Читать книгу El triunfo del amor sobre el ego - Saeed Habibzadeh - Страница 17
Encontrar e inventar
ОглавлениеLa diferencia entre encontrar e inventar es uno de los mayores problemas de la humanidad. Porque en todo lo que hacemos o deseamos, requerimos una orientación. La base de una orientación para nuestra mente es y siempre será la verdad. En referencia a la verdad, tenemos básicamente dos opciones: o la buscamos de manera concienzuda, franca y desinteresada o nos hacemos la vida fácil e inventamos nuestra propia verdad. De hecho, inicialmente todos estamos en búsqueda de la verdad. Pero en el trascurso del camino la mayoría de nosotros se detiene. Nos conformamos con conclusiones menores y conquistas victoriosas sobre nuestro ego. Esta satisfacción nos induce a renunciar a la búsqueda de la verdad y descansar en nuestros laureles. Este estado es nombrado por muchas personas, especialmente por los esotéricos, como maestría espiritual. Atrapados en su propia vanidad, se perciben como maestros y se dejan admirar de otros. Quien ama la verdad de corazón jamás se percibirá como maestro. Es y seguirá siendo discípulo de la verdad.
Quien busca la verdad por amor, esta se le presentará con alegría. Pero quien quiera abusar de ella por motivos egocéntricos al final solo alcanzará su propio invento y su copia de la verdad, hecha según su ego.
Es por ello que quienes buscan la verdad deberán buscar en sí mismos los mayores riesgos. Dichos riesgos son las predisposiciones egocéntricas y las insuficiencias de la propia conciencia.
La invención de la verdad comienza precisamente en el momento en el que damos un valor mayor a nuestras interpretaciones que a los hechos. Con estas interpretaciones nos aislamos del resto del mundo y construimos nuestra propia realidad. Lo hacemos sin tener en cuenta los hechos en sí. De este aislamiento surge la soledad, de la cual resultan a su vez miedos, carencias e inseguridades.
Quien busca y quiere encontrar la verdad sinceramente tiene que sobrepasar las barreras de su propia conciencia liberándose paulatinamente de su propio ego. Esto solo es posible si nos mostramos dispuestos a corregir nuestra conducta. Nuestro comportamiento es la suma de todo lo que pensamos, decimos, sentimos, hacemos, queremos y deseamos.