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Introducción

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Desde hace varias décadas, los estudios sobre el “mundo del trabajo”1 han tenido una importante difusión en la Argentina. Las investigaciones realizadas desde los años 70 por reconocidos historiadores europeos como Edward P. Thompson, Eric Hobswbawm, Josep Fontana, o Raphael Samuel,2 entre otros, trajeron como consecuencia un notable crecimiento en las producciones históricas locales. Muchos de sus trabajos desarrollaron problemáticas vinculadas al mundo del trabajo desde perspectivas muy distintas: estudios culturales, historia social, procesos de formación de la clase trabajadora, microhistoria, historia desde abajo o tópicos que vinculan a la clase obrera y la educación. A la vez, numerosas investigaciones fueron focalizando sus temáticas de indagación en multiplicidad de áreas, como los estudios sobre empresas, el sindicalismo y sus relaciones con el Estado, o la reconstrucción del mundo urbano popular, por citar algunos ejemplos.

En el campo específico de la historia de las empresas, tal como lo reseñan los especialistas,3 son numerosas las producciones que en los últimos años han surgido, así como diversos son los campos de especialización y perspectivas de investigación desarrollados sobre el mundo laboral. En esta línea se enmarcan aquellos que desde la historia social han aportado sus enfoques para analizar las complejas relaciones que desde las primeras décadas del siglo XX asumieron empresarios y trabajadores en el marco de las plantas fabriles.4 Estas variantes interpretativas fueron abiertas con contundencia por elaboraciones que consideran que las medidas de resistencia que los obreros tomaron durante los múltiples procesos de renovación tecnológica erosionaron el poder de los empresarios en las propias fábricas en las que se implementaron políticas de organización científica del trabajo.

Claro que muchas de estas aseveraciones contienen un fuerte carácter ensayístico que, seguramente, con el correr de los años, y a partir de existencia de nuevas producciones historiográficas, nos brindará una compresión más acabada de la complejidad de las relaciones obrero-patronales en las plantas fabriles.

Precisamente la investigación que presentamos parte de este contexto de problematizaciones y analiza la naturaleza de las relaciones desplegadas entre empresarios y trabajadores en una de las empresas más relevantes de la Argentina, como lo fue la firma argentina Siam Di Tella, en este caso focalizada temporalmente desde 1935 y hasta 1955.

¿Por qué un estudio sobre la empresa Siam durante esos años? Porque, tal como desarrollaremos con más amplitud en los capítulos pertinentes del libro, fue y es considerada como una fábrica emblemática en los momentos más destacados de la industrialización por sustitución de importaciones de la Argentina.

En la memoria cotidiana de muchos argentinos de varias generaciones, la línea blanca de productos de la Siam ocupó un lugar relevante en sus propios hogares: heladeras, lavarropas y, junto a ellos, las populares motocicletas Siambretta, e incluso ya entrados los años 60, la producción de los infatigables automóviles.5

Esta trayectoria de ascenso económico de la empresa se produjo en tiempos del gobierno peronista (1946-1955), caracterizado por la implementación de un modelo industrialista de incumbencia central en el mercado interno. Además de exhibir una perspectiva y discurso político afín a los acuerdos y las alianzas con sectores industriales representativos de la llamada “burguesía nacional”.6

A partir de la aplicación por parte del capital de un conjunto de innovaciones técnicas, productivas y de formación laboral (taylorismo, fordismo, educación fabril) en los grandes establecimientos industriales, será nuestra tarea identificar cómo desde este proceso se desencadenó, de manera recurrente, una profundización en la conflictividad obrera expresada en diferentes formas de resistencia –boicot, huelgas, movilizaciones, construcción de alternativas educativas– y enmarcadas en la lucha por evitar la pérdida del control de la producción, a la vez de presentar una disputa –desde diversas dimensiones– por la hegemonía en el espacio fabril.

En este sentido, esta investigación presenta varias dimensiones, así como diversos momentos de elaboración; muchos de ellos, cristalizados en producciones y publicaciones parciales que, en su momento, presentaron algunos de los núcleos de análisis desarrollados en el cuerpo principal de este estudio. Uno de los trabajos iniciales tuvo como atención particular la organización sindical de los trabajadores metalúrgicos durante los años 30 y 40, en los tiempos en los que su gremio principal era el Sindicato Obrero de la Industria Metalúrgica (Soim), conducido por representantes obreros comunistas.

