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He

Gas incoloro. Segundo elemento en abundancia en el universo. Aislado por el inglés William Ramsay en 1895. Nombrado según el dios griego del sol (helios). No se combina con otros elementos, es decir es un llamado “gas noble”, exceptuando compuestos inestables con tungsteno o mercurio.

A menos de -270,97 °C, es decir cerca del cero absoluto, forma un líquido especial llamado “superfluido” que sube o baja por los bordes de un recipiente con velocidad de hasta 30 cm/seg.; en tal fluido el calor se propaga en ondas, como si fuese sonido (es llamado el “segundo sonido”5 y también ocurre en helio sólido6); estas ondas continúan desplazándose por cierta distancia cuando se apaga su fuente.

Si alguien habla en una atmósfera de helio, se escucha una voz parecida a la del Pato Donald (de hecho, se usó este efecto en las primeras películas), ya que la velocidad del sonido es mayor que en el aire, lo que implica una frecuencia mayor.7 Para abastecer a buzos, se substituye el nitrógeno del aire por helio, ya que el nitrógeno se diluye en la sangre y, al bajar la presión, forma burbujas peligrosas (“mal de buzos”).

Dirigibles con helio, provistos de aparatos de video, se usan en las costas para detectar transportes ilegales, estudiar biológicamente las copas de árboles en la selva, y –a alturas mucho mayores– estudiar el agujero del ozono. Se asume que las edades del hielo tuvieron que ver con inestabilidades del helio en el sol, causando cambios de la radiación solar.8

2. HELIO

El actor solitario

no tiene con quién jugar.

Pero en su circo solista

juega con quien lo mira:

es el menos solitario.

No hay quién lo seduzca

ni hay quién lo amarre.

Mas la gran revista

en su jardín,

a orillas del mundo

donde todo calor se extingue,

lo salva del retiro.

El actor helio

repta paredes arriba, paredes abajo.

Un roce cálido

lo atraviesa

como sonando;

sigue fluyendo si cesa el calor,

recuerda el roce

que ya no existe.

¡Juguemos con él!

¡Llenemos los globos!

¡Oigamos nuestras voces

de ardilla!

Dejemos que descienda

al abismo de los buzos.

Hagamos que se eleve

al dosel de los bosques,

del aire.

Pidamos que pronuncie

edades

de la tierra.

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