Читать книгу La prisión, elige tu propia aventura - Ramón Díez Galán - Страница 14

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– ¿Solo tengo esas dos opciones?

Jhony te ofrece su mano al tiempo que contesta a tu pregunta.

– Así es. ¿Has venido a unirte a la familia?

– No, la verdad es que no. Soy más de ir por libre. – Contestas con seguridad. – Si es la única opción que me dejas, diría que estoy contra vosotros.

Puedes ver la cara de Jhony, parece realmente ofendido. El resto de los latinos miran fijamente a su líder esperando una respuesta.

– Eres hombre muerto. – Son las palabras que Jhony te dice al oído. – Tú vida aquí dentro va a ser un temor continuo. Cada vez que vayas al patio pensarás que puede ser tu último paseo, cada mañana te despertarás sudando y comprobarás si te hemos cortado los dedos de los pies durante la noche, y, finalmente, el día que menos te lo esperes…

Jhony no termina su frase, en vez de ello, saca un pequeño cuchillo de su bolsillo y lo aprieta contra tu barriga.

– Bienvenido a tu peor pesadilla.

Valero se acerca a la mesa. Jhony esconde el cuchillo en la manga de su camisa.

– Bueno, ya se ha acabado la fiesta. – El veterano vigilante impone su autoridad. – Es la hora del trabajo, vosotros vais a ir a jardinería, el nuevo se viene conmigo a la lavandería.

Caminas con Valero, piensas en decirle que has sido amenazado de muerte, no sabes si puedes confiar el él.

– Bueno “nuevo”, ya me darás las gracias en otro momento, a esos latinos no les gusta hacer nuevos amigos, y menos tan claros de piel como tú. Vas a encargarte de lavar las sábanas de toda la prisión, espero que las dejes bien blancas.

Entráis en la sala de la lavandería, allí hay unos 15 presos, entre ellos están Armando y el Jefe. Tu compañero de celda te saluda con un gesto amigable. Valero con su característica falta de simpatía te muestra tu puesto de trabajo.

– Una a una, tienes que limpiarlas todas, usas el jabón, luego echas agua y las pones a secar, fácil, ¿no? El agua caliente no funciona bien, tendrás que utilizar agua fría.

Comienzas a trabajar pensando en lo sucedido con los latinos, eres el enemigo de una banda de asesinos locos, esto puede dificultar un poco tu huida de la prisión.

El Jefe se acerca a ti, sonríe y te habla.

– ¿Sabes por qué estás aquí? ¿Por qué sigues vivo? Gracias a mí, yo le he dicho a Valero que te traiga. Ya conozco tu historia, nuevo, tengo grandes planes de futuro contigo, amigo mío. Armando me ha contado todos los detalles.

Te sorprende que tu compañero haya revelado tu secreto.

– ¿Cómo?

– No ha tenido otra opción, como ya sabes bien, aquí toda la información debe pasar por mí. Debo decirte que estoy impresionado, resulta que eres una caja de sorpresas. Ahora escúchame atentamente, tendrás mi protección, te mantendré con vida y, quizás, incluso consiga sacarte de aquí, pero debes hacer una cosa por mí.

La propuesta te parece interesante.

– ¿Qué cosa?

– Matar a un guardia de la prisión, con veneno, nada de sangre. Es un cerdo que no ha aceptado trabajar para mí. Si lo haces, vivirás para contarle esta historia a tus hijos.

Tu corazón palpita mucho más rápido de lo normal, asesinar no estaba entre tus planes, y menos a una persona que no conoces, podría ser un padre de familia. Pero, por otra parte, necesitas salir de la prisión, y no podrás hacerlo si los latinos te cortan en pedazos. Dudas unos instantes antes de responder.

– ¿Y si no lo hago?

– Me habrás decepcionado. – El Jefe cambia su tono de voz por uno mucho más dramático. – Y no podré garantizar tu protección. ¿Qué me dices? ¿Lo harás?

Las gotas de sudor caen por tu frente. Por un lado, piensas en hacer lo que te pide el Jefe y así tener un poderoso aliado, pero matar a una persona es demasiado para ti, también consideras la opción de hablar con uno de los guardias y contarle que Jhony tenía una navaja.

El Jefe te mira a los ojos, su mirada refleja que está esperando una respuesta.


Si aceptas el trabajo que te pide el Jefe, ve a la página 99


Si prefieres negarte a hacer lo que te pide el Jefe y vas a hablar con un guardia sobre los latinos, ve a la página 33

La prisión, elige tu propia aventura

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