Hacia los años 90 realicé un relevamiento y una serie de entrevistas con dirigentes que aún vivían y que fueron protagonistas de aquellos acontecimientos, entre ellos su último secretario general, Muzio Girardi, y uno de los integrantes de aquella comisión directiva, Eduardo Barainca. Este trabajo se inició en el marco de una beca Conicet y culminó con la publicación del texto “El sindicalismo preperonista: de la huelga metalúrgica de 1942 a la creación de la UOM” en la revista Realidad Económica.7 Allí se planteaba la identificación, descripción e interpretación de una notable huelga, hasta ese entonces escasamente tratada, como lo fue la huelga metalúrgica de 1942. Este conflicto –analizado en el capítulo 4– no representó tan solo un conflicto salarial, sino que coincidió con un agresivo proceso de reformas e innovaciones empresariales que afectaron seriamente las condiciones de trabajo, y también los salarios de los trabajadores metalúrgicos. La extensión de la huelga, sus consecuencias sociales y políticas –fin de la hegemonía comunista, la emergencia de grupos trotskistas (escasos en número pero efectivos en sus críticas al comunismo respecto al intempestivo levantamiento de la huelga)– confluyeron, además, con pronunciamientos de trabajadores de otras corrientes políticas (sindicalistas revolucionarios, socialistas) que también cuestionaron la conducción comunista y culminaron con la creación en 1943 de un gremio nuevo, y paralelo al Soim, como lo fue la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

Hacia fines de los 90, con la finalidad de procurar documentos para continuar con la investigación sobre los trabajadores metalúrgicos, tomé contacto con el Instituto Di Tella (luego universidad). En la biblioteca del Instituto se me permitió consultar el archivo de la Siam Di Tella8 y acceder al principal texto de referencia escrito sobre la empresa, como lo fue el trabajo de Thomas Cochran y Rubén Reina9 –comentado más adelante–, además de buena parte de la documentación existente y relacionada con los trabajadores metalúrgicos. De esta manera, y al cabo de un tiempo de trabajo sobre esas fuentes, incorporo otra dimensión de análisis acerca de la relación empresarios-trabajadores, continuando con el eje de la conflictividad y profundizando en el estudio de las relaciones que oportunamente habían sido hipótesis ensayísticas de renombrados y citados trabajos, como el de Daniel James y Louise Doyon,10 especialmente referidas a la relación entre conflictividad obrera y la aplicación de innovaciones productivas por parte de los empresarios.

La renovación tecnológica llevada a cabo fue algo más que sumar nuevas maquinarias o técnicos con mayor formación. En 1941 la Siam firmó un acuerdo –el plan Reynders– con una de las corporaciones multinacionales del rubro de los electrodomésticos más importantes en esos tiempos: la empresa de origen norteamericana Westinghouse. Ese plan de “modernización productiva” fue presentado por la Siam como un acuerdo en clave de “progreso y desarrollo”. Empero, la perspectiva obrera en la propia empresa no fue la misma. Para los trabajadores significó –según afirmaban– un proceso de mayor explotación y, por ende, el inicio de un pico de conflictividad, tal como pudimos comprobarlo en la extensa huelga de 1942.

Como resultado del relevamiento del Archivo Siam, y de la incorporación de la dimensión empresarial al estudio sobre las condiciones de los trabajadores y los factores que explicaban la conflictividad obrera, preparé en 2001 el artículo “Control de la producción y resistencia obrera, Siam Di Tella 1935-1955”, publicado también por la revista Realidad Económica.11 En ese texto se analizaron las transformaciones productivas y el impacto social, enfatizando, como lo indica su título, la resistencia obrera en el marco de la firma. Parte de este material y sus principales supuestos fueron editados también en trabajos posteriores sobre historia general de la argentina, como lo fueron Historia argentina del siglo XX e Historia social argentina contemporánea.12

Por último, incorporamos la dimensión educativa o formativa. Partimos de la evidencia de que la conflictividad de los trabajadores con los empresarios –en este caso analizados en el marco de un espacio de producción fabril– no se restringía solo a cuestiones salariales; observamos que la referencia al reclamo de mejoras en las condiciones de salarios no necesariamente implicaba demandas de otra calidad de infraestructura o tiempo de recreación; en muchos casos, este tipo de reclamos por mejores condiciones de trabajo explicitaban el rechazo a las fórmulas productivistas y managerialistas, como lo fue el plan Reynders en la empresa Siam desde 1941. Asimismo, notamos que el debate y la pugna sobre cómo debían formarse los trabajadores siempre estuvo presente en la conflictividad entre el capital y el trabajo. Por eso, la cuestión educativa/formativa fue tomada en este estudio como otra dimensión de análisis a la hora de complejizar el análisis sobre el mundo del trabajo en el caso de la Siam durante 1935 y hasta 1955.

