Читать книгу Arte y técnica del alegato en juicio - Óscar Fernández León - Страница 14

Tema 2 El auditorio del informe oral

Оглавление

ÓSCAR FERNÁNDEZ LEÓN

Abogado

Sumario:

  I. El juez o el tribunal

  II. De la otra parte (abogados y fiscales)

  III. El público

  IV. El jurado

  V. La importancia de conocer al juez

  VI. Ideas clave

  VII. Test del tema 2

Mientras esperaba la llegada de Juan, Alicia repasaba las notas tomadas durante la pasada semana, comprobando con agrado que el aprendizaje prometía ser interesante, pues de no conocer nada sobre el tema, ahora disponía de unos conocimientos que le permitirían disponer de una información cuasi privilegiada, pues una cosa es saber hablar bien en público y otra hacerlo con unos sólidos fundamentos a la hora de elaborar la materia prima: el discurso.

Reinaba Alicia en estos pensamientos cuando apareció Juan.

•Hola Alicia, ¿preparada? –dijo Juan con mucho ímpetu.

•Ah, hola Juan –respondió Alicia algo sorprendida–, pues si aquí estamos, lista para empezar.

•Pues adelante. Hoy vamos a tratar sobre el auditorio. Dime Alicia ¿Qué es el auditorio forense?

•Bueno, supongo que son las personas que escuchan el mensaje que expone el abogado durante su intervención –respondió Alicia con seguridad.

•Efectivamente –confirmó Juan–, y partiendo de ese concepto, hemos de subrayar una idea clave para entender cuál es la relación que subyace entre el orador y el auditorio en oratoria forense: que el orador consiga, empleando las reglas de la oratoria, que nuestro auditorio esté dispuesto a escucharle, o lo que es lo mismo, que la actitud, especialmente la del tribunal, sea favorable a escuchar nuestro alegato.

•Entonces –sugirió Alicia–, ¿el auditorio forense está compuesto por el juez o tribunal?

•No, el auditorio forense está compuesto por el Tribunal (unipersonal o colegiado), la parte contraria (abogado, fiscal o abogado del estado), jurado y público, lo que ocurre es que el principal sujeto del oratorio que más condiciona al orador es, como no podía ser de otra manera, el órgano judicial. De hecho, el juez o tribunal al que va dirigido nuestro alegato debe ser persuadido sobre la preferencia de nuestra argumentación frente a la de la otra parte, cuyo objeto es exactamente el mismo, y que bien antes o después, empleará su técnica y habilidades para persuadir al tribunal de lo contrario. Por lo tanto, el tribunal, desde antes de entrar en sala ya está influyendo en el orador. Si a esto añadimos su capacidad de influir en nuestro comportamiento y actitud en sala a través de sus competencias de dirección de los debates y de la autoridad de imponer orden de la que está revestido, podemos afirmar que en auditorio forense condiciona constantemente la intervención del orador.

•Pero –insistió Alicia– las demás partes también condicionan la intervención del orador.

•Efectivamente, pero con mucha menos intensidad como veremos a continuación.

•Entendido –dijo Alicia.

Arte y técnica del alegato en juicio

Подняться наверх