencia adecuados, y con ellos los objetivos intermedios y finales. En consecuencia el dictamen deberá incluir, durante todo el proceso de la valoración de aptitud (también en la fase de principiantes), elementos de la aptitud determinantes en la edad de alto rendimiento (tabla 15).

La valoración de la aptitud en la edad juvenil incluye el pronóstico de las probabilidades de éxito que se esperan en cada uno de los ámbitos de entrenamiento (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 50).

Para elaborar con éxito pronósticos de este tipo hay que tomar en consideración el estado de desarrollo (de rendimiento) existente en el momento del dictamen de aptitud y las demás posibilidades de desarrollo del deportista. La edad cronológica, la edad biológica (v. pág. 98), la edad de entrenamiento (v. pág. 121) y el volumen de entrenamiento alcanzado hasta el momento son en este aspecto factores importantes para evaluar correctamente los rendimientos y su potencial de desarrollo posterior.

En cualquier etapa del proceso de entrenamiento a largo plazo, la aptitud de un deportista se puede determinar con un grado de seguridad suficiente sólo para la etapa siguiente, pues cualquier etapa de entrenamiento crea las condiciones para la etapa siguiente (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 51).

Ámbito de alto rendimientoÁmbito juvenil
Tipo de constitución corporal•Datos mensurables (como estatura y masa corporal, anchura de hombros y pelvis)•Índices (como relación entre estatura y masa corporal, anchura de hombros y pelvis)
Expresión estética (p. ej., gimnasia de aparatos)•Expresión global de postura y figura
Dificultades técnicas máximas•Capacidad de aprendizaje motor•Comportamiento de aprendizaje motor•Capacidades coordinativas•Exigencias técnicas básicas en ejercicios de tipo sencillo y difícil
Técnicas específicas Disciplina específica Fuerza de salto•Condiciones básicas en forma de capacidades y rendimientos coordinativos y físicos•Formas más sencillas (salto de longitud con piernas juntas, triple salto sin carrera)•Saltos en la ejecución técnica exigida (ejecución de competición)
Táctica•Capacidad de activación mental•Saber y conocimientos (teoría de la modalidad deportiva)•Comportamiento del rendimiento adecuado a la situación, en situaciones comparables aunque relativamente sencillas
Capacidad de intensificación Actividad competitiva•Actitud frente al entrenamiento deportivo•Voluntad de rendimiento y tenacidad (características psíquicas de tipo básico y específico de la modalidad)•Comportamiento en competición

Tabla 15. Ejemplos de perfiles de exigencias para el ámbito juvenil a partir de las exigencias en el ámbito de alto rendimiento

El dictamen de aptitud y la selección son un proceso de validez universal, estrechamente vinculado con el desarrollo del deportista en el entrenamiento y la competición. Al avanzar el desarrollo, este proceso se va enfocando cada vez más hacia el diagnóstico de las exigencias específicas de la modalidad que necesitamos para obtener los rendimientos máximos.

El entrenamiento se ha de enfocar también hacia el reconocimiento de las aptitudes, lo que significa, entre otras cosas, que la variedad, como principio rector de la formación en el ámbito juvenil, sirve de principio de control y al mismo tiempo de criterio de determinación de aptitudes (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 51).

Los dictámenes de aptitud son dictámenes probabilísticos, cuya fiabilidad aumenta al avanzar el proceso de formación y la adquisición de conocimientos teórico-prácticos.

Los dictámenes de aptitud tienen que considerarse, según Hofmann/Schneider (1985, 51), desde el punto de vista de la probabilidad, y ello por dos razones: por una parte existen siempre factores no mensurables (condiciones individuales y sociales), que además suelen actuar sólo durante un período de tiempo determinado, y por otra parte, para confirmar el dictamen de aptitud deben intervenir los estímulos de desarrollo complejos del siguiente entrenamiento.

