Читать книгу El estatuto del Prácticum externo: aspectos jurídicos-sociales comparados - María Luisa Gómez Jiménez - Страница 36

Al abordar los datos de inserción laboral obtenidos hasta la fecha en diversos estudios realizados en España, se debe resaltar las claras muestras de que las prácticas se han consolidado como vía de inserción, aunque los resultados son oscilantes entre un estudio y otro. El estudio realizado en la UPV por Hervás et al. (2012) concluye que un 17.7% de sus estudiantes encuentra empleo en la empresa en la que hizo las prácticas. Si bien, el dato más significativo que presentan es sobre la empleabilidad de los egresados que cursaron prácticas (una diferencia a favor de 9.6% sobre los que no las cursaron). En el caso de la evaluación de las prácticas de Universidad de Granada (Martínez, 2003) el 28,8% de los prácticos pasa a tener una relación laboral con la empresa al finalizar el periodo de colaboración. Cifra similar a la que se obtuvo en el estudio de Martínez y Valero (1999), que afirmaban que el 32,7% lograron un contrato de trabajo. Este resultado es casi idéntico al presentado por la evaluación de las prácticas en la UNED, que asegura que la actividad se traduce en contrato en una tercera parte de los casos (Ballesteros, Manzano y Moriano, 2001) Frente a estos estudios que plantean discretos niveles de inserción, otros análisis muestran un panorama más optimista, lo que sugiere que existe una importante variabilidad en el fenómeno en función del caso analizado. Así sucede con el estudio que firma el profesor García-Delgado, dónde afirma que el 72% de la muestra de titulados analizados encontró empleo gracias a las prácticas de empresa (García-Delgado, 2002).

Por otra parte, Vallejo y Herrera (2016) presentaron un estudio sobre la experiencia en prácticas universitarias en el Campus de Algeciras (Universidad de Cádiz), con un trabajo de campo que incluye 6 grupos de discusión además de la recopilación de informes con datos cuantitativos sobre la actividad. El caso presenta una tasa de colocación de un 15% en las empresas privadas en la que los alumnos realizan sus prácticas (datos del periodo 2002-2006). Asimismo, el estudio destaca en sus conclusiones, algunas colocaciones por la vía indirecta ya que, en ocasiones, los alumnos encuentran trabajo en los meses posteriores en otras empresas a las que acuden con referencias o recomendaciones de la compañía en la que realizaron su periodo de prácticas. Si bien este es un aspecto difícil de delimitar y cuantificar, ya que en ocasiones la empresa media en el trato de forma presencial y activa, mientras que en otras sólo informa al alumno de sus opciones en el mercado local. En este sentido, debemos destacar que el clima de cooperación detectado fue positivo, intenso y con algunos resultados en la orientación laboral informal.

Esta disparidad en los resultados obtenidos en los distintos estudios de caso podría ser explicada por la diversidad de contextos en los mercados de trabajo locales, las redes y contactos generados por los centros universitarios, así como por las distintas posibilidades de inserción de las titulaciones ofertadas en cada caso. Las 82 universidades existentes en España presentan características muy diversas, tanto por su gestión como por la particularidad de sus entornos locales y las empresas que se ubican en ellos, por lo que hemos de asumir tal heterogeneidad en nuestras valoraciones.

En cuanto a la medición del aprovechamiento de la actividad, destaca el estudio realizado por Di Meglio et al. (2019) en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) entre los cursos 2012-13 y 2015-16, que pretendía valorar cuestiones como el aprovechamiento de la actividad y la inserción laboral, alcanzó las siguientes conclusiones:

Nuestros resultados muestran que aquellas prácticas en empresas que permiten desarrollar las competencias de comunicación y de gestión de problemas facilitan, respectivamente, la empleabilidad de los estudiantes y la posibilidad de situarse en tramos salariales elevados. Asimismo, el uso de nuevas tecnologías de comunicación e información (TICs) emerge como la competencia adquirida más importante, tanto en lo relativo a la satisfacción de los estudiantes con las PAE como a la utilidad de las mismas para encontrar trabajo. (Di Meglio et al. 2019: 258).

Además, este grupo de investigadores llegó a la conclusión de que los estudiantes de ciencias empresariales tienen una mejor adaptación y aprovechamiento de las prácticas, que el resto de titulaciones analizadas, si bien debemos limitar el alcance de esta conclusión al entorno de la propia UCM.