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Cambio o variación
ОглавлениеNuestra alma ama la vida y el cambio constante, ya que la vida es una permanente transformación, un llegar a ser eterno. Nuestra existencia nos proporciona día tras día impulsos, estímulos e ideas sobre lo que debemos modificar para que la vida fluya mejor y lleguemos a ser individuos más felices. Mientras que nuestra alma se orienta hacia la vida eterna, nuestra razón se rige por lo efímero y desconoce lo demás. Por eso entendemos mal el anhelo de nuestra alma por un verdadero cambio interior, asumiendo que es solo un deseo de cambio de nuestro entorno. Así creemos que llegaríamos a estar más felices si cambiáramos de novio o de novia, si consiguiéramos otro trabajo o si tuviéramos mucho más dinero. En otras palabras, lo que el alma percibe y nos transmite como anhelo de cambio es percibido por nuestra razón como un simple impulso de variación.
Una plausible explicación es que nuestro entendimiento está dirigido hacia lo exterior y reconoce solo la materia, ya que él mismo está hecho de materia.
Toda variación nace del anhelo de tener una vida real. Deseamos solo lo que no tenemos. Esto significa que anhelamos una vida real solo si nos estancamos interiormente y percibimos nuestra vida como una repetición de rutinas y costumbres monótonas.
El verdadero cambio se manifiesta en nuestra conciencia y se materializa en nuestro entorno. La consecuencia de él puede ser una mudanza, la separación de la pareja errada, el comienzo de una convivencia feliz, el paso de la profesión a la vocación y mucho más.
Mientras que el cambio verdadero es un elemento esencial de la vida, la sola variación es simplemente un desplazamiento.
Un cambio verdadero tiene lugar en nuestra conciencia. Nos libera de lo viejo y anticuado y nos trae lo nuevo. Un desplazamiento no aporta nada nuevo, solo desplaza partes ya existentes o las mezcla entre sí colocándolas en un nuevo orden como en un juego de cartas. Así somos engañados por nuestro ego. Nos hace creer en un cambio que en realidad no tuvo lugar. De este modo, podemos reformar nuestro apartamento cuantas veces queramos, pero siempre seguirá siendo el mismo. Las reformas nos dan una sensación agradable, pero no son comparables con una mudanza de un apartamento falso a un apartamento apropiado.
Otro punto muy importante es que queremos reemplazar la necesidad de un cambio interior con cambios exteriores. Si, por ejemplo, nos queremos separar de nuestra pareja sin haber aprendido la lección necesaria, cometeremos el mismo error en nuestra próxima relación y tendremos los mismos problemas. ¡De ese modo cambian los actores en el escenario de nuestra vida, pero el guión es el mismo!
Un cambio en el entorno sin la esencia espiritual interior traerá mayor sufrimiento y desgracia, ya que carece de sustancia interior. Un cambio verdadero tiene lugar en nuestro corazón y en nuestra conciencia y se materializa automáticamente convirtiéndose en más felicidad interior - y exteriormente.