Читать книгу Introduccin a la teologa cristiana AETH - Justo L. Gonzalez - Страница 6
a) La teología como explicación de la realidad
ОглавлениеEntre paganos fue en este sentido que primero se utilizó el término «teología», siglos antes del advenimiento de Jesucristo. Así, los antiguos griegos llamaban «teólogos» a los poetas y otros autores que explicaban el origen de las cosas mediante mitos acerca de los dioses. En la iglesia cristiana, a veces la teología se ha entendido como explicación de la realidad, frecuentemente con funestas consecuencias. Así, por ejemplo, cuando Galileo primero sugirió que el Sol no daba vueltas alrededor de la Tierra, como se pensaba entonces, sino al contrario, las autoridades eclesiásticas lo condenaron, porque su explicación de la realidad no coincidía con la que daban los «teólogos».
Aunque en cierto sentido la fe cristiana—y por tanto también la teología—sí nos ofrece una explicación de la realidad, lo que nos da no es tanto una explicación de cómo las cosas funcionan, o de cómo se formaron, sino más bien de su lugar en los propósitos de Dios. Como veremos más adelante, confundir estas dos cosas es confundir la teología con las ciencias físicas. Cuando hacemos tal cosa, corremos el riesgo de supeditar la fe cristiana a las vicisitudes y nuevos descubrimientos de esas ciencias.
El ejemplo de Galileo nos alerta acerca de los peligros que conlleva este modo de entender la teología. Si la teología es la explicación de cómo funciona la realidad, toda otra disciplina tiene que sujetarse a ella. Por eso se decía en la Edad Media que la teología era «la reina de las ciencias». Algunos teólogos insistían en que la Tierra era el centro físico del universo, porque Josué 10:13 dice que «el sol se detuvo, y la luna se paró». Luego, ningún astrónomo tenía derecho a afirmar lo contrario, y Galileo fue condenado por ello. Hoy sabemos que Galileo tenía razón. Por tanto, hay que cuidarse de cualquier teología o interpretación de la Biblia que pretendan explicar cómo son las cosas, cómo funcionan, etc. La teología sí afirma que todo cuanto existe es creación de Dios, y que todo tiene un lugar en el plan de Dios. Empero, cómo funcionan esas cosas es de la incumbencia de otras disciplinas, y no de la teología.
Quizá el punto en que más se ve este peligro en el día de hoy está en leer las historias del Génesis, como una explicación científica del origen de las cosas. Esa lectura del Génesis, como una historia literal del origen de las cosas, choca no solamente con las teorías científicas de hoy—que a fin de cuentas no son más que teorías—sino con el mismo Génesis. Así, por ejemplo, en Génesis 1 Dios primero crea a los animales y por último al ser humano, mientras que en Génesis 2 el orden es todo lo contrario. Si tomamos las historias del Génesis como descripción científica, nos veremos abocados a la necesidad de decir que el Génesis se contradice.