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El Paradigma Biológico en el cambio terapéutico: neuroplasticidad y evidencias

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Aristófanes decía: "La juventud pasa, la inmadurez se supera, la ignorancia se puede vencer… pero la estupidez dura para siempre". Estas afirmaciones nos conducen al tema de los límites posibles de los cambios biológicos; qué, de nuestras disposiciones biológicas, puede ser modificado… y qué no.

Pero antes de referirnos a las opciones de cambio terapéutico que aporta el paradigma biológico, es preciso que nos detengamos en las evidencias relacionadas con la temática de laneuroplasticidad. La neuroplasticidad hace referencia a la habilidad de las neuronas para cambiar la manera en que están configuradas y relacionadas unas con otras, a medida que el cerebro se adapta al ambiente a través del tiempo (Cozolino, 2010). Cuánto puede cambiar nuestra biología, a raíz de nuestras diferentes experiencias, delimita en gran medida los espacios que la biología aporta para el cambio terapéutico.

La neuroplasticidad no solo hace referencia a formas de configuración o a opciones de interrelación entre las neuronas. Hace referencia también a las opciones de génesis denuevasneuronas, es decir, a laneurogénesis.Al respecto, lo que a muchos se nos ha enseñado es que las neuronas solo se reproducen hasta – digamos – los dos años de vida de un niño. Posteriormente a esto, las opciones de cambios neurales se relacionarían tan solo con configuraciones y/o con nuevas interrelaciones neurales.

Con respecto a lo anterior se ha señalado: "La sabiduría tradicional en relación a la neurogénesis en vertebrados, y especialmente en primates, ha sido que las neuronas ya no se crean después del desarrollo temprano" (Cozolino, 2010, pp. 57-58). A pesar de las evidencias en contrario, este dogma se sostuvo a través de la mayor parte del siglo xx. Sin embargo, la investigación continúa demostrando que neuronas nuevas son formadas en los cerebros de pájaros adultos (Nottebohm, 1981), en los cerebros de primates (Gould, Reeves, Fallah et al., 1999), y en los cerebros de humanos (Gould, Reeves, Graciano et al., 1999). A partir de las evidencias existentes, se puede sostener que las neurogénesis más "tardías" están reguladas por factores ambientales y por las diversas experiencias de la persona.

Los investigadores actuales sostienen que los seres humanos han mantenido la habilidad para crear neuronas en áreas involucradas en los nuevos aprendizajes, tales como el hipocampo, la amígdala, y el córtex cerebral (Gross, 2000; Gould, 2007). Los investigadores actuales han constatado también, que más altos niveles de educación, habilidades prácticas y un compromiso continuo en actividades mentales, todos correlacionan con más neuronas y con más conexiones neurales (Jacobs et al., 1993).

Estos descubrimientos, y el abandono de las creencias anteriores, son de la mayor relevancia. El neurocientista Eric Kandel, ganador del Premio Nobel (2000), ha señalado que el recién citado descubrimiento de Nottenbohm – acerca de la neurogénesis estacional en pájaros –constituye uno de los mayores cambios de paradigma en la biología moderna.

Los investigadores actuales sintonizan bien con afirmaciones como la siguiente: "Hoy, la plasticidad es comprendida como un principio básico, que opera en los cerebros saludables, a cualquier edad. Más que carente de plasticidad, el cerebro adulto es visto ahora como teniendo una tendencia incrementada hacia la estabilización neural, en tanto mantiene la habilidad para nuevos aprendizajes" (Cozolino, 2010, p. 324).

Hoy en día no está muy claro en qué grado, cuándo, hasta cuándo, y dónde, pueden reproducirse las neuronas en un ser humano. Lo que está claro es que las opciones son mayores de lo que se pensaba. Y, más allá de la génesis de nuevas neuronas, lo que está más que claro es queel aprendizaje y el cambio terapéutico serían imposibles de no existir la neuroplasticidad.

Es así que, tempranamente en el desarrollo, la neuroplasticidad se encuentra más operativa. Adicionalmente, una cuota de neuroplasticidad nos acompaña siempre. Otros territorios son "conquistables", para poder ir activando "neuroplasticidades posibles". Y, aún otros, son o se van haciendo refractarios al cambio.

Si viramos ahora el foco de nuestro análisis, el territorio del cambio terapéuticopasa a ser nuestro objetivo central. Una idea básica aquí, involucra el poderpredecirqué estrategias terapéuticas "biológicas" tienden a funcionar, y cuales funcionarán mejor con cada tipo de desajuste. En este contexto, los aportespreventivos y terapéuticosgenerados en el marco del paradigma biológico, han posibilitado ir disponiendo de múltiples opciones para el cambio; algunas con mayores evidencias de respaldo que otras.

Una línea de intervención – que aún se encuentra en estado "incipiente" – se relaciona con el uso de magnetos potentes para activar la corteza prefrontal izquierda. Esto da como resultado un ánimo mejor y está siendo usado para aliviar depresión. Incluso está siendo usado para fortalecer el sistema inmunológico el cual es afectado por el ánimo de la persona (Lisanby, 2003; Clow et al., 2003).

Entre los aportes terapéuticos "biológicos" de mayor relevancia, se encuentranel ejercicio sistemático, la regulación de la dieta, la relajación neuro muscular, las terapias hormonales, algunas líneas de psico cirugía, algunas aplicaciones de la terapia electro convulsiva y, muy especialmente, la psicofarmacoterapia.

El adecuado descanso, involucra un aporte para la capacidad para disfrutar y en el territorio de la prevención; del mismo modo, la actividad física hace también sus contribuciones.

En el último tiempo, se ha venido demostrando que unsueño reparadores imprescindible para funcionar bien en estado de vigilia. En un estudio realizado en la Universidad de Rochester (Nedergaard, 2013), se demostró que, mientras se duerme, se echa a andar un sistema de limpieza a nivel cerebralel cual "barre" los desechos y toxinas que producen las células nerviosas cuando las personas están despiertas.Se demuestra aquí que el cerebro tiene estados funcionales diferentes cuando la persona duerme y cuando está despierta.

Por otra parte, el aporte delejercicio sistemáticono pareciera ser menor. En el ámbito de la salud física, el ejercicio sistemático tiende a reducir la presión arterial, a elevar el colesterol "bueno", a mejorar el trabajo de los pulmones, y a aumentar la circulación de la sangre y la absorción de oxígeno. Adicionalmente, ayuda a controlar el peso y a aumentar la masa corporal. No es de extrañar entonces, el resultado de un estudio realizado con gemelos de Finlandia; tras un seguimiento de 20 años, se concluyó que el ejercicio ocasional reduce el riesgo de muerte en un 29%, y el ejercicio diario sistemático reduce el riesgo de muerte en un 43% (Kujala et al., 1998).

