Читать книгу De la deconstrucción a la confección de lo humano - Oscar Nicasio Lagunes López - Страница 39

INTRODUCCIÓN

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El agudo y sabio Chesterton decía: “llegará el día en que se blandirán espadas por demostrar que las hojas son verdes en verano”.1 Profeta con sentido común. Hoy esas espadas se han desenvainado para defender lo obvio: “que en verano las hojas son verdes”, que la gran mayoría de los seres vivos, sean vegetales o animales, son heterosexuales y así se reproducen. Pero no se blanden las espadas para defender la heterosexualidad de plantas y flores, como tampoco de perros y gatos. ¡Ah! Pero qué lucha cuando se trata del ser humano, que también la biología lo clasifica entre los animales. Hay quien blande la espada para defender y quien para atacar. Hoy, las espadas de ataque a la heterosexualidad de los seres humanos chorrean sangre y hacen correr mucho dinero. En la descripción que el editor Laertes hace del libro de Oscar Guasch Andreu,2 dice textualmente:

La heterosexualidad es un problema social grave, que limita la vida de millones de seres humanos. Esta obra explica que la heterosexualidad es un invento médico-burgués del siglo XIX. Y es que la heterosexualidad no es natural ni instintiva, y tampoco genética.3

Así de claro. El combate de espadas no es sobre las decisiones libres de las personas, sobre si dos varones quieren convivir o dos mujeres casarse. Es sobre la naturaleza humana. La genética y la biología no tienen ya cabida en la definición de la persona humana; ésta queda reducida a la sola dimensión psíquica expresada en la decisión individual. El editor Laertes continúa presentando el libro así: “La heterosexualidad se aprende, cambia y se transforma; la de ahora ya no es la de antes”. El panta rei de Heráclito torna en la forma más radical.

Para la biología y para el sentido común, la verdad salta a la vista; dos más dos dan cuatro, no es discutible, aunque a veces desearíamos que fueran cinco, otras tres; sin embargo, la naturaleza de las cosas no depende de los deseos o decisiones. Pero en la cultura contra-natura, esta evidencia no es cierta y hay que blandir la espada de la argumentación para “demostrar que las hojas son verdes en verano” y que la heterosexualidad es un dato estructural de la persona humana, tanto a nivel biológico como psicológico y espiritual. La ideología de género presenta un mundo utópico y es una verdadera revolución cultural,4 que pretende imponer que las hojas en verano no son verdes, que la dualidad sexual no existe en los seres humanos, que el matrimonio entre un hombre y una mujer es invención de la cultura occidental, que es un derecho para las madres matar a los hijos en su seno, y un acto de amor eliminar al anciano. Voy a exponer brevemente los puntos esenciales y hacer después una valoración crítica, recuperando lo positivo que hay en el fondo de ciertas posiciones y evidenciando, al mismo tiempo, los elementos más problemáticos.

De la deconstrucción a la confección de lo humano

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