Читать книгу Los Duelos - Marilé Truscello de Manson - Страница 17
Comentarios finales
ОглавлениеEn este capítulo me referí a la formación del carácter en el que cobran importancia no sólo los factores constitucionales sino también aquellos acontecimientos significativos de la historia de la persona. El yo hace uso de mecanismos defensivos que darán coloratura a los rasgos de carácter.
El pasaje por el complejo de castración daría lugar al trauma sexual infantil. Freud menciona la fijación al trauma y la compulsión a la repetición como elementos acogidos en el yo normal. El carácter, según Freud, surgiría en la latencia, con la declinación del Complejo de Edipo. Frente a la necesidad de reprimir los deseos incestuosos e intentando introyectar los objetos resignados a partir de las identificaciones constitutivas del superyó y del yo, siendo las identificaciones en el superyó, el elemento sustancial del carácter.
El superyó sería el encargado de imponer esta compulsión a la repetición de los traumas que en cada caso individual según la intensidad vivenciada de ese trauma producirá diferentes estructuras caracterológicas.
Por lo tanto, en este capítulo me referí al trauma infantil y a los mecanismos intervinientes, represión, formaciones reactivas y sustitutivas. Tuve en cuenta que la elección personal del mecanismo defensivo predominante dará lugar a rasgos por formaciones reactivas, otros por sublimaciones y otros rasgos se desprenden de éstas, como la creatividad; y otros que devienen por continuación directa de lo pulsional.
En este capítulo me cuestiono y dejo abierta la posibilidad para el desarrollo en los capítulos posteriores acerca de la dependencia al trauma infantil o a sus consecuencias. Considero la posibilidad de que siendo la compulsión de repetición un elemento fijador al trauma podría intervenir también en las sucesivas experiencias en la historia del individuo, alterando su carácter. Me refiero a situaciones como por ejemplo duelos que no se elaboran, que conducirían a la alteración del carácter, como un segundo factor etiológico junto al del trauma sexual infantil.
El rasgo de carácter patológico podría sobrevenir a medida que el yo arrastre fijaciones pregenitales que no han podido superarse y la llegada al nivel genital sufra un déficit. También puede haber rasgos patológicos de carácter que provengan de la fase fálica e incluso En cuanto a la fijación libidinal, la concepción del carácter tiene un cambio en el curso de los años. Al comienzo, como en “Carácter y erotismo anal’’, Freud concebía al carácter como destino de la pulsión sexual. Años después escribiría ‘’Pulsiones y destinos de pulsión’’, que sigue esta línea conceptual. Entonces la fijación determinante del carácter derivaba más de las disposiciones pulsionales de cada persona, como Freud lo expone en “Pegan a un niño”. Pero cuando Freud introduce la teoría de la pulsión de muerte, cambia su perspectiva. Entonces el análisis del rasgo de carácter se vuelve más complejo e incluye algo de la fijación libidinal y yoica al trauma y la defensa contra este. Por lo tanto, habría dos formas de entender la fijación libidinal: como la entendió en un comienzo y como la entendió luego, al incluir el concepto de trauma. Mientras que en la primera concepción Freud enfatizaba el peso de los componentes disposicionales endógenos determinantes de la fijación, en la segunda, ligada con el trauma, destacó el valor de los estímulos desmesurados exógenos que perforan la coraza antiestímulo. Tomando en cuenta el problema de la fijación es posible considerar varios aspectos en relación con el carácter, uno de ellos es el de la fijación al trauma, otro sería el de las fijaciones pregenitales que no se han podido superar y podría haber otros rasgos patológicos de carácter provenientes de la etapa fálico-genital. Ya en la consideración de defensas patológicas instrumentadas por el yo, el rasgo de carácter patológico podría sobrevenir a medida que el yo genital. Si los impulsos pregenitales son intensos, el yo reaccionará con una defensa extrema que se cronifica y el carácter tomaría una coloratura en función de determinado rasgo que predomina alterándolo.