En el ámbito psicológico, el ejercicio sistemático facilita la producción de endorfinas, las así llamadas "hormonas de la felicidad"; estas se asocian con relajación, con placer, con alivio del dolor, con ánimo positivo y con bienestar corporal. Las personas que realizan ejercicios físicos sistemáticos tienden a tener mejor autoestima y tienden a sentirse más atractivas. Es más común el que personas sedentarias presenten síntomas depresivos. Es así como asistir regularmente a un gimnasio, andar en bicicleta, correr, nadar, etc., puede involucrar un relevante aportepreventivo.

Se ha establecido que30 minutos de ejercicio diario producen una mejoría de ánimo por alrededor de 12 horas (Sibold et al., 2008). En el territorio terapéutico, el ejercicio sistemático puede contribuir, por ejemplo, a aliviar el estrés, los síntomas de ansiedad y los síntomas depresivos. En un estudio realizado por el Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas (Dunn et. al., 2005), se encontró que las personas entre 20 y 45 años, que padecían de depresiones leves o moderadas, se beneficiaban al realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico de tres a cinco veces a la semana; reducían entre un 30 y un 50% los síntomas de depresión al cabo de 12 semanas. Aunque el estudio indica que los efectos antidepresivos del ejercicio físico tienden a ser similares a los alcanzados vía psicoterapia o vía medicación, todo parece indicar que lo más criterioso sería estar abiertos a ir integrando estas opciones, en función de los requerimientos de cada paciente.

Los hallazgos precedentes pasan a ser confirmados por otras investigaciones que recorren un camino inverso, es decir, se centran en lo que ocurre cuando las personas dejan de realizar ejercicios físicos sistemáticos. En una investigación realizada por el Departamento de Psicología Médica de la Universidad de Maryland (Berlin et. al., 2006), se concluyó que interrumpir bruscamente el ejercicio aeróbico se traduce en síntomas de ánimo depresivo, fatiga, y pérdida de vigor.

Un estudio reciente – realizado con ratas – contribuye a esclarecer las ventajas y desventajas de la ejercitación. Jeffrey Woods (2005) infectó con influenza a un número importante de ratas. A continuación dividió a las ratas en tres grupos. El primer grupo descansó. El segundo grupo corrió por 20-30 minutos en forma relajada (casi como caminar rápido). El tercer grupo corrió en forma extrema durante 30 minutos. Resultado: más de la mitad de las ratas "sedentarias" murió y el 70% de las que se ejercitaron en forma extrema también falleció. Y solo un 12% de las que corrieron suave y placenteramente falleció. Se concluyó que el ejercicio leve mejora la coordinación de las defensas y con el ejercicio extenuante el sistema pierde su equilibrio.

Por su parte, laregulación de la dietapuede involucrar un relevante aporte preventivo. En términos generales, una contribución esencial se deriva del reducir entre un 30 y un 50% la cantidad de calorías ingeridas por una persona de nuestro contexto social. Esto debiera significar un aumento en el consumo de pescados, pavo o pollo, de frutas y de verduras; y una moderación en el consumo de grasas de origen animal, vale decir en el consumo de carnes rojas. Es importante aumentar el consumo de fibra… contenida en legumbres, en las ya citadas frutas y verduras, y en los cereales integrales. El consumo de alimentos naturales, sin azúcar y con poca sal, ingerir alimentos ricos en vitaminas d y b12, junto con consumir alimentos ricos en calcio (contenidos en leche, crema y yogur bajos en grasas), representa un gran avance; en especial para la salud de las personas de la tercera edad (Bunout, 2005). La ingesta de agua, a su vez, facilita el buen funcionamiento de los riñones, evita la deshidratación y ayuda a la digestión. En un sentido genérico, resulta fundamental que la "nueva" dieta sea altamente nutritiva.

Un estudio longitudinal realizado con monos rhesus (Weindruch, 2005), mostró que, de los 76 animales estudiados, se mantenía con vida el 90% del grupo con dieta baja en calorías; solo el 72% del grupo "dieta sin límites" sobrevivió. Los animales con menos calorías tenían un 70% menos de grasa corporal y ninguno tenía diabetes; en el otro grupo, era frecuente el cáncer de colon, los problemas cardiovasculares y la diabetes. Adicionalmente, la apariencia estética era superior en el grupo de bajas calorías; los monos se veían más esbeltos, presentaban menos arrugas, postura corporal más erguida, etc.

En otro estudio realizado con monos rhesus (Ricki Colman 2009), se trabajó durante 20 años administrando una dieta reducida en calorías, pero enriquecida en un 30% con vitaminas y minerales; el grupo control recibió una dieta normal. Al concluir el estudio el 37% del grupo "dieta normal" había fallecido; y solo un 13% del grupo "dieta especial".

En humanos, se ha establecido que los vegetarianos tienen un 32% menos de posibilidades de presentar problemas coronarios (Crowe, Appleby,Travis y Key,2013). El estudio se realizó durante 20 años, fue realizado por la Universidad de Oxford, e involucró un seguimiento de 44 mil voluntarios de Gran Bretaña y Escocia. Adicionalmente, se concluyó que los vegetarianos tienen más bajo el colesterol y presentan una menor presión arterial. Durante los años que duró el estudio, se identificaron 1235 casos de enfermedad cardíaca, 1066 casos hospitalarios y 169 muertes. El estudio resalta la importancia de consumir frutas y verduras en la dieta; pero advierte también, acerca de la necesidad de compensar las carencias de proteínas y de hierro derivadas de la falta de consumo de carne. Al respecto, la carne de soya y las legumbres pueden resultar aportativas.

Se ha venido estableciendo con claridad que una dieta adecuada ayuda a vivir mejor y a envejecer mejor. Al ayudar a prevenir enfermedades como la hipertensión, las várices, el colesterol alto, la arteriosclerosis, etc., la persona va consiguiendo una mejor irrigación corporal y cerebral, y logra mantenerse autovalente por un mayor tiempo. De este modo, el "mens sana in corpore sano", adquiere un valor adicional a la luz de la investigación Es así como una dieta adecuada, combinada con ejercitación corporal adecuada, pasan a adquirir un alto valor terapéutico y preventivo.

En suma, el alto consumo de grasas y calorías acelera el envejecimiento y facilita la génesis de enfermedades, tanto físicas como psíquicas.

Lo anterior puede ejemplificarse también en el ámbitosociológico. Por lo pronto, un japonés consume 25% menos de calorías que un norteamericano. Los japoneses consumen alrededor del 10% del pescado que se consume en el mundo, y su dieta promedio es alta en el consumo de frutas y verduras. La expectativa de vida en Japón es de 86 años para las mujeres y de 79 años para los hombres (en Chile es de 79 y 73 años respectivamente). En comparación con los estadounidenses, los japoneses sufren un 80% menos de ataques cardíacos, presentan un 30% menos de riesgo de cáncer, diabetes, demencia senil y obesidad; el nivel de obesidad de Japón es de 3%, comparado con el 11% de Francia y el 32% de Estados Unidos (Suzuki, 2006). Se trata de una constatación, a nivel social, de las muy probables ventajas físicas y psicológicas de una adecuada regulación de la dieta.

