Читать книгу Extra Point - Ludmila Ramis - Страница 23

Оглавление


Segundo fragmento de una carta



En sus primeras citas se sentía incómoda en su propia piel, como si bajo ella algo se arrastrara, retorciera, estirara y luchara por salir. Era una granada con conciencia propia. Sabía que estaba hecha para explotar y la desesperaba tener que necesitar de alguien que tirara de su anillo de seguridad.

Él era como un soldado; pero cuando ella lo miraba, se olvidaba de la guerra. Dejaba el uniforme al fondo del armario. Una paz que el mundo no había llegado a conocer se extendía por sus nervios y por sus venas, los recorría como un tren a las vías, a toda velocidad.

El día que él le ofreció llevar la relación un paso más allá, la granada explotó. A diferencia de las de verdad, esta no mató a nadie, sino que creó vida.

Ahora era ella la que estaba tranquila y él a quien carcomía la inquietud.

Extra Point

Подняться наверх