Читать книгу De la deconstrucción a la confección de lo humano - Oscar Nicasio Lagunes López - Страница 43

Raíces de la ideología de género

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No cabe duda que una tendencia de esta envergadura y duración posee múltiples causas. Sin duda, el movimiento feminista en su poliédrica diversidad es una de ellas. Se podría definir el feminismo como la toma de conciencia de la subordinación de la mujer respecto al varón, y la búsqueda de la superación de la inferioridad para mejorar las condiciones de vida de la mujer. El feminismo ha evolucionado y pasado por etapas muy diversas. Si tomamos como punto de arranque la publicación del libro de Mary Wollstonecraft, Reivindicación de los derechos de las mujeres, tenemos que remontarnos a 1792. Llegó después el feminismo liberal de Harriet Taylor, La emancipación de las mujeres (1851), y John Stuart Mill, La subordinación de las mujeres (1869). Un influjo notable lo marcó el feminismo marxista y socialista con la reivindicación de la igualdad en el trabajo. A partir de las últimas décadas del siglo XX se difundió el feminismo de género, que ha sufrido una notable transformación, que se puede sintetizar en cuatro etapas: 1) feminismo de la igualdad sexual: de la diferencia a la igualdad: reivindicación de la igualdad de derechos por la igualdad de identidad. 2) Feminismo de la diferencia sexual: de la diferencia de identidad sexual a la especificidad de los derechos femeninos: derechos “para” las mujeres y “de las” mujeres. 3) Feminismo de género: de la diferencia a la indiferencia mediante la categoría de “género”: el género más allá del sexo, con la irrelevancia de la diferencia sexual para la propia identidad, el matrimonio, la familia y los nuevos derechos. 4) Feminismo total: de la indiferencia sexual de género al multigénero proponiendo el dinamismo y transformismo de las diferencias sexuales y la fluidez del género.

Otra causa puede reconducirse a una interpretación neomarxista de la historia. El sexo implica clase, la clase presupone desigualdad, la desigualdad genera alienación, discriminación y opresión. No me parece aventurado decir que Friedrich Engels estableció los fundamentos de la ideología de género cuando en su libro El origen de la familia, la propiedad y el Estado escribió: “El primer contraste de clase de la historia coincide con el desarrollo del contraste entre el hombre y la mujer unidos en el matrimonio monógamo, y la primera forma de opresión de clase es la del sexo femenino por parte del sexo masculino”.15

El análisis marxista y la lucha de clases es la base de la dialéctica género vs sexo. Hoy, la lucha de clases no es la social-obrera, sino la de los sexos. El sexo (varón) es el nuevo capitalista opresor que debe ser combatido por la clase oprimida del género (mujeres, homosexuales, bisexuales, etc.). El equilibrio humano (comunismo) se alcanzará cuando desaparezcan completamente las diferencias basadas en el sexo y cada uno, liberado de esta alienación, haya elegido su género y orientación sexual, pudiendo cambiarla según las circunstancias. Simone de Beauvoir es un claro testimonio cuando afirma: “hasta que la familia, el mito de la familia, el mito de la maternidad y el instinto materno no desaparezcan, las mujeres estarán oprimidas.”16 Más cruda y marxista aún es su afirmación: “Cuando esos mismos médicos “bien pensados” exaltan la maternidad, afirman que el feto forma parte del cuerpo materno, que no es un parásito que se alimente a sus expensas. Se ve cuán vivo es todavía el antifeminismo en ese encarnizamiento que ponen algunos hombres en rechazar todo cuanto podría manumitir a la mujer”.17

Está claro que no pocos promotores y defensores de la ideología de género se encuentran en ambientes liberales alejados de concepciones y visiones marxistas de la historia; pero también es verdad que son más bien raras las posiciones marxistas que no les ofrecen su apoyo. Estamos ante un coctel de marxismo y liberalismo, cuyo resultado es la imposición de un pensamiento único que aplasta, como ya lo hicieron los carros armados, a todo aquel que no se alinea. El libro de Michel Onfray, Théorie de la dictature,18 es paradigmático porque salido de la pluma de un filósofo ateo, de izquierda y “come curas”, pone de manifiesto que la ideología de género ha creado una sociedad totalitaria, que niega la naturaleza humana y destruye la libertad. Una sociedad que “mantiene un control continuo”, que “uniforma la opinión pública”, que “borra el pasado y reescribe la historia”.

De la deconstrucción a la confección de lo humano

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