Larelajación neuro muscularconsiste en generar relajación a partir de cambios físicos, para culminar en cambios psicológicos. Una buena exponente de esta técnica es la relajación progresiva (Jacobson, 1938). La técnica ha impuesto sus términos, en la medida que constituye una forma de alcanzar relajación "físico/psíquica" por vías plenamente "naturales". Sobre la base de contraer y relajar diferentes grupos musculares, se va generando una relajación física; esta paulatinamente se va haciendo extensiva al mundo psicológico. La técnica involucra una actividad eminentemente "biológica", no genera efectos colaterales indeseados, y puede ser utilizada sola o en combinación con otras estrategias. La persona puede relajarse antes de enfrentar situaciones estresantes; o bien antes de intentar dormir, en el caso de padecer algunos tipos de problemas de insomnio (Morin, 2002); o bien la técnica puede ser combinada con el uso de imaginería, en la línea de la desensibilización sistemática (Wolpe, 1958). Aun cuando el tema requeriría de múltiples precisiones, el aporte de la desensibilización sistemática – como estrategia clínica para eliminar o atenuar diversos tipos de ansiedad – se encuentra bien documentado (Spiegler y Guevremont, 1998).

Como es de amplio conocimiento, elsistema endocrinoestá constituido por glándulas que vierten en el torrente sanguíneo diferentes hormonas; estas constituyen una especie de "mensajeros químicos", capaces de activar diferentes células, ubicadas a distancias muy variadas. El sistema endocrino humano desarrolla una función de integración, y contribuye a regular y a mantener el equilibrio homeostático. En este sentido, "las hormonas influyen en el crecimiento del cuerpo. Inician, sostienen y detienen el desarrollo de las características sexuales primarias y secundarias; influyen en los estados de activación y consciencia, sirven de base para los cambios de humor y regulan el metabolismo, que es el ritmo al que el cuerpo consume la energía que almacena. El sistema endocrino favorece la supervivencia de un organismo, al combatir infecciones y enfermedades" (Gerric y Zimbardo, 2005, p. 78).

El balance endocrino puede verse perjudicado por alteraciones a nivel de la secreción, de la transmisión y/o de la recepción, generando a su vez diferentesendocrinopatías.Las endocrinopatías requieren de variados tratamientos, pudiéndose llegar incluso al territorio de las intervenciones quirúrgicas; muchas endocrinopatías constituyen una clara invitación al uso de diversos tipos deendocrino terapias.

Algunas alteraciones endocrinas repercuten muy significativamente en la dinámica psicológica. El hipertiroidismo, por ejemplo, involucra una tiroides demasiado activa, y la persona tiende a ser delgada, tensa, excitable, nerviosa; las líneas terapéuticas aquí pueden variar desde el uso de fármacos – que específicamente bloqueen la síntesis y liberación de hormonas tiroídeas – hasta la cirugía, que remueva partes de la glándula tiroides. En una dirección opuesta, el hipotiroidismo involucra una tiroides poco activa, lo cual puede traducirse en inactividad conductual, somnolencia, lentitud y obesidad; en estos casos, la administración de hormonas tiroídeas (t3y/o t4), puede ser el camino terapéutico adecuado. También en la línea de las endocrino terapias, pacientes con problemas en la regulación del ciclo sueño/vigilia pueden verse favorecidos ingiriendo hormonas; es así como la administración de melatonina (única hormona que secreta la glándula pineal), puede contribuir a restablecer el "reloj biológico" (Coon, 2005). Sujetos experimentales inyectados con melatonina se tornan somnolientos, lo cual es consistente con el hecho de que la glándula pineal aumenta su secreción de melatonina en las noches, y la detiene al amanecer.

Desbalances hormonales ligados a la menstruación, a embarazo, parto y lactancia, a inicios del climaterio o irrupción de la menopausia, etc., pueden requerir del uso de psicofármacos; o de terapia de reemplazo de estrógenos, la cual involucra la administración de estrógenos sintéticos. Estudios más recientes, sin embargo, han venido cuestionando las ventajas de administrar estrógenos para combatir los efectos indeseados de la menopausia; su utilización puede traducirse en mayor riesgo de cáncer de mama, de enfermedades y acelerar otras condiciones asociadas con el proceso de envejecimiento (Herrington y Howard, 2003).

Los aportes de la oxitocina han venido siendo enfatizados en el último tiempo, particularmente en relación a la convivencia social:

Zoe, Donaldson y Young (2008) realizaron una muy interesante investigación con pequeños ratones denominados campañoles. Una de las especies de campañoles – el campañol de la pradera – sería un ciudadano modelo en una sociedad humana: se emparejan de por vida, son leales y fieles, son padres responsables, etc.

En contraste con los campañoles de la pradera, los campañoles de la montaña forman sociedades sexualmente promiscuas; los machos de esta especie serían – en términos humanos – unos "picaflores". Estos se aparean con cualquier hembra de los alrededores, la embarazan y luego la abandonan dejándola a cargo de sus hijos. De ser abandonados en una habitación grande, los campañoles de la montaña evitan a los otros miembros de su especie prefiriendo aislarse en un rincón. Por el contrario, en el contexto de una habitación grande, los campañoles de la pradera tienden a juntarse en pequeños grupos.

Los investigadores lograron precisar el rol diferencial que la oxitocina juega en estas conductas sociales y sexuales. Los monógamos campañoles de la pradera poseen muchos receptores para la oxitocina, en una determinada región del cerebro. Sin embargo, en los promiscuos campañoles de la montaña hay una escasez de estos receptores en esa misma región. Adicionalmente, cuando los investigadores manipulan los cerebros de los campañoles de la montaña – para incrementar el número de receptores de la oxitocina – el campañol solitario repentinamente se torna "extrovertido" y sociable, como sus "primos" de la pradera.

En humanos, la oxitocina pareciera estar ligada al fortalecimiento de los lazos tempranos entre madre e hijo. Adicionalmente, la hormona ha sido utilizada para combatir el autismo. En un estudio realizado por Andari et al. (2010), se trabajó con trece sujetos autistas. Después de la inhalación de oxitocina, los pacientes mostraron un significativo incremento en sus interacciones sociales e informaron sentimientos de mayor autoconfianza. El aporte de esta endocrinoterapia no fue menor, considerando las enormes dificultades que involucra el tratamiento de pacientes autistas.

En un interesante estudio, relacionado también con la oxitocina, se descubrieron algunas bases genéticas para el optimismo, para la autoestima alta, y para el autocontrol. El estudio, realizado por Shelley Taylor (2011), focalizó la mirada en el gen oxtr, receptor de la oxitocina. Este gen, presenta dos alelos, el a y el g. Las personas que presentan el alelo a, tienen más bajos niveles de optimismo, de autocontrol y de autoestima; presentaban también una mayor vulnerabilidad al estrés, pobres habilidades sociales, tendencia a la depresión y, en general, peores índices de salud mental. En cambio, las personas que presentaban dos alelos g, mostraban altos índices de optimismo, de autocontrol, y de autoestima. La importancia de este estudio es tal, que amerita con creces ser replicado.

