Читать книгу El triunfo del amor sobre el ego - Saeed Habibzadeh - Страница 9
Sobre el libro
ОглавлениеLa meta de este libro es sacar a la luz en un breve resumen de malentendidos y errores de pensamientos e iluminar de manera comprensible las conexiones entre estos. Por eso, las explicaciones están concentradas en lo esencial. Algunos temas requieren de ejemplos para vislumbrar los conjuntos. En otros caso decidí conscientemente no poner ejemplos para conceder así al lector la posibilidad y la libertad de reconocer los ejemplos que le da su propia vida.
Excluí a propósito algunos temas a causa de la complejidad de su contenido, ya que constituyen de por sí material para un nuevo libro. Por ello quisiera tratarlos en forma separada y más detalladamente. Se trata de asuntos tales como Dios, el esoterismo, la astrología, la autodisciplina, la riqueza, la convivencia, la sexualidad, la felicidad y otros tópicos esenciales de contenido semejante. Me interesa especialmente la temática de la astrología debido a una razón muy especial, que yo llamo “karmalogía”, es decir, una combinación del karma y la astrología, disciplina que he venido desarrollando y he probado desde hace ya un par de años. La obra dedicada a la "karmalogía" aclarará la verdadera astrología y su sentido real. A los interesados les va a brindar conocimientos nunca antes vistos sobre el destino humano y les dará a conocer relaciones ocultas de la vida.
Te suplico, verifica profundamente el contenido de este libro y asimílalo solo cuando hayas aprobado por experiencia propia la corrección de su mensaje, ya que solo lo que reconocemos por propia voluntad alcanza nuestra conciencia y aborda nuestra alma más profundamente.
¡La verdad es y seguirá siendo una experiencia muy personal! Cada ser humano es responsable de sus propios pensamientos, palabras y acciones. Esa responsabilidad NO es transferible. Tendemos a responsabilizar a otras personas de nuestra infelicidad, ya que es más fácil y conveniente evitando así reconocer que somos nosotros mismos quienes hemos tomado decisiones equivocadas. Cada uno tiene que determinar lo que acepta libremente o no. Considero recomendable leer este libro varias veces, especialmente los temas que parezcan incomprensibles, poco claros o incluso contradictorios. La conciencia necesita tiempo para crecer. Es muy probable que en la segunda lectura obtengas una comprensión más profunda. Esto siempre es así, ya que constantemente estamos ampliando nuestra conciencia. Ocurre automáticamente al vivir acontecimientos, experiencias y conocimientos que vamos adquiriendo con el tiempo. La consecuencia de ello es una percepción incrementada y una mente más alerta.
Cuanto más crece la conciencia, tanto mayor será su capacidad para recibir y asimilar.
Quiero pedirte que no generalices el contenido de este libro. Si doy una explicación sobre las personas en un contexto específico, no significa que toda la humanidad actúe de la misma manera. No quiero agobiarte con una explicación permanente de que no estoy generalizado. Mis conclusiones se basan en malentendidos que, en mi opinión, nacen del ego propio, colectivo y global. Si bien esa situación existe en todas partes, no todo el mundo participa en ella. Algunos eligen el camino del desinterés propio.
Por lo general sospechamos una generalización solo si nosotros mismos tendemos a generalizar, o si nos sentimos tratados injustamente a causa de u mensaje de otra persona.
Aunque yo rechace mucho de lo que los seres humanos hacen, no significa que rechace al individuo, a la persona que está actuando. Existe un gran malentendido que provoca que la humanidad se identifique con sus acciones egoístas. Esa es la razón por la cual nos sentimos heridos cuando alguien critica nuestras acciones. Por eso te ruego de no tomar el contenido de este libro personal, especialmente si te sientes criticado o atacado. No juzgo a mis semejantes. Simplemente rechazo su actuación egoísta.
La verdad no necesita ser defendida.
Más bien, la humanidad necesita aclaraciones.
En este punto es importante mencionar lo siguiente: no pertenezco a ninguna religión ni a ninguna iglesia. Creo en Dios, nuestro padre divino, y en nuestro hermano y salvador, Cristo. Por lo tanto, si menciono a Dios o a Cristo en este libro, no tiene nada que ver con la religión, la Biblia o la Iglesia, y no debería ser relacionado con ello. No pertenezco a ningún partido político ni a una secta, comunidad religiosa o similar. No tengo ningún interés en predicar para las personas ni en guiarlas en cierta dirección. Porque eso sería, a mi modo de ver, manipulación. Mi meta es, antes que nada, iluminar a las personas y aclarar malentendidos y errores de pensamiento. La verdad divina es libre y no depende de las creaciones humanas como la economía, la política, la religión, la ciencia y la filosofía. Es y continúa siendo una oferta que podemos aceptar o rechazar. Lo que cree una persona siempre es y será su asunto personal. Dios nos transmitió tal derecho a la libertad, la cual no debe ser restringida, manipulada o explotada por el ser humano. La verdadera fe se puede reconocer por medio de dos preguntas. Primera: ¿a quién le sirve el ejercicio de la fe? Segunda: ¿los líderes religiosos cumplen ellos mismos con lo que divulgan? ¡Los árboles se reconocen por sus hojas y frutos, a los seres humanos los reconocemos por sus obras y no por sus palabras! Por lo tanto, si la fe es buena o mala, egoísta o desinteresada, humana o divina es algo que se reconoce según si sirve a un grupo pequeño de personas egoístas que sueñan con dinero y poder, o si sirve a toda la humanidad y persigue metas desinteresadas que le sirvan a la comunidad, es decir, metas divinas. La verdadera fe libera a la gente del ego propio, colectivo y global, y las guía hacia la unidad, igualdad, fraternidad, libertad y justicia. Estos son los principios básicos del orden divino. Quien sigue a una persona aún no ha reconocido la verdad. Porque Dios es el Camino, la Verdad y la Vida. Aunque se cometan crímenes en el nombre de Dios, Él es libre e independiente de todas las obras humanas.
Solo podrás entender el contenido de este libro si comprendes su sentido: hay que superar el ego para tomar los acontecimientos de manera objetiva, sincera y no personal.
Me he esforzado en presentar los temas siguiendo un orden lógico, aunque esto no siempre fue posible o útil. En parte prescindí a propósito de obedecer a un orden exacto por secciones. Así quiero lograr que tú mismo reconozcas en las diferentes partes del libro ciertos contextos desde diferentes perspectivas y que de esta manera obtengas el efecto "¡ah!". Solo así se puede asegurar que alcances un conocimiento y logres ponerlo en práctica con sus consecuencias y su relevancia en la vida cotidiana.
Me alegraría mucho si este libro animara a muchos lectores a reflexionar, de modo que recuperasen una de las más grandes habilidades de la niñez, que como adultos han olvidado: ¡hacer preguntas!
Tenemos que volver a aprender a cuestionar todo de manera sincera y franca para detectar nuestros errores de pensamiento y nuestros falsos valores. Si no somos críticos, atentos y honestos, tomamos por cierto todo aquello que se nos dice. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con ideales y sueños. Si tomamos nuestros sueños e ideales fuera de nuestro corazón, tarde o temprano sufriremos a causa de la desorientación espiritual. El ser humano solo encuentra sus verdaderos valores en su corazón, donde habita su conciencia y palpita su anhelo de verdad, justicia y amor.
Quien cesa de preguntar deja de buscar la verdad.
Quien deja de buscar la verdad deja de vivir.
Saeed