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Sistemas de partidos
ОглавлениеUn sistema de partidos se caracteriza por el modo en que se estructuran y articulan entre sí los diferentes partidos políticos que lo conforman. Las dimensiones que lo constituyen son: la cantidad de estructuras, el modo de relacionamiento recíproco, el tamaño relativo, las ubicaciones respectivas en función de las variables ideológicas y estratégicas, las relaciones con el contexto socioeconómico y el sistema político.
Respecto de la cantidad, se distinguen: sistemas de partido único, bipartidismo, multipartidismo –pluralismo–; considerando los regímenes electorales en cada caso, pueden darse regímenes para la distribución de cargos por “mayoría simple” o de “representación proporcional” (38).
Giovanni Sartori (39), en función de criterios de competición para una tipología más dinámica, distingue entre: sistemas de partido único (la Ex-Unión Soviética, China, Cuba); Sistemas de Partido Hegemónico (PRI –México– hasta fines de los años 90); Sistemas de Partido Dominante (India –Congress Party–); Sistemas Bipartidistas (Estados Unidos, Gran Bretaña); Sistemas Pluralistas, distinguiendo entre: Pluralismo Moderado y Pluralismo Polarizado.
Las diferentes situaciones de bipartidismo o multipartidismo pueden configurar extremos, sea “bipartidismos” con riesgos de polarización o en su contrario de fragmentación electoral para casos de multipartidismo, ambos con efectos críticos sobre la estabilidad democrática (40). En este sentido, se puede mencionar las conexiones entre los procesos de fragmentación que dan lugar al multipartidismo y los correspondientes a la dinámica de polarización, pudiendo configurarse situaciones de crisis o inestabilidad democráticas.
Esta tipología establece la mayoría de las combinaciones posibles aplicado a regímenes democráticos durante el siglo XX, sin embargo, en la actualidad asistimos a situaciones de mayor complejidad que requieren nuevas tipologías para el análisis.
Otros autores (41) introdujeron el criterio de competitividad (competitivo/no competitivo) e ideológico (ideológico/pragmático). Tipología aplicada para distinguir entre la propensión a la alternancia o a la hegemonía, tendencias que pueden ser cruzadas por la variable ideológica en términos de mayor o menor identidad ideológica requerida.
A pesar de ello, la tipología de Sartori mantiene su vigencia para analizar la dinámica de la competencia entre partidos, distinguiendo entre la competencia centrípeta, característica de los pluralismos moderados de la competencia centrífuga que afecta a los pluralismos extremos.
Con referencia a América Latina, los procesos de fragmentación y polarización ideológica constituyen rasgos presentes en los sistemas de partidos. Estos fenómenos son el resultado de las rupturas democráticas del siglo XX y sus efectos a nivel del sistema político que se reflejan en el bajo nivel de institucionalización, la volatilidad de las lealtades partidarias, la propensión al presidencialismo y el desencanto ciudadano por la ineficacia en las gestiones de gobierno.
Sin embargo, desde principios del siglo XXI se observan tendencias a pluralismos moderados que posibilitan la formación de mayorías parlamentarias en apoyo de los gobiernos. Esto ha redundado en mayor estabilidad de los gobiernos y los procesos democráticos, aunque con tensiones y conflictos que no han superado los límites de la competencia partidista. Por otra parte, la creciente participación de las organizaciones sociales y poblacionales está modificando los modos de formular e implementar las políticas públicas vinculadas a la integración de sectores sociales más afectados por la crisis del modelo neoliberal a fines de los años noventa.
Finalmente, cabe señalar que los procesos de transformación en los sistemas de partidos están asociados a la expansión de la ciudadanía y la participación de los movimientos sociales que disputan el monopolio de la mediación política a cargo de los partidos; por otra parte, a la relevancia de liderazgos personalistas que conspiran contra el fortalecimiento de las instituciones representativas; al rol determinante de los medios de comunicación masivos y al papel de las redes sociales que crea la posibilidad de la participación virtual de la ciudadanía, en el sentido de una apelación más directa a las autoridades.