Las aplicaciones de lapsicocirugíatienden a ser fuente de polémicas. La lobotomía frontal, por ejemplo, es un procedimiento en el cual son removidas células nerviosas que conectan los lóbulos frontales con el resto del cerebro. Iniciada por Moniz en los años treinta, durante los 20 años siguientes el procedimiento fue aplicado a más de 35 mil pacientes norteamericanos, severamente perturbados; y Moniz fue distinguido con el Premio Nobel (1949). El procedimiento ha sido usado para tratar depresión, agresión, ansiedad, esquizofrenia y dolores severos. Desde los años cincuenta, la lobotomía ha venido cayendo en descrédito a raíz de los graves y frecuentes daños colaterales involucrados (letargia permanente, personalidad impulsiva, convulsiones, etc.); de este modo, con frecuencia el costo ha sido mayor que el beneficio. Con el desarrollo de los psicofármacos, la psico cirugía ha tendido a practicarse mucho menos (Feldman, 2005). Aun así, algunas líneas quirúrgicas han resultado aportativas; por ejemplo, la citada extirpación de la glándula tiroides. También la extirpación de tumores cerebrales puede traducirse en un fuerte alivio psicológico. La "hemisferectomía" – que involucra la remoción de las conexiones interhemisféricas – ha sido utilizada con relativo éxito en el caso de tumores cerebrales malignos y de epilepsias intratables (Corsini, 2002). Adicionalmente la psico cirugía, guiada por resonancia nuclear magnética y escáner, ha aportado una mayor precisión en la ruptura de los circuitos involucrados en desórdenes obsesivo-compulsivos severos, en depresiones extremas, y en pacientes muy agresivos (Sachdev y Sachdev, 1997).

El tema de laterapia electro convulsivaha generado controversia desde sus inicios. En suma, el electroshock administra una fuerte corriente eléctrica – de voltaje distinto según la modalidad – de modo de impactar abruptamente los circuitos cerebrales del paciente. En sus comienzos, muchos pacientes sufrían daños musculares e incluso ataques cerebrales. Introducido en 1938, el electroshock ha recorrido el camino inverso al de la lobotomía: fuerte desprestigio inicial, evolucionando hacia un prestigio creciente. Indicado para el tratamiento de depresiones muy severas, resulta inefectivo para el tratamiento de otros desórdenes psicológicos. En términos genéricos, luego de seis sesiones de electroshock en dos semanas, el 80% de los pacientes deprimidos mejora notablemente (Coffey, 1993). Con los años, el procedimiento se ha venido "humanizando" a través del uso de anestesia, de relajantes musculares, y de abreviaciones en la duración de cada "shock"; si bien hay pérdida de memoria para el período de tratamiento, no se presenta un daño cerebral estable pesquisable (Myers, 2001). Solo en los Estados Unidos, 100 mil personas al año reciben tratamiento electro convulsivo (Fink, 2000). No obstante su mayor sofisticación, no obstante su "new look" y sus buenos resultados, y el lograr salvar a muchos suicidas potenciales, el electroshock debe emplearse solo cuando otros tratamientos resulten ineficaces (Eranti y McLoughlin, 2003). Hoy en día, esta terapia sigue manteniendo una cuota alta de enemigos; estos no le perdonan su historia, y no dejan de calificarla como un tratamiento inhumano.

Lapsicofarmaco terapiaes, por lejos, el tratamiento biomédico de más amplio uso en la actualidad. Mediante el uso de medicamentos que modifican el operar de los neurotransmisores, corrige desajustes psicológicos; se trata dereducirla actividad en determinadas sinapsis, inhibiendo los neurotransmisores y/o bloqueando las neuronas receptoras. Otros fármacos actúan por la vía opuesta:aumentanla actividad de ciertos neurotransmisores y de ciertas neuronas, para permitir a su vez que determinadas neuronas se activen con mayor frecuencia (Feldman, 2005).

No se trata de intentar aquí dictar un curso de psicofármaco terapia; no es el lugar, ni soy la persona indicada para hacerlo. De este modo, destacaremos algunos hitos significativos, consistentes con la temática que estamos fundamentando, comenzando por señalar que el objetivo de la psicofármaco terapia "es la supresión de síntomas, lograr un regreso al funcionamiento premórbido, y prevenir recaídas y cronicidad. La respuesta a la farmacoterapia es evaluada monitoreando la frecuencia y severidad de los signos y síntomas de un desajuste específico" (Thase y Jindal, 2004, p. 749).

Por su parte, la United States Food and Drug Administration (fda), antes de aprobar el uso de una medicación psicotrópica, exige que se completen al menos dos estudios de comparación conplacebos; en relación a la seguridad y efectos colaterales, se exigen estudios de entre mil y dos mil pacientes tratados con el nuevo medicamento.

Hacia 1955, la introducción de la clorpromacina y otras drogas antipsicóticas, se tradujo en un descenso dramático de los enfermos mentales confinados en hospitales estatales y rurales en los Estados Unidos. Miles de personas retornaron a sus comunidades y hoy en día, 50 años después, la cifra de enfermos mentales hospitalizados es un 20% de lo que era en los años cincuenta. Esto se logró gracias a la psicofarmacoterapia, y a los esfuerzos políticos y legales orientados a minimizar la hospitalización involuntaria. Sin embargo, aun cuando el aporte de los antipsicóticos fue espectacular, el proceso no estuvo exento de problemas; para aquellos incapaces de cuidar de sí mismos, la liberación del hospital se tradujo más bien en desamparo y abandono, incrementando de paso la población de "homeless".

Muchos psicofármacos han demostrado su utilidad en la terapia de los desórdenes psicológicos; en estudios de doble-ciego, han logrado superar significativamente al efecto placebo. "Aun cuando tales drogas no curan los desórdenes mentales, pueden – cuando son utilizadas apropiadamente – producir un alivio significativo de los síntomas" (apa,Dictionary of Psychology, 2007, p. 755).

Los fármacosantipsicóticos,por ejemplo, aportan una gran ayuda a pacientes esquizofrénicos en fase productiva, es decir, a aquellos que presentan delirios y alucinaciones. Pacientes que presentan otra sintomatología – por ejemplo, apatía o aislamiento – a menudo no responden bien a la medicación antipsicótica (Lehman et al., 1999). En la actualidad, la clozapina constituye una muy buena alternativa para la terapia de esquizofrénicos en fase no productiva; sin embargo, en un 1 a 2% de los casos, tiene un efecto negativo sobre los glóbulos blancos (Wahlbeck et al., 1999). A su vez, la tasa de recaídas tiende a ser grande, cuando los pacientes dejan de tomar los fármacos antipsicóticos; un 75% vuelve a presentar síntomas durante el año siguiente; y, en los largos plazos, prácticamente todos terminan recayendo (Gitlin et al., 2001). Incluso los pacientes que continúan tomando la clozapina, por ejemplo, presentan un 15 a un 20% de probabilidades de recaer (Leucht et al., 2003).

