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AGUSTÍN EN EL PENSAMIENTO MODERNO Y CONTEMPORÁNEO

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La presencia de Agustín en el pensamiento occidental no desaparece con el Humanismo. Las disputas entre diferentes corrientes teológicas continúan basándose en la obra agustiniana, y un ejemplo de ello es la aparición del jansenismo en época moderna, doctrina condenada de inmediato por sucesivos papas 243 . No voy a extenderme, sin embargo, en estas complejas discusiones teológicas, sino que me limitaré a ofrecer algunos datos sobre la presencia de Agustín, y, en especial, del De civitate Dei tras el Humanismo recogidos previamente por un agustinista de la talla de CAPÁNAGA , que es quien mejor se ha ocupado en España de estas cuestiones. CAPÁNAGA 244 comenta cómo fue leído por pensadores de la talla de Descartes 245 , Malebranche, Pascal 246 o Bossuet. Este último, aparte de ser conocido por su oposición a las tesis jansenitas, destaca por una obra titulada Discours sur l’ histoire universelle , donde presenta una concepción providencialista de la historia inspirada directamente en el De civitate Dei 247 .

CAPÁNAGA 248 destaca asimismo la influencia del De civitate Dei en la filosofía de la historia de autores como J. B. Vico, Schlegel, o F. de Rougemont, autor de una obra titulada precisamente Les deux cités 249 . En todos ellos aparece la providencia como elemento rector de los procesos históricos. Frente a estos autores señala además el hecho de que otros pensadores más racionalistas como Voltaire, Gibbon 250 , Herder o Hegel 251 , a pesar de presentar una visión inmanente y no providencialista de la historia, dan muestras de conocer la obra agustiniana y de haber tomado de ella algunos aspectos. Von Herder, por ejemplo, divide la historia en edades a la manera de Agustín, y Hegel la interpreta a partir de la lucha entre fuerzas antagónicas.

Entre los españoles destacan, entre otros, dos autores del siglo XIX , Jaime Balmes y Donoso Cortés. Este último fue un profundo conocedor tanto de la obra de Hegel como de la de Bossuet, aunque es en esta última en la que basará su interpretación de la historia, cercana a la de Agustín 252 .

Para concluir, CAPÁNAGA 253 dedica un extenso apartado a las lecturas que se han realizado del De civitate Dei en el siglo XX , pertenecientes tanto a estudiosos del campo de la teología y la filosofía como del de la filología, entre los que cita a Marrou entre otros muchos 254 . Asimismo, puede resultar de utilidad la consulta de la bibliografía que ofrece MIETHE sobre el tema 255 , así como del artículo de MADRID en internet anteriormente citado, en el que se amplían los datos que ofrece CAPÁNAGA y en el que se trata especialmente sobre la investigación filológica.

La ciudad de Dios. Libros I-VII

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