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La tradición judeocristiana
La obra destructora de Belial

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En el Deuteronomio (quinto libro del Pentateuco), encontramos un nuevo rostro y un nuevo nombre para el diablo: Belial (en algunas fuentes se cita también en la forma helenizada Beliar).

Es una figura malvada que en el Nuevo Testamento aparece claramente en las Cartas de San Pablo, en los apócrifos del Antiguo y del Nuevo Testamento y en los libros escritos por la comunidad de Qumran.

Sobre la etimología existen varias hipótesis: beli’or «sin luz», beli’ol «sin juego», beli ya’al «sin provecho».

En cualquier caso, en las fuentes bíblicas el término se refiere siempre a alguien muy malvado.

Belial, entendido precisamente como antagonista de Cristo, se encuentra en la Segunda Carta a los corintios (10, 15): «¿Qué armonía entre Jesucristo y Belial, qué sociedad entre un fiel y un infiel, qué acuerdo entre el templo de Dios y los ídolos?».

En el apócrifo La ascensión de Isaías (4, 25) su papel de antagonista todavía es más acentuado:


Pecadores soportando los tormentos infernales (de Le grant kalendrier des bergiers, Troyes, siglo XVI, impresión de Nicolás Le Rouge, Troyes, 1469)

Cuando llegue el final, Belial, el gran príncipe, el rey del mundo presente, que lo ha dominado desde el principio, descenderá de su firmamento con el aspecto de un hombre, rey inicuo y matricida, el cual perseguirá la plantación que los doce apóstoles del Dilecto han plantado, y uno de los doce le será dado en mano.

Dentro del articulado y complejo patrimonio constituido por los Manuscritos de Qumran, surge en varias ocasiones la figura de Belial, que propone interesantes oportunidades de reflexión para tratar mejor el problema del mal.

«El dominio de Belial les caerá encima, y se les entregará la espada» (4Q385). Esta es una de las muchas referencias a Belial que se encuentran en el patrimonio qumranico. Proviene de los fragmentos apocalípticos hallados en la cuarta gruta e indica relaciones precisas con los profetas Ezequiel, Daniel y también algunas alusiones a Osea. En cambio, en el plano de los apócrifos se encuentran referencias efectivas a Enoch y al Libro de los jubileos.

En un texto más articulado que pertenece a los esenios, la Regla de la comunidad, se describe el combate entre los «hijos de la luz» (hebreos) y los «hijos de las tinieblas» (los otros pueblos de la tierra) considerados adeptos a Belial: «El inicio tendrá lugar cuando los hijos de la luz pasen al ataque contra el partido de los hijos de las tinieblas, contra el ejército de Belial» (1QS 1,1).

El nombre propio Belial aparece en más de treinta ocasiones en los textos más importantes de Qumran, distribuido como sigue: Regla de la comunidad (cinco veces), Inni (diez), Documento de Damasco (seis), Peso de la guerra (doce).

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