Un tema de la mayor importancia, se refiere al uso de antipsicóticos en combinación con psicoterapia. En psicóticos, la farmacoterapia sola – aun cuando sea efectiva – tiende a no aportar en territorios de alta relevancia: dificultades interpersonales, logros vocacionales, pobreza en la capacidad de resolución de problemas, etc. Por otra parte, la psicoterapia sola tiende a ser inefectiva en el tratamiento de psicóticos. Por lo tanto, "agregar psicoterapia a la farmacoterapia, podría apuntar a disminuir la disfunción psicosocial o a mejorar la calidad de vida, sin tener un efecto directo sobre la esencia de la problemática psicótica del desorden mental" (Thase y Jindal, 2004, p. 744).

Los aportes del Ritalín (metilfenidato) marcan un hito en el abordaje terapéutico de los niños condéficit atencional e hiperactividad. Existe, desde hace más de 60 años, aunque su auge se inició a comienzo de los noventa. Puesto que entre el 3 y el 5% de los niños presentan estos problemas, los aportes del fármaco no han sido menores. En la gran mayoría de los casos, el medicamento logra "lentificar" al niño y aumentar su capacidad de concentración. En un sentido genérico, el Ritalín tiende a reducir las conductas agresivas, disruptivas e inapropiadas; por ejemplo, el niño se torna menos negativo, más receptivo a los padres y menos impulsivo en la sala de clases. Por supuesto, el Ritalín no funciona igualmente bien en todos los aspectos del déficit atencional y/o de la hiperactividad; tampoco funciona con igual eficacia en todos los pacientes (Garber, Daniels y Spizman, 1996). Es un estimulante del sistema nervioso central y se asume que es un activador del tronco cerebral y de la corteza. Entre sus efectos secundarios más frecuentes se encuentran el nerviosismo, el insomnio y la disminución del apetito. Más recientemente se ha desarrollado Concerta, un comprimido que también libera metilfenidato, pero en forma gradual durante 12 horas. Por su parte el Focalín es dos veces más potente que el Ritalín y tiene menos efectos secundarios. En 2006, la fda aprobó el Daytrana, parche transdérmico a base de metilfenidato. Anualmente, el Ritalín y sus derivados venden sobre tres mil millones de dólares en los Estados Unidos.

Recientemente, sin embargo, un estudio ha cuestionado fuertemente los aportes de los psicofármacos en niños con déficit atencional (Riddle, 2012). En un seguimiento de 186 niños de seis años, realizado en el hospital John Hopkins, se constató que el 90% de los niños tratados con psicofármacos seguían presentando los mismos problemas de hiperactividad, de bajo control de impulsos y/o de déficit atencional. En un sentido genérico, la terapia conductual y cognitivo-conductual aportaban más que la farmacoterapia.

Los diversosansiolíticostienden a ser usados en el trastorno de ansiedad generalizada, en diferentes fobias, en ansiedad social, en crisis de pánico, etc. Ansiolíticos como el Valium o el Librium, logran deprimir la actividad del sistema nervioso central; reducen la tensión y la ansiedad, sin causar excesiva somnolencia. Sin embargo, dado el hecho que abaten los síntomas sin resolver los problemas que los generan, tienden a ser consumidos en exceso, con lo cual se va produciendo una dependencia psicológica; el alivio inmediato pasa a ser muy reforzante para la futura ingesta del psicofármaco (Myers, 2001).

También es necesario destacar el aporte que ha venido realizando el Viagra (sildenafil) en el ámbito de las disfunciones eréctiles. Aprobado su uso en 1998 – para los Estados Unidos – el medicamento bloquea las enzimas que inhiben la erección. El medicamento por sí solo no produce erección, y se requiere de una estimulación erógena adicional. Además, presenta muy diversas contraindicaciones, en especial para personas con problemáticas cardíacas. Con todo, el Viagra ha venido aprobando su examen final; a través de sus pocos años de uso, ha mostrado alrededor de un 75% de éxito (LoPiccolo y Van Male, 2005). Tan exitoso ha sido el impacto del Viagra, que ha logrado que se cuestione el sentido de seguir usando terapias psicológicas para las disfunciones de erección: "La fuerza de la evidencia para el sildenafil es tal (Burls et al., 2001; Fink et al., 2002) que genera preguntas obvias y razonables acerca del sentido de los tratamientos psicológicos en la situación actual" (Roth y Fonagy, 2005, p. 370). Por supuesto, el Viagra no produce en el usuario el perfil de un "latin-lover"; pero sí facilita la erección… y la confianza en la erección. Dado el alto número de personas que presentan problemas de erección, el uso del Viagra ha significado un aporte eficiente y significativo para millones de personas a través del mundo.

Un especial motivo de preocupación surge en torno al consumo dehipnóticos, los cuales son de uso habitual en personas con problemas de insomnio. Para el año 2010 en los Estados Unidos, se estimó que entre el 6 y el 10% de la población adulta utilizó hipnóticos en forma sistemática (Petersen, 2011). Ya en 1979 un estudio de la American Cancer Society había encontrado que el consumo de hipnóticos se asociaba con "muertes excesivas"; puesto que el tema no era el objetivo central del estudio, estos datos fueron desperfilados.

Una investigación reciente sobre los efectos de los hipnóticos ha arrojado resultados francamente alarmantes. En un estudio de Kripke, Langer y Kline (2012), se trabajó con una muestra de 10.529 pacientes con cáncer -pertenecientes al – "Geisinger Health System" – que recibieron la prescripción de utilizar hipnóticos, y con una muestra control de 23.676 pacientes sin prescripción de hipnóticos; el promedio de edad de las muestras fue de 54 años. Las muestras fueron ajustadas en términos de enfermedad, edades, género, fumar, masa corporal, estatus marital, uso de alcohol, etc. A continuación, se hizo un seguimiento entre los años 2002 y 2007. Durante el período de seguimiento, aquellos que utilizaron hipnóticostuvieron una mortalidad cuatro veces mayorque quienes no los utilizaron. Dada la relevancia de estos resultados se hace imperativo el generar réplicas a esta investigación.

Otra vertiente significativa de la psicofarmacoterapia, se relaciona con el uso de las sales de litio. Descubierta su utilidad en los años cuarenta, aún hoy no se conocen sus mecanismos operativos. Una cifra bastante "confiable" se refiere a su utilidad en el tratamiento deltrastorno bipolar. En estudios controlados con placebo, el 78% de los pacientes maníacos responde bien al litio. De los pacientes bipolares en fase depresiva, el 79% tienden a responder bien al litio (Silva, 2006), aun cuando en ocasiones se requiere del apoyo adicional de un antidepresivo. La administración de litio puede adquirir también un carácter preventivo en relación a eventuales fases maníacas (Feldman, 2005). En la vertiente "negativa", se puede señalar que cuando se retira el litio, el trastorno tiende a reaparecer. Por otra parte, los efectos colaterales del litio – tales como temblores, trastornos de memoria, alzas de peso, etc. – , no son menores; aun así, los beneficios tienden a ser significativamente mayores.

