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UNA COSMOLOGÍA
ОглавлениеLa respuesta a esta pregunta también se ha venido buscando tradicionalmente en la clasificación de los estudios de la naturaleza que Séneca hace en II 1. Sobre la base del supuesto valor programático de dicho pasaje 110 , numerosos estudiosos han querido ver en las NQ una cosmología o, al menos, una selección de temas cosmológicos, correspondientes a cada uno de los tres apartados en que se divide la física. A la astronomía (caelestia) pertenecería, según algunos autores 111 , el libro VII; a la meteorología (sublimia) los libros I, II, IVb, V,VI y, según la mayoría de los autores, también el VII, mientras que la geografía (terrena) estaría representada por los libros III y IVa. Y, dada la manifiesta desproporción en el tratamiento de las diferentes secciones, algunos estudiosos han llegado a suponer que la obra podía estar inacabada o que no había llegado a nosotros completa.
Así, por ejemplo, A. Rehm, defensor del orden Grandinem , piensa que Séneca, tras escribir seis libros meteorológicos (IVb, V, VI, VII, I, II), habría modificado su proyecto inicial y emprendido la tarea de componer una cosmología completa 112 . Ésta sería la razón que le habría llevado a realizar la clasificación de la física en II 1 y describir en la Introducción del libro III su nuevo empeño como un proyecto de «recorrer el cosmos» 113 . Séneca, tras el cambio de plan, habría compuesto dos libros sobre terrena (III, IVa), y la muerte le habría impedido terminar la obra, por lo que no habría podido tratar ningún tema astronómico.
Las ideas de Rehm han sido retomadas y desarrolladas con nuevos argumentos por N. Gross 114 , quien, apoyándose en los trabajos de Hine y, concretamente, en la numeración del 3-10 que ofrecen algunos manuscritos 115 , ha desempolvado y defendido con nuevos argumentos una antigua teoría según la cual Séneca habría compuesto, independientemente de las NQ , dos libros sobre astronomía 116 que, posteriormente, un editor, de acuerdo con el programa de II 1, habría colocado a la cabeza de la obra pero que se habrían perdido en el curso de la tradición. Hay que reconocer, sin embargo, que los argumentos utilizados por Gross son muy débiles y su hipótesis, si no descabellada, puede considerarse escasamente fundada 117 .