El resultado de la búsqueda de evidencias acerca de las relaciones sociales en el campo educativo fue publicado en 2007 en el artículo “Notas sobre las estrategias del capital y el trabajo en el campo educativo: control, disciplina y educación alternativa”.13

Este proceso de trabajo tuvo otro momento de articulación y revisión de problemas, formulación de nuevos interrogantes, cuando en 2009 presenté mi tesis de doctorado en la Universidad Nacional de La Plata, denominada “El mundo del trabajo en la Argentina: Estrategias productivistas y resistencia obrera. El caso de la empresa metalúrgica Siam Di Tella (1935-1955)”. En esta investigación busco articular de manera más fluida las tres dimensiones desarrolladas: estrategias productivistas, conflictividad obrera y pujas entre el capital y el trabajo por la naturaleza formativa de los trabajadores, focalizadas en el estudio de esta empresa. Incorporar nuevas fuentes del Archivo Siam Di Tella, entrevistas inéditas y precisar los alcances de la dimensión educativa fueron los ejes centrales de esta investigación, dirigida en primera instancia por el profesor José Panettieri, y tras su fallecimiento, por los profesores Marcelo Rougier y Aníbal Viguera.

De esta manera, el libro que presentamos es el resultado de la articulación de los diferentes momentos de producción referenciados, incorporando, en este caso, nuevas problemáticas, fuentes e interpretaciones adecuadas para su publicación. Está organizado en cinco capítulos, un anexo documental, otro de entrevistas y un apartado con imágenes.

En el capítulo 1 se desarrollan temáticas generales e introductorias correspondientes al proceso histórico de la Argentina de 1935-1955, con la finalidad de presentar al lector no especializado un panorama general de los acontecimientos clave para nuestro estudio del período. Asimismo, se presentan los objetivos de la investigación y el abordaje historiográfico y metodológico de este campo de estudio, focalizando como unidad de análisis la empresa Siam Di Tella y las estrategias productivas, políticas e incluso educativas diseñadas por los diferentes actores sociales participantes en la disputa por el control de la producción en el espacio fabril.14

En el capítulo 2 abordamos el marco general histórico en el que está inscripta esta investigación, particularmente en una presentación del mundo del trabajo en la Argentina, las concepciones interpretativas sobre el campo, el proceso histórico y el rol de la educación en el marco de las relaciones obrero-patronales en la etapa estudiada. La finalidad de este capítulo, por lo tanto, es dar cuenta de un análisis actualizado de este escenario historiográfico y del período histórico seleccionado, sobre todo atendiendo a las condiciones de desarrollo productivo de la industria metalúrgica, los procesos de organización gremial del empresariado y los trabajadores, así como la naturaleza y la historia de las estrategias empresariales y obreras en el campo educativo.

En el capítulo 3 particularizamos el estudio a través del análisis de las diferentes etapas en la organización de la producción y los procesos laborales en la empresa Siam Di Tella. La aplicación de un activo incentivo de modernización y racionalización del trabajo industrial será uno de los principales rasgos tratados en este capítulo. Las relaciones entre la Siam Di Tella y los trabajadores a partir de este proceso estuvieron signadas por diferentes momentos durante el período comprendido entre 1935 y 1955. Los métodos tayloristas y fordistas de organización de la producción y del trabajo encarados por la Siam tuvieron su instancia de mayor iniciativa en 1942, a partir del referido convenio con la Westinghouse. Lo que implicó una intensificación del tiempo de trabajo (reorganización de espacios productivos y tiempos laborales) sin garantizar mejoras en las condiciones del desempeño laboral. Este proceso además se desarrollaba desde 1935 en un contexto en el que la mayor parte de las industrias metalúrgicas permitía a empresas como la Siam obtener una fuerte rentabilidad. Precisamente estas reformas productivistas y managerialistas acentuaron la lucha de los trabajadores; de allí la importancia del análisis realizado en el capítulo siguiente sobre los conflictos obrero-patronales, y especialmente la huelga metalúrgica de 1942.