El uso deantidepresivosinfluye modificando afectos, cogniciones y conductas. De especial importancia para nuestro análisis, es el hecho que el mero uso de antidepresivos – sin mediar psicoterapia alguna – tiende a modificar el estilo cognitivo en pacientes deprimidos. "Estudios comparativos típicamente encuentran que la farmacoterapia u otras intervenciones pueden producir tanto cambio en la cognición como lo hace la terapia cognitiva" (Hollon y Beck, 2004, p. 453). Lo probable aquí es que el medicamento genereafectosmás positivos; éstos a su vez pasarían a facilitar la génesis de un estilo cognitivo positivo, que les sea consistente.

Gran parte de los antidepresivos funcionan incrementando la disponibilidad de los neurotransmisores norepinefrina o serotonina; estos elevan el arousal y el ánimo, y se presentan como escasos durante la depresión. La fluoxetina (Prozac), por ejemplo, bloquea la reabsorción y la remoción de la serotonina en las sinapsis; el Prozac y sus "parientes" – tales como el Zoloft y el Paxil – son los psicofármacos más prescritos en la historia de la psiquiatría (Kaufman, 1999). En términos genéricos, los antidepresivos demoran alrededor de cuatro semanas en producir sus efectos en plenitud. Y, en relación al grado y duración de los efectos antidepresivos, el tema resulta aún controvertido. También en estos territorios faltan investigaciones más precisas y confiables, y son muchos los intereses en juego: farmacoterapia versus psicoterapia, intereses económicos de los laboratorios, situación económica de los usuarios, etc. Incluso muchos investigadores mantienen una fuerte dependencia económica de los laboratorios, lo cual arroja fundadas sospechas acerca de su imparcialidad (Choudhry, Stelfox y Detsky, 2002). Más aún, se ha constatado que alrededor de un tercio de los estudios realizados con antidepresivos nunca se publica, y esto parece estar relacionado con las conclusiones de cada estudio; en el sentido que los resultados deficientes se tienden a ocultar (Turner, 2007). Por todo esto, dar cifras "confiables" no resulta nada fácil.

Al igual que lo que tiende a ocurrir con múltiples medicamentos,no hay un antidepresivo que sea ideal para todos los pacientes; algunos pacientes responderán mejor a unos; otros, a otros (Silva, 2006). Sintetizando los hallazgos, se puede decir que la "mayoría" de los pacientes indicados para farmacoterapia se beneficia sustancialmente del uso de antidepresivos del tipo Prozac u otros. Adicionalmente, los antidepresivos tienden a superar consistentemente a la psicoterapia, en el tratamiento de pacientes depresivos severos (Elkin, 1994). Otro aspecto positivo es que, a diferencia del caso de los antipsicóticos, no serían pocos los pacientes tratados con antidepresivos en los que la depresión no regresa; incluso después de que los pacientes dejan de consumir los fármacos (Julien, 1995). El tema es de la mayor importancia, y a la vez es altamente controvertido. De ser efectiva una mejoría estable post antidepresivos – sin psicoterapia – iría en contra de la recién citada definición de la apa, la cual señala que la psicofármaco-terapia por sí sola… "no cura los desórdenes mentales".

Lo anterior pareciera ser así; pero, en ocasiones, podría no ser "tan" así.

En efecto, últimamente se está abriendo la posibilidad de que algunos psicofármacos no solo actúan a nivel de los neurotransmisores; sorprendentemente podrían actuar – también –generando neuronas. En una investigación realizada por Ohira, Takeuchi, Shoji y Miyakawa (2013), se trabajó con ratas, y se pesquisó – vía neuroimágenes – el impacto de la fluoxetina sobre el cerebro de esos roedores. En el estudio, publicado en la revistaNeuropsychopharmacology, se constató que, vía neurogénesis, la fluoxetinageneraba nuevas neuronasen la corteza de las ratas; específicamente, nuevas inter-neuronas gaba, las cuales inhiben la actividad neuronal. "Nuestros hallazgos indican que la fluoxetina estimula la neurogénesis de inter neuronas gabaérgicas, las cuales podrían tener, al menos, algunas funciones; incluyendo un efecto supresivo sobre la muerte celular… producida por isquemia (falta de oxígeno)" (Ohira et al., 2013, p. 909). Adicionalmente, estas "nuevas neuronas" ayudarían a la prevención de posibles infartos. La génesis de nuevas neuronas se producía después de algunas semanas de ingesta de la fluoxetina. Aun cuando falta por constatar este tipo de efectos en humanos, esta investigación abre la posibilidad de que los psicofármacos hagan un aporte que vaya más allá de lo que se creía. Importante… por no decir sumamente importante.

En conexión con lo anterior, viene muy al caso el siguiente pasaje aportado por Francisco Córdova, alumno de nuestro Programa de Magíster:

En la publicación "Understanding Depression" de la Harvard Medical School (Miller, 2009), se nos comunica lo siguiente:

Los investigadores están explorando los posibles vínculos entre la producción lenta de nuevas neuronas en el hipocampo y un bajo estado del ánimo. Existe un hecho interesante acerca de los antidepresivos que respalda esta teoría. Estos medicamentos aumentan inmediatamente la concentración de los mensajeros químicos del cerebro (los neurotransmisores). Sin embargo, por lo general deben pasar varias semanas antes que las personas pasen a sentirse mejor. Por mucho tiempo, los expertos se han preguntado por qué, si la depresión es principalmente el resultado de bajos niveles de neurotransmisores, las personas no se sienten mejor cuando aumentan los niveles de los neurotransmisores.

La respuesta puede ser que el estado de ánimo solo mejora a medida que los nervios crecen y forman nuevas conexiones; un proceso que tarda semanas. De hecho, los estudios realizados en animales han demostrado que los antidepresivos sí estimulan el crecimiento y mejoran las ramificaciones de las células nerviosas en el hipocampo. Por lo tanto, la teoría sostiene que el verdadero valor de estos medicamentos podría radicar en que generan nuevas neuronas (un proceso llamado "neurogénesis"), con lo que se fortalecen las conexiones de las células nerviosas y mejora el intercambio de información entre los circuitos nerviosos. Si ese es el caso, podrían desarrollarse medicamentos que estimularan específicamente la neurogénesis, con la esperanza de que los pacientes pudieran ver resultados más rápidamente que con los tratamientos actuales.

Mientras tanto, las recientes investigaciones realizadas en animales dan crédito a esa teoría. Un estudio científico realizado en 2003 determinó que cuando se bloquea la neurogénesis en los ratones, los beneficios de los antidepresivos parecen desaparecer. Después de recibir antidepresivos durante cuatro semanas, los ratones mostraron una conducta menos ansiosa o deprimida (se volvieron más atrevidos para obtener alimento en lugares bien iluminados). Estos ratones en tratamiento tenían 60% más de células dividiéndose en el hipocampo. No obstante, cuando los investigadores impidieron el crecimiento de nuevas células al bombardear el hipocampo con rayos x, el tratamiento con medicamentos no logró disminuir el comportamiento ansioso de los ratones. A pesar de que hay que seguir investigando para determinar el papel de la neurogénesis en la depresión, se trata de un interesante camino para la investigación (2009, pp. 11-13).

