Читать книгу La práctica integral de vida - Кен Уилбер, Ken Wilber - Страница 5

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¡Bienvenido al mundo Integral! Que el lector sostenga ahora este libro entre sus manos no sólo pone de relieve su tendencia a pensar en lo integral, sino su interés también en llevarlo a la práctica y ejercitarlo. Y eso es algo que, desde la perspectiva de la investigación evolutiva, resulta ciertamente extraordinario.

Hablando en términos generales, todos los modelos evolutivos comparten la idea de que, desde el momento del nacimiento, los seres humanos atraviesan una serie de estadios u olas del desarrollo y del crecimiento. En este sentido, las visiones del mundo propias de los estadios inferiores y más elementales son más rudimentarias, parciales y fragmentarias, mientras que las propias de los niveles superiores son más globales, integrales y auténticamente holísticas. No en vano aquéllos son conocidos como estadios de “primer grado”, mientras que éstos se llaman estadios de “segundo grado”.

Y la diferencia entre ambos niveles es muy profunda. En opinión del pionero investigador del desarrollo Clare Graves, la aparición de los estadios de segundo grado implica, en el individuo que los experimenta, «un salto de significado muy profundo». A ello, precisamente, se refiere lo integral, es decir, al pensamiento integral y también, obviamente, la práctica integral. En cualquiera de los estadios integrales del desarrollo, el universo entero empieza a cobrar sentido, evidencia su coherencia y asume el aspecto de un auténtico universo (es decir, de “un solo mundo”), un mundo singular, unificado e integrado que no sólo incluye diferentes filosofías e ideas sobre el mundo, sino también prácticas específicamente orientadas hacia el crecimiento y el desarrollo.

La Práctica Integral de Vida es una práctica integrada, una práctica que nos ayuda, tanto en el terreno laboral como en el profesional, en el lúdico, en el mundo de las relaciones, de la espiritualidad y en todos y cada uno de los aspectos de su vida, a crecer y desarrollar todas nuestras capacidades. En este sentido, la PIV apunta al logro de la mayor libertad (libertad de las limitaciones, libertad de la fragmentación y libertad de la parcialidad) y de la mayor plenitud posibles (una plenitud que abarca e incluye, en la misma totalidad inconsútil, completa y última, todas las facetas parciales y limitadas de nosotros mismos y de nuestro mundo), pasando por la actualización y el despliegue de nuestras capacidades más elevadas, hasta llegar a trascenderlo e incluirlo todo.

Esta “trascendencia e inclusión” abarca módulos y ejercicios orientados al cuerpo, la mente, el Espíritu y la sombra, e incluye prácticas procedentes de las visiones premodernas, modernas y postmodernas del crecimiento y del desarrollo. Se trata de un abordaje “omniinclusivo” que, asumiendo lo mejor de todas las visiones, lo integra en un marco de referencia que le da sentido. Las prácticas premodernas se refieren a las grandes tradiciones de sabiduría del mundo y a las prácticas meditativas que las promueven. Las prácticas modernas incluyen los estudios científicos relativos al desarrollo humano y el modo de alentarlo. Las prácticas postmodernas, por último, nos proporcionan un mapa multicultural y plural del territorio humano —es decir, del territorio de nuestro ser— que engloba todas nuestras dimensiones (física, emocional, mental y espiritual) y su aplicación a los ámbitos del yo, la cultura y la naturaleza.

La Práctica Integral de Vida es un sistema rápido y eficaz de “entrenamiento global” que alienta el desarrollo humano y el despertar espiritual, acelerando espectacularmente el desarrollo de todas nuestras dimensiones (cuerpo, mente, Espíritu y sombra). Su naturaleza global, holística e inclusiva la convierten en la más sencilla de las prácticas. Otros enfoques forman parte del rompecabezas y nos ofrecen, en consecuencia, prácticas parciales (y éxitos también parciales), pero la Práctica Integral de Vida es una práctica compleja y global que abarca todas las dimensiones fundamentales, lo que aumenta su eficacia considerablemente, especialmente cuando la comparamos con su ejercicio aislado. Pero el rasgo distintivo de la PIV es, en cualquiera de los casos, su espectacular rapidez y eficacia.

La PIV es un sistema derivado de los estadios y olas que integran la vanguardia más avanzada de la evolución y que están empezando a desplegarse ahora. Al asentarse en los estadios integrales, la PIV encarna, emerge y atrae al individuo hacia esos mismos estadios. Dicho en otras palabras, al ser una práctica procedente de los estadios de segundo grado, la Práctica Integral de Vida atrae, en consecuencia, a la conciencia hacia los niveles de segundo grado. En este sentido, ejercita tanto la “altitud” (es decir, el desarrollo vertical de la conciencia) como la “amplitud” (es decir, el desarrollo concreto de una amplia diversidad de capacidades horizontales). De todo ello trata precisamente La práctica integral de vida que presentamos en las siguientes páginas. Dicho en otras palabras, la PIV aspira a promover “un salto trascendental de significado” que llega a influir muy profundamente en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida.

Por todo ello, reciba de nuevo el lector, nuestra bienvenida al mundo Integral. Una de las ventajas de este libro radica en el equipo de autores que lo han creado. Ellos han experimentado, tanto de forma teórica como práctica, la Práctica Integral de Vida. No es de extrañar, por tanto, que su autoría colectiva integre los ricos sustratos y perspectivas sustentadas por sus autores. Y, aunque yo no haya escrito ninguno de los capítulos que componen este libro, he participado en su elaboración y revisión final, y he examinado también la integración de las distintas perspectivas y experiencias de sus autores, que trascienden con mucho las diferencias tipológicas y generacionales que les separan. A esa integración, que refleja una de sus principales fortalezas, se refiere fundamentalmente La práctica integral de vida, un libro escrito en un estilo accesible y transparente que facilita la comprensión de temas bastante complejos. Estoy muy satisfecho del resultado y más todavía de haber tenido la oportunidad de prologarlo.

La práctica integral de vida es, como su nombre indica, el aspecto práctico de la teoría integral que, tanto en su forma original como en sus diversas versiones críticas, ha provocado un impacto muy profundo sobre varios millones de personas de todo el mundo. Me parece perfecto que el lector no quiera limitarse a la teoría integral y esté dispuesto a emprender una práctica realmente integral. (La teoría integral es, en sí misma, una praxis mental que combina prácticas procedentes de todas las grandes dimensiones o, dicho en otras palabras, un mapa compuesto por las principales metodologías del mundo.) Y, si tomamos el mapa compuesto y lo convertimos en una práctica compuesta, el resultado es La práctica integral de vida, una práctica que, en consecuencia, está arraigada en lo mejor de la teoría integral. Es por ello por lo que se trata de una práctica del despertar auténticamente revolucionaria y vanguardista.

Gracias por haber elegido este libro y por estar dispuesto a emprender su propio “salto trascendental de significado”. ¡Cuando quiera podemos empezar!

KEN WILBER

Denver (Colorado), invierno de 2008

La práctica integral de vida

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