En el capítulo 4 se analiza la resistencia del trabajo a la pérdida del control de la producción y la lucha por la hegemonía en el espacio fabril durante el período de 1935-1946. La aplicación de nuevos ritmos de trabajo, técnicas tayloristas y fordistas para la obtención de una mayor intensificación de trabajo generó una gran extensión, organización y virulencia en las experiencias obreras que resistieron y disputaron con el capital las iniciativas productivistas, como lo demuestran las fuentes periodísticas y los documentos obreros y empresariales de la época, tendientes a lograr mayores rindes de los trabajadores. Las innovaciones organizativas obreras tuvieron su base de operaciones en la Siam Di Tella: la iniciativa de fortalecer las comisiones internas y sumar agremiaciones mixtas (capataces y obreros) e incluso, como veremos, las adhesiones más contundentes a las medidas de fuerza (trabajo a desgano, boicots, huelgas, etc.) presentaron un anclaje más duradero y efectivo en esta firma. También se analizan los efectos y la naturaleza de la disputa política entre empresarios y obreros en el campo de educación. Aquí nuevamente es posible evidenciar las estrategias de uno y otro sector de clase respecto de las concepciones y formación que los obreros debían tener. Nuevamente en este terreno la Siam tomó la iniciativa creando una escuela técnica en su planta, que resumiría muchas de las aspiraciones empresariales en este campo.

Por último, en el capítulo 5 se analiza el proceso de resistencia obrera a las estrategias productivistas del empresariado, en particular las huelgas metalúrgicas durante el peronismo y los conflictos en torno al control obrero de la productividad, especialmente en su impacto en la empresa Siam y su nivel de expansión y llegada al conjunto de la rama metalúrgica. Presentaremos argumentos para distinguir por qué los tiempos del peronismo en el gobierno (1946-1955) constituyeron un escenario particular para la Siam y los trabajadores. Desde una perspectiva económica, fueron épocas de expansión y acercamiento político por parte del Estado a la empresa, así como de obtención de nuevas y mayores reformas sociales para los trabajadores. Las acciones de resistencia laboral a partir de una progresiva y constante politización de la puja redistributiva favorecida por la política gubernamental significaron una profunda ruptura respecto de los años anteriores. Las experiencias de clase protagonizadas por los trabajadores desbordaron y resignificaron las expectativas del capital respecto del lugar disciplinador que, en tanto asalariados, los obreros debían cumplir, según sus consideraciones, en la nueva etapa. El conjunto de conquistas sociales y las luchas llevadas adelante por los obreros para garantizar y ampliar estos logros le otorgaron una dimensión y ritmo vertiginoso a la acción obrera, que justificada por la nueva etapa política, tornaba la naturaleza de sus disputas en movimientos algo más que poco confiables para los capitalistas. Los discursos gubernamentales sobre la armonía social y una identidad política amplia y ambigua como la peronista potenciaron, paradójicamente, momentos de profunda conflictividad y autovalorización obrera.15

Las acciones de lucha y resistencia de los trabajadores se expresaron también en el campo educativo. Así, desde la creación de las escuelas-fábrica hasta la formación de una universidad obrera veremos cómo se manifestó una compleja gama de experiencias que, si bien no fueron formuladas en términos clasistas, tampoco fueron diseñadas a la medida de las necesidades del capital. Por lo tanto, el desarrollo de una formación integral de los trabajadores coadyuvó, con el tiempo, a generar una conciencia política en los trabajadores –alejada de las demandas de los empresarios– que, luego del derrocamiento del peronismo, activó y radicalizó las propuestas de lucha del movimiento obrero en su conjunto.