Desde nuestra propia óptica, a lo anterior agregaríamos posibles repercusiones en términos de prevención de recaídas. Si los medicamentos antidepresivos van logrando algún tipo de "reproducción" de neuronas, esta génesis de nuevas neuronas aumentaría la probabilidad de que la recuperación se mantenga […] una vez que el antidepresivo haya sido retirado.

El uso terapéutico de los antidepresivos, sin embargo, no está exento de problemas. No obstante el aporte de los antidepresivos, un alto porcentaje de los pacientes no muestra mejoría vía medicación antidepresiva. Según Hollon et al. (2002), este porcentaje puede alcanzar hasta un 50%. Por otra parte, las tasas de recaída no parecen ser despreciables. Por ejemplo, en un seguimiento de tres años realizado por Frank et al. (1990), pacientes tratados con imipramina tuvieron una tasa de recaída de 22%; para ser justos,es necesario señalar que en el mismo período el grupo placebo tuvo una tasa de recaída de 78,2%.Sin embargo, los antidepresivos "activos", como la imipramina, no parecen estar libres del efecto placebo; hasta un 75% del efecto de los antidepresivos se debería al efecto placebo (Fisher y Greenberg, 1997; Kahn et al., 2000).

A su vez, diversos efectos colaterales no deseados – somnolencia, sequedad bucal, alzas de peso, lengua "traposa", disfunciones sexuales, náuseas, etc. – , se presentan con bastante frecuencia a raíz del uso de antidepresivos. Por otra parte, en pacientes depresivos la tasa de abandono de los tratamientos farmacológicos (dropout), tiende a ser más alta en comparación con la psicoterapia. Según una investigación clásica de Rush et al. (1977), el grupo tratado con farmacoterapia (imipramina), tuvo una tasa de abandono 22% mayor que el grupo tratado con psicoterapia cognitiva. Este dato pasa a ser relevante a la hora de la evaluación de los resultados terapéuticos; los resultados pasan a distorsionarse a favor de la farmacoterapia, cuando solo se evalúa a los pacientes que completaron el tratamiento.

Lo anterior no involucra un cuestionamiento sustancial al uso de antidepresivos. Más bien invita a ir progresando aún más.

En el ámbito de la medicina, se ha venido constatando que "un mismo" tumor se comporta distinto en diferentes pacientes. Lo que se ha venido constatando, sin embargo, es que lo que aparentemente son tumores similares… en un sentido de fondo no lo son; suelen tener compuestos diferentes a nivel proteico, diferencias que no son perceptibles en el análisis al microscopio; y estas proteínas diferentes pueden transformarse en "biomarcadores" que ayuden a personalizar la terapia indicada para un específico tumor. En este contexto, se ha venido desarrollando un "código de barras", el cual es un verdadero escáner que permite diagnosticar diferencialmente los tumores, más allá de su apariencia idéntica al microscopio. La técnica funciona conmuestras de sangre, usando agujas finas que incluso son aplicables a nivel del fluido cerebral. Esta técnica, de personalización máxima, ha sido desarrollada por Ralph Weissleder (2014), en el contexto del Centro de Sistemas Biológicos del Hospital General de Massachusetts. Este hallazgo tecnológico, de muy fácil aplicabilidad, al personalizar la terapia permite potenciar sustancialmente los éxitos. Esta línea de trabajo, indirectamente, de algún modo muestra caminos para ir progresando en el uso de los psicofármacos. En este sentido, empalma bien con la siguiente investigación realizada con alguna antelación.

Una forma depotenciar el uso de los antidepresivos – y también de la psicoterapia –se relaciona con una investigación reciente realizada por McGrath et al. (2013). Los investigadores trabajaron con pacientes con depresión mayor… que no habían recibido antes tratamiento alguno. Y utilizaron neuroimágenes; procurando evaluar – vía biomarcadores – el metabolismo cerebral de la glucosa… en seis diferentes regiones límbicas y corticales. Para la evaluación biológica a través de neuroimágenes, utilizaron tomografía de la emisión de positrones. Las evaluaciones límbicas y corticales se realizaron con anterioridad a cualquier intervención terapéutica; y, de los 65 pacientes depresivos evaluados, 38 fueron seleccionados... por mostrar índices claros en las regiones límbicas y corticales evaluadas. Posteriormente, se asignó a los pacientes a una de dos modalidades terapéuticas: 12 semanas tomando un antidepresivo (escitalopram oxalate), o bien 16 sesiones de terapia cognitivo-conductual manualizada. Los resultados mostraron que, de las seis regiones límbicas y corticales evaluadas, la ínsula anterior derecha fue la que mostró las propiedades discriminativas más robustas a través de los grupos. El hipometabolismo de la ínsula se asoció con remisión en la terapia cognitivo-conductual… y con una pobre respuesta a los antidepresivos; el hipermetabolismo de la ínsula se asoció con una remisión vía antidepresivos, y también con una pobre respuesta ante la terapia cognitivo-conductual. Las remisiones fueron evaluadas a través de la Escala de Depresión de Hamilton (7 puntos o menos a las 10 y a las 12 semanas; los evaluadores eran ciegos a las condiciones de tratamiento). Los autores concluyen: "Si esto se verifica a través de estudios posteriores, los tratamientos específicos, basados en el metabolismo de la ínsula medidos a través de marcadores biológicos en este estudio, aportan los primeros marcadores objetivos – hasta donde sabemos – para guiar la selección inicial del tratamiento para la depresión" (McGrath et al., 2013, p. 821). Importante; más bien… muy importante.

Muy en conexión con los aportes de McGrath et al., (2013), se ubican los aportes de Craighead y Dunlop (2014). Sobre la base de la investigación existente, estos autores identifican variables predictivas, en pacientes con depresión mayor… del éxito comparativo de la farmacoterapia sola, de la psicoterapia sola, o de la combinación de ambas modalidades terapéuticas; se trata, una vez más, de ir identificando las mejores opciones terapéuticas. Los autores concluyen que, para casos de depresión mayor aguda, no hay mayores ventajas en usar farmacoterapia + psicoterapia. "Tratamientos combinados de farmacoterapia y psicoterapia demuestran su mayor ventaja en el tratamiento de trastornos depresivos mayores crónicos" (Craighead y Dunlop 2014, p. 290). A esta opción más bien nomotética, es necesario ir agregando las opciones más idiosincrásicas a medida que vaya avanzando la investigación.

Adicionalmente, la administración de los psicofármacos se ha visto enriquecida recientemente por otros avances notables. El tema se relaciona – una vez más – con metabolismos específicos que involucran a los fármacos y a los psicofármacos.