Problemas de la búsqueda y la promoción de talentos

La elaboración de un catálogo de características específicas de una modalidad es un requisito básico para dictaminar la presencia de un talento.

El catálogo existe en muy pocas modalidades. Pero ni siquiera la existencia de un catálogo perfecto resuelve automáticamente el problema del registro objetivo de estas características o complejos de características.

Las características de constitución física y de tipo social se pueden registrar de forma relativamente sencilla con la ayuda de mediciones y cuestionarios, aunque, por supuesto, los rendimientos escolares o bien otros factores del ámbito social pueden cambiar con rapidez (cf. Adolph, 1979, 11). El registro de las características físicas y psíquicas presenta dificultades sustancialmente mayores. Los tests y baterías de tests con un elevado coste en aparatos, en preparación, en tiempo y, por tanto, en dinero, dificultan o impiden la práctica rutinaria de los procedimientos de selección necesarios.

Ni siquiera el registro objetivo, con ayuda de tests deportivo-motores, de factores determinantes para el rendimiento garantiza un pronóstico correcto: los tests informan mucho menos sobre potencialidades de desarrollo y más sobre el estado real actual del joven deportista; por ello este tipo de tests aplicados a niños y jóvenes presenta el riesgo de cribar de forma irrevocable a los individuos de desarrollo más retardado (v. págs. 88 y 100), concentrando la selección en los individuos acelerados (cf. Gimbel, 1976, 165).

Como se puede ver en la figura 59, los deportistas con desarrollo biológico diferente alcanzan sus capacidades de rendimiento en momentos diferentes.

La figura 59 muestra que, en el momento de selección A, los individuos precoces (acelerados) presentan, debido a su avance en el desarrollo biológico, rendimientos más elevados que los individuos normales, y sobre todo que los retardados. Sin embargo, el retraso momentáneo en el rendimiento de los individuos normales y retardados se compensa en el transcurso posterior del desarrollo. Interesa destacar, además, que en rendimientos de resistencia en carrera y en rendimientos de fuerza relativos (como, p. ej., en gimnasia de aparatos) los individuos biológicamente retardados suelen obtener resultados mejores que los individuos biológicamente normales o precoces (cf. Hofmann/Schneider, 1985, 51).

Asimismo, las carencias a la hora de determinar la edad de entrenamiento pueden dar lugar a una estimación errónea de la aptitud.

Como se puede ver en la figura 60, la relación entre edad de entrenamiento y capacidad de rendimiento deportivo es muy estrecha, sobre todo al inicio del desarrollo del rendimiento deportivo.

Cuanto más se equiparan las condiciones de entrenamiento al avanzar el proceso de entrenamiento –p. ej., con volúmenes y frecuencias comparables–, menos incidencia tienen las condiciones de desarrollo precoz.

Mencionemos finalmente otra complicación de la búsqueda de talentos y del dictamen de aptitud: este último posee sólo un valor de verdad relativo, limitado en el tiempo.


Figura 59. La capacidad de rendimiento depende de la edad biológica.

Trazo continuo: individuo de desarrollo biológico normal.

Trazo discontinuo: individuo de desarrollo biológico precoz.

Trazo punteado: individuo de desarrollo biológico tardío.

A = momento de un dictamen de aptitud (de Hofmann/Schneider, 1985, 51).


Figura 60. La capacidad de rendimiento depende de la edad de entrenamiento I, II, III = deportistas de edad de entrenamiento diferente.

Los dictámenes a largo plazo se vuelven tanto más inseguros cuanto más complejo es el ámbito de la actividad y cuanto más profundos son los posteriores cambios en este complejo de actividad. Por ello su contenido de verdad es limitado en el tiempo, pues en toda etapa de entrenamiento hay que crear las condiciones para la siguiente, y en el transcurso de la formación aparecen cambios en las exigencias planteadas (Hofmann/Schneider, 1985, 49).

