Читать книгу La tragedia de la sociedad sin criterio - Lucas Abrek - Страница 11

Un objeto de estudio puede ser una calle, que se lee (no solo se leen libros) antes de cruzarla, no sea que por imprudentes nos atropelle un auto. Esto es una acción de hermenéutica funcional. Un objeto de estudio puede ser un paciente en un consultorio médico, que debe ser leído con hermenéutica especializada por el profesional apto para hacerlo.

Toda hermenéutica requiere disposición crítica, tanto la funcional como la especializada, por lo cual hablamos de hermenéutica de la disposición crítica. Con hermenéutica es con lo que uno asciende al conocimiento (como en el libro VII de La República), aunque el camino no sea fácil o nuestros congéneres puedan reaccionar con violencia, como sugiere Platón. Las personas aman sus opiniones, su doxa, y hasta matan en su nombre. La episteme solamente es atractiva para quienes aman la verdad, la aleteia griega. En La República se llama filósofos a quienes aman la episteme, por eso no cualquiera lo es.

Llamo actuar a toda acción física o mental (indisponerse con alguien es actuar, ser negligente también), de modo que actuar es adoptar una conducta humana, con resultados mortales a veces por acción o por omisión.

Incluso la información basura puede ser un objeto de estudio (para un sociólogo, digamos), siempre que no sea solo una cápsula de desinformación que nos tragamos. Por desgracia, se actúa mucho con base en información basura, en apariencias, como las fake news o tanta creencia popular falsa. Va un ejemplo famoso de creencia popular falsa. ¿Recuerda la frase: «Ave, Caesar, morituri te salutant»? Eso significa: «Ave, César, los que van a morir te saludan». Seguro conoce la expresión y cree que se escuchaba cotidianamente en el coliseo romano antes de un combate a muerte de gladiadores. Pues bien, esa popular frase nunca la pronunciaron los gladiadores romanos.