Por otra parte, observaremos en estos años un claro apoyo del gobierno peronista a la Siam, el cual estuvo basado en que esta empresa era una clara expresión del tipo de industria de mercado interno que el Estado alentaría en su desarrollo por más de ocho años. Sin embargo, como veremos, esta nueva situación no eliminó la continuidad y virulencia de los conflictos sociales. Es más, la nueva alianza social que expresaba políticamente el peronismo –entre trabajadores y burguesía industrial– profundizó la lucha distributiva y, por lo tanto, el conflicto entre el capital y el trabajo también se trasladó al espacio social de la planta fabril. En muchos casos, las huelgas continuaron y, en otros, crecieron medidas de lucha, tales como el trabajo a reglamento, el ausentismo y las acciones de brazos caídos.

La resistencia de los trabajadores también se expresó en la ampliación de sus organizaciones en el marco de los espacios fabriles. La pugna por la legitimación de las comisiones internas –en tanto representaciones obreras de planta– tuvo como resultado el reconocimiento gubernamental de esta instancia organizativa junto a la reacción adversa de los empresarios. Las comisiones internas otorgaron un mayor peso político a los trabajadores en el seno fabril; en términos generales, significó una “transferencia de poder de la empresa a los trabajadores”.16

Los empresarios, por su parte, sostenían que en los años del peronismo se habían alterado las jerarquías en las empresas y que las comisiones internas y las políticas sociales que les otorgaban legalidad habían creado una suerte de quiebre en la ley fabril. Especialmente, objetaban, en el caso de la empresa Siam, aquellas instancias de organización obrera que dentro de la fábrica cuestionaban y disputaban los criterios de autoridad del capital para fijar unilateralmente los términos del control de la producción y la distribución de los beneficios.17

Estas luchas sociales y políticas con el capital en los años 50 tuvieron una continuidad en el proceso de politización de las relaciones de producción en los espacios fabriles durante los años posteriores al peronismo. Por ello, nos parece que los procesos de conflictividad obrera en cualquiera de sus manifestaciones expresaron la resistencia permanente del trabajo al capital agudizado, en este período histórico, por la particular relación que los trabajadores establecieron con el escenario político de la época.

Por último, analizaremos los cambios que, a partir de la llamada Revolución Libertadora se produjeron en el mundo de los trabajadores y sus organizaciones sindicales, especialmente en la empresa Siam. La proscripción del peronismo, la persecución de sus dirigentes sindicales fueron el rasgo más destacado durante esta etapa. Los empresarios, por su parte, aprovecharon el clima de época y reclamaron sanciones y castigos para buena parte de los trabajadores involucrados en las demandas sociales, especialmente para los delegados fabriles.18

Sin embargo, los empresarios de esta empresa pudieron notar ya en los primeros años del gobierno golpista que el perfil de la Siam no era el deseado por las fuerzas económicas que respaldaban al flamante elenco militar. Integrantes del gobierno de la Revolución Libertadora denunciaron a la Siam Di Tella como partidaria del gobierno depuesto. Las acusaciones fueron variadas: desde afirmar que la empresa era parte de la política de Perón hasta sostener que el gobierno poseía acciones en la empresa. La dirigencia de esta planta, tiempo después, coincidió en afirmar que uno de las causas que influyeron en tal decisión fue la imagen de empresa nacional difundida por el mismo gobierno peronista.

Diferente fue la suerte de los trabajadores frente a los nuevos tiempos: la ofensiva del capital no fue exclusivamente de orden político; muy por el contrario, esta se dirigió a renovar las estrategias de control del capital sobre el trabajo. Prácticamente no hubo empresa en la que no fueran modificadas las reglamentaciones de disciplina laboral y reemplazadas por los criterios de fijación de productividad, intensificando los tiempos de trabajo. Nuevamente, la ley del capital buscaba imponerse y recuperar toda su dimensión de control en el marco fabril. A pesar de ello, no resultó tan sencillo a los capitalistas recuperar lo que consideraban el terreno perdido. Tempranamente, los trabajadores se organizaron en una ascendente resistencia fabril y barrial, que se opuso a las prohibiciones políticas y ajustes económicos de los gobiernos militares y civiles del período.

1. Nos referiremos a las acepciones del concepto “mundo del trabajo” y sus debates e interpretaciones en el capítulo 1 de este libro.

2. Eric Hobsbawm, El mundo del trabajo. Estudios históricos sobre la formación y evolución de la clase obrera, Crítica, Barcelona, 1987; Samuel, Raphael, “Historia y teoría”, en Historia popular y teoría socialista, Barcelona, Crítica, 1984; Fontana, Josep, Historia: análisis del pasado y proyecto social, Barcelona, Planeta, 1999.