El concepto de edad de máximo rendimiento constituye por sí solo un problema para la promoción de talentos: para conseguir en el momento oportuno la capacidad de rendimiento deportivo óptima se necesita adelantar el inicio del entrenamiento de rendimiento a edades cada vez más tempranas, con lo cual se toca el problema de la especialización precoz.

La especialización precoz (cf. Weineck, 1986, 331) afecta sobre todo a modalidades que permiten rendimientos altos y máximos en edades muy tempranas, como ocurre en gimnasia de aparatos, patinaje artístico y natación. En modalidades de este tipo existe el riesgo de que la planificación del entrenamiento, con su enfoque sobre una modalidad y su inicio precoz –a veces en la edad preescolar o escolar temprana–, descuide los aspectos de adecuación a la edad y al grado de desarrollo, y que sobrevalore la capacidad del niño para asumir una carga psicofísica.

Desde el punto de vista deportivo, biológico y metodológico, los riesgos de una especialización precoz se concretan sobre todo en los siguientes puntos:

•Las cargas y contenidos de entrenamiento, a menudo unilaterales, descuidan la necesidad de una formación básica, polideportiva, como fundamento de las posteriores cargas voluminosas e intensas.

•Las cargas físicas unilaterales y en aumento rápido pueden originar sobrecargas en los sistemas que las soportan. Aquí el riesgo se presenta sobre todo en el aparato postural y de sustentación. Si el trabajo de cartílagos, huesos, tendones y ligamentos supera de forma antifisiológica su límite de carga, aparecerán pronto síntomas de desgaste en este ámbito. El trabajo muscular unilateral puede actuar en esta dirección creando los llamados desequilibrios artromusculares: el exceso de trabajo de origen funcional y el descuido de grupos musculares específicos provoca una reducción de la amplitud articular con una sobrecarga puntual de los correspondientes segmentos articulares, proceso que favorece las alteraciones precoces por artrosis y puede obstaculizar el posterior proceso de entrenamiento.

•Las cargas unilaterales, monótonas y demasiado intensas pueden provocar rápidamente una saturación o una sobrecarga psíquica. La utilización frecuente de contenidos de entrenamiento impropios de la edad, como la práctica de cargas lácticas anaeróbicas en las disciplinas atléticas de carrera (sobre todo en las carreras de media distancia o de esprint largo), contribuye a aumentar las cifras de abandono del deporte de rendimiento.

Como se puede ver en la tabla 16, los niños y jóvenes que inician el entrenamiento específico de la modalidad en el momento más temprano no son los que consiguen al final los rendimientos máximos.

El hecho de orientar a un joven en un momento temprano hacia los rendimientos máximos en su categoría de edad no nos asegura, aun después de largo tiempo, que su desarrollo se prolongue hasta la edad adulta y que se alcancen posiciones de elite (cf. Chesnokov, 1974, 336).

La especialización precoz provoca en la mayoría de los casos una rápida estancación del rendimiento (el hecho afecta tanto las modalidades coordinativo-técnicas como las de mayor predominio del factor físico), pues se carece de la base de desarrollo extensa que necesitan los rendimientos máximos: formación corporal variada y repertorio de movimientos suficientemente desarrollado.

Así pues, en el deporte de alto rendimiento se necesita una especialización no demasiado temprana, sino a su debido momento, respetando los principios básicos del entrenamiento juvenil. La especialización debería producirse tan tarde como haga falta, basándose en una consolidación del rendimiento acorde con el desarrollo, teniendo en cuenta el desarrollo individual, planteando un incremento moderado de la carga en el marco de una formación básica variada y, sobre todo, garantizando el desarrollo óptimo de las capacidades coordinativas generales y la adquisición a su debido tiempo de las destrezas deportivo-motoras específicas.


Tabla 16. La dinámica específica de la edad en el desarrollo del rendimiento de varones en natación 100 m estilo libre (valores promedio) (de Tschiene, 1979, 160)

Entrenamiento total

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