Читать книгу Sociología de las organizaciones Públicas - Mario José Krieger - Страница 16
Del Estado Liberal al Estado Social
ОглавлениеLa evolución histórica del Estado surgido en la modernidad presenta sucesivas configuraciones que se inician con el “absolutismo” hasta alcanzar la diversidad de formas más o menos democráticas en la actualidad. En primer lugar vamos a ocuparnos de las características que definen al Estado liberal como la forma jurídico-política que se funda en el reconocimiento de los derechos individuales garantizando la reserva de la esfera privada ante el poder despótico del Estado. Como ya fue señalado previamente, en el Estado liberal rigen las garantías individuales para el desarrollo pleno de la individualidad en un contexto de reglas que hacen a la confianza y previsibilidad de los contratos entre individuos, permitiendo la cooperación y la regulación de los conflictos. El proceso histórico reconoce como antecedente fundamental a las revoluciones que hicieron efectivas la ruptura con el “Ancien Regime”, nos referimos a las revoluciones Inglesa –1688–, Americana –1776– y Francesa –1789– que hicieron posible la aparición del orden político donde se desplegará la potencialidad de la sociedad burguesa y la expansión de las relaciones sociales capitalistas en todo el mundo.
De acuerdo a la acepción primigenia, inspirada por las ideas de la Revolución francesa y el Utilitarismo inglés, el individualismo se constituye en una concepción de la realidad y de la historia donde el individuo adquiere una centralidad radical que es generadora de una nueva ética racional y egoísta impulsora de nuevas expectativas y comportamientos individuales en la sociedad; esta cosmovisión se asienta sobre el rechazo a la existencia de toda reminiscencia medieval, en especial a las formas de mediación entre el individuo y el Estado, afirmando la soberanía del individuo en la esfera económica y la exigencia del derecho individual ante el Estado (23).
El pensamiento liberal concibe al Estado como la organización política y jurídica que, al regular el ejercicio de la violencia, procura la legitimidad del consenso. Por eso, “el estado liberal debe ser moralmente neutral y permitir únicamente una organización de la sociedad en la que cada individuo y cada grupo social sea capaz de perseguir libremente sus propios fines y de elegir su propio destino” (24).
El liberalismo surge en Europa, originalmente en Inglaterra a mediados del siglo XVII y cobra pleno desarrollo teórico en el siglo XVIII. Los hechos históricos más importantes, que determinarán su vigencia continuada hasta nuestros días, radican en la “Gloriosa Revolución” de 1688 que pone fin al Estado absolutista e inaugura la vigencia de la monarquía constitucional como la nueva forma de vida y de organización de la vida económica, política y social.
La filosofía liberal, en tanto corpus ideológico, reconoce en su principal exponente al filósofo inglés John Locke (1632 -1704), autor de una obra fundamental para el Liberalismo político: Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil publicada en el año 1690 (25). También a Adam Smith (1723 - 1790), que influye grandemente con su investigación acerca de la Naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones, aparecida en 1776 y convirtiéndose de inmediato en el fundamento teórico y filosófico de la hipótesis del libre mercado.
A partir de ese momento, el Liberalismo como ideología, como práctica y como proceso de institucionalización político se afianzará en la defensa del individuo y el rechazo a la sociedad estamental y corporativa, característica del régimen feudal; la garantía de la libertad individual y la defensa de la propiedad privada, como fundamento del orden económico y político; la división de poderes, como la principal garantía constitucional contra la tentación del poder absoluto y la centralidad de la ley, producto de la deliberación y el consenso entre los individuos, en oposición a la arbitrariedad del poder; la afirmación de la ley como fundamentación del corpus ideológico en la racionalidad del individuo y en el proceso de secularización; la idea del “contrato” voluntario entre los individuos libres que se expresa en el “pacto de asociación” y, finalmente, la no interferencia del poder del Estado en la economía debido a que ésta debe seguir el orden natural y espontáneo expresado en el mercado libre que hace posible la creación de riqueza y bienestar.