Читать книгу Espiados - María Belén Bartoli - Страница 11
Quincenas de subrogancias
ОглавлениеEl primer mes del año no fue de ocio ni de arena ni de sol. A pesar de estar en feria judicial, el Juzgado de Dolores continuó con movimientos de expedientes. A diferencia de otras fiscalías, dicha dependencia abarca gran parte de la costa bonaerense, por lo que, durante el verano, cuando un porcentaje bastante importante de la población vacaciona en la Feliz y alrededores, inevitablemente aumentan los delitos, contravenciones, multas y operativos de seguridad. La intervención judicial es requerida.
Del primero al quince de enero, el magistrado del Juzgado Federal de Primera Instancia de Necochea, Bernardo Bibel, subrogó a Ramos Padilla en Dolores. El juez saliente vacacionó con con su familia. La segunda quincena se invirtió la ecuación y Alejo Ramos Padilla trabajó con un secretario penal, un empleado de esa secretaría, un prosecretario civil y un agente administrativo. Un total de cinco personas para recibir las causas de Dolores y Necochea. Al poseer el know how6 para responder a las distintas contingencias, producto de haber pasado varios veranos en el Juzgado, el funcionamiento con el mínimo de personal respondía acorde a las exigencias. No era fácil sorprender a cualquiera de los dos jueces con las infinitas situaciones que podían generarse en esos calurosos días.
El último lunes de aquel enero el servicio meteorológico pronosticó un día inestable para los porteños y porteñas, con una máxima que superaría los 30°. Estaría húmedo y se preveía una posible ola de calor que nunca llegó. En cambio, en Dolores amaneció agradable con 22° que luego treparon a los insoportables 34°. La tranquilidad del pueblo irrumpió con la visita de un hombre de unos 70 años al Juzgado Federal de Primera Instancia.