El que los japoneses tengan dificultades para beber alcohol, algo indica acerca de la presencia de metabolismos específicos en el procesamiento de sustancias; en este caso, metabolismos específicos de los japoneses para procesar el alcohol. Por otra parte, el 11% de los adultos jóvenes con colon irritable – en los Estados Unidos – , no responden bien al tratamiento farmacológico habitual. Adicionalmente, la "embriaguez patológica" que presentan algunas personas, también apunta en direcciones relacionadas con metabolismos específicos. A su vez el "efecto paradójico" de algunos medicamentos, en algunas personas, también apunta en la dirección de metabolismos específicos.

Es así que, vía metabolismos específicos para cada persona, la "medicina personalizada" está llegando también a la administración de los fármacos y de los psicofármacos.

Ya el sexo del paciente permite un primer aporte diferencial, en relación a las dosis requeridas Es así como, por ejemplo, se ha constatado que los somníferos permanecen más tiempo en el cuerpo de las mujeres que de los hombres. Y, en general, el tradicional estilo de ir ajustando paulatinamente los fármacos al paciente – con una cuota inevitable de "ensayo error" – está empezando a ser desplazado por exámenes biológicos individuales, que permiten determinar los medicamentos y las dosis adecuados a cada paciente.

Hoy en día, el 35% de los científicos cree que la medicina basada en el genoma será realidad en 20 años (Nature, 2010). En años recientes, sin embargo, ya tenemos algunos adelantos.

Por lo pronto Eva Redei (2012), en la Universidad de Northwestern, ha logrado identificar once genes que pueden hacer la diferencia entre un adolescente con depresión y uno sin ese desajuste. Ha demostrado que un simple test de sangre puede detectarlos; y hacer un diagnóstico fiable y "objetivo" de este trastorno. Esta investigadora sostiene que todas las personas tienen estos genes, pero que es preciso revisar cuán "sobre expresados" se encuentran en la sangre.

En este contexto de investigaciones, y considerando los antecedentes recién expuestos, en años recientes se ha venido desarrollando lafarmacogenómica…rama de la farmacología que estudia la influencia de las variaciones genéticas de las personas en la respuesta a los fármacos.

Aquí los polimorfismos, es decir, las pequeñas alteraciones en nuestros genes – que nos apartan de la genética compartida con la especie – van posibilitando el evolucionar desde lo nomotético a lo idiosincrásico… en la administración de los medicamentos. Adicionalmente, se va posibilitando el evitar los efectos secundarios, al menos en alguna medida.

En la Clínica Mayo, de los Estados Unidos, algunas pruebas están permitiendo esclarecer cómo cada personametabolizalos diferentes medicamentos. En esta clínica, este examen ha pasado a ser casi de rutina, realizado con el 80% de los pacientes que ingresan a esa institución. Específicamente, en la clínica han venido perfeccionando el así llamado "Genetic Testing", el cual apunta a examinar el dna, con el objeto de determinar los cambios y/oalteraciones genéticas que puedan causar enfermedad; junto con ayudar a esclarecer elestilo metabólicoespecífico de cada cual. Este test genético puede realizarse sobre la base de muestras de sangre, de pelo, de piel, de fluidos amnióticos, etc.

Como acabamos de ver, el efecto de una medicación específica sobre un paciente parece depender en una medida importante de los genes específicos de aquel. Por primera vez, los científicos del Max Planck Institute of Psychiatry han mostrado que, según la composición genética individual, los pacientes reaccionan de forma distinta a los antidepresivos. En el ámbito de la psicofarmacología, ciertos polimorfismos están siendo relacionados con los psicofármacos. Por ejemplo, ciertos polimorfismos del complejo enzimático Citocromo p450 están siendo relacionados con los fármacos antidepresivos. Adicionalmente, se ha identificado el gen fkbp-5 como un importante factor genético determinante en el efecto de los antidepresivos. Con estos nuevos hallazgos, los autores asumen que será posible planificar la terapia para la depresión de forma más eficaz. Esto supone un importante paso hacia la consecución de un tratamiento personalizado para los pacientes depresivos. Los autores concluyen que

…la eficacia clínica de una droga administrada sistemáticamente y que actúa sobre el sistema nervioso central, depende de su habilidad para pasar la barrera hemato-encefálica, la cual es regulada por moléculas transportadoras tales como las abcb1 (mdr1). Nuestros resultados indican que la consideración combinada tanto de la capacidad del medicamento para actuar como un sustrato transportador abcb1 y el genotipo abcb1 del paciente, son potentes predictores para el logro de una remisión(Uhr et al., 2008, p. 03).

Los hallazgos anteriores se avienen bien con investigaciones desarrolladas por la Universidad de Loyola, las cuales muestran que los altos niveles sanguíneos de la proteína vegf resultan predictivos del aporte efectivo de los antidepresivos Es así como el 80% de los pacientes depresivos que tenían altos niveles de vegf en su sangre, experimentaron un alivio significativo, luego de ingerir antidepresivos de última generación (Halaris, 2011). En el mismo estudio, menos del 10% de los que tenían bajos niveles de la proteína respondió al tratamiento.

De este modo, la farmacogenómica ocupa un territorio destinado a ir prescribiendo fármacos en función del perfil genético del paciente, en función de cadasignificación bológicatanto nomotética como idiosincrásica Es así como se podrá ir prediciendo que – en el universo de personas que padecen problemas similares – , algunos pacientes responderán mejor a ciertas drogas. Y que "la genética podría incluso indicar si se requiere una dosis más alta o más baja que lo usual" (Henderson, 2008, p. 161).

Hemos destacado algunos hitos relevantes en el ámbito del desarrollo y de los aportes de la psicofármacoterapia. Más allá de lo señalado, ésta puede ser aplicada a otros múltiples desajustes psicológicos: trastornos del sueño, epilepsia, bulimia, trastornos obsesivo-compulsivos, hiperactividad, trastorno de personalidad limítrofe, déficit atencional, fobia social, etc. Es preciso agregar – además – que cada día aparecen en el mercado psicofarmacos de "última generación"; algunos más efectivos, otros con menores efectos colaterales, e incluso otros con ambas ventajas.

En el territorio de los "contra", es importante destacar la mencionada importancia de los efectos secundarios de los psicofármacos. Otro "contra" fundamental, se refiere alcaráctermás bien paliativo – y no curativode gran parte de lapsicofarmacoterapia. Aun así, todo hace suponer que queda abierta hacia el futuro una avenida muy ancha; para un desarrollo creciente, progresivo, y cada vez más relevante, de una psicofármaco-terapia cada vez más aportativa y cada vez más personalizada. "Hay fundamentos para el optimismo; en el sentido que los avances en neurociencia podrían conducir al desarrollo de tratamientos más curativos, sobre la base de psicofármacos" (Thase y Jindal, 2004, p. 750). Los psicoterapeutas que no deseen asumir esto, solo están tratando de tapar el sol con un dedo.

El análisis precedente, nos permite constatar el importante rol que juega el paradigma biológico en la génesis y en la modificación de los desajustes psicológicos. Adicionalmente, una "adecuada" biología hará más difícil el ingreso de una persona al territorio de la psicopatología y de los desajustes psicológicos.La pregunta aquí se relaciona con qué se puede entender por paradigma biológico "adecuado".

Psicoterapia Integrativa EIS

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