3. Jean-Paul Gaudemar, El orden y la producción, Madrid, Trotta, 1991; David Montgomery, El control obrero de la producción, Madrid, Ministerio de Trabajo, 1989; María Inés Barbero, “La historia de empresas en la Argentina: trayectoria y debates en las últimas dos décadas”, en Jorge Gelman, La historia argentina en la encrucijada: balances y perspectivas, Buenos Aires, AAHE-Prometeo, 2006, entre otros. Un análisis más detallado se puede leer en el capítulo 3 de este libro.

4. Mirta Lobato, La vida en las fábricas, Buenos Aires, Prometeo, 2001, y Elisalde, Roberto, “Control de la producción y resistencia obrera, Siam Di Tella 1935-1955”, Realidad Económica, N° 201, 2001, entre otras producciones.

5. El alto impacto económico y cultural de la Siam –la familia Di Tella, propietaria de la firma, fue también impulsora de proyectos culturales de reconocimiento internacional– se expresó en la creación del afamado Instituto Di Tella, también en los años 60.

6. Ver referencias sobre el concepto en el capítulo 4 de este libro.

7. Roberto Elisalde,“El sindicalismo preperonista: de la huelga metalúrgica de 1942 a la creación de la UOM”, Realidad Económica, N° 135, 1995.

8. Las características e historia del Archivo de la Siam están desarrolladas en el Anexo de este libro.

9. Thomas Cochran y Rubén Reina, Espíritu de empresa en la Argentina, Buenos Aires, Emecé, 1965.

10. Daniel James, Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976, Buenos Aires, Sudamericana, 1990; Louise Doyon, Perón y los trabajadores, Buenos Aires, Siglo XXI, 2006.

11. Roberto Elisalde, “Control de la producción y resistencia obrera, Siam Di Tella 1935-1955”, Realidad Económica, N° 201, 2001.

12. Roberto Elisalde et al., Historia social de la Argentina (1935-2001), Buenos Aires, Eudeba, 2018. Y María Ernestina Alonso, Roberto Elisalde y Enrique Vázquez, Historia: la Argentina del siglo XX, Buenos Aires, Aique, 2005.

13. Roberto Elisalde, “Notas sobre las estrategias del capital y el trabajo en el campo educativo: control, disciplina y educación alternativa”, Anuario IEHS, Nº 22, Universidad Nacional de Tandil, 2007.

14. La dimensión educativa/formativa en el espacio fabril representa un campo clave en la disputa por el control de los saberes de producción en la propia planta. Como veremos a lo largo de este estudio, esta problemática ha sido considerada como relevante para los investigadores sobre el mundo del trabajo en numerosos aportes. Ver referencias bibliográficas sobre educación y trabajadores en el capítulo 2 del presente libro.

15. Hugo Del Campo, Sindicalismo y peronismo, Buenos Aires, Clacso, 1983. En este trabajo se insiste que a pesar de los discursos de la conciliación entre capital y trabajo, la lucha de clases alcanzó en estos años dimensiones más que notables.

16. James, Resistencia e integración, p. 84.

17. Sobre este tema, Mónica Peralta Ramos en su clásico trabajo de los años 70: Etapas de acumulación y alianzas de clases en la Argentina (1930-1970), Buenos Aires, Siglo XXI, 1975, afirmaba que los niveles de extracción de plusvalía y tasa de beneficio habían disminuido en los años del peronismo. Esto se debía a la resistencia del trabajo y los logros políticos de la clase obrera durante el gobierno de Perón. Desde otra perspectiva teórica, una afirmación semejante es sostenida por Guillermo O’Donnell al referirse a este período como una crisis de acumulación para los sectores capitalistas debido a la interpelación de las clases subordinadas, véase capítulo 1 de El Estado burocrático autoritario, Buenos Aires, Editorial UB, 1982.

18. Las memorias y balances de Siam de años posteriores al derrocamiento del peronismo plantean que una de las razones de la crisis económica de la empresa iniciada en 1952 fue la constante indisciplina del trabajo durante los años del peronismo. Ver Memoria y balance, 1955-1956, 1957, 1958, en Archivo Siam.

El mundo del trabajo en la Argentina 1935-1955

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