Читать книгу Loncongüé, los fusilados de Sarmiento - Sergio F. Carciofi - Страница 8
El escenario
ОглавлениеEn los tiempos de Zeballos, Loncogüé era una “encrucijada estratégica de los caminos, a una jornada de tropas livianas de los campos de la Blanca Grande hacia el sur, de Junín y Rojas por el norte y de la Cruz de Guerra, por el centro”.8
Maguire cuenta que Loncogüé era una verde lomada cubierta de pasto fino con cañadas que bordeaban una gran laguna de agua dulce.9 La descripción es exacta: hoy se puede verificar que la lomada aún conserva las mismas características que encontró el primer poblador cristiano, Diego Gaynor, que asentó allí la cabecera de su estancia con instalaciones que aún conservan en su estado original sus descendientes y actuales propietarios, los hermanos Marcela y Alfredo García Robin Maguire.
Thill y Puigdomenech establecen la ubicación del fortín
(...) a 23 km de Tres Lagunas o Clalafquén (9 de Julio) y a 7 leguas del fortín Médanos de Illescas. En el cuartel 10º de 9 de Julio, al sureste de la estación Bacacay del ferrocarril Belgrano, en la propiedad de María Young en 1865, Alicia Wallace de Gaynor en 1882 y Juan Bazterrica y Murgaza en 1954. Entre las propiedades de Bazterrica y Luis Artola en 1986.10
Sin embargo, aunque la ubicación exacta del fortín se desconoce, preferimos seguir las indicaciones de Maguire, para quien el campamento propiamente dicho se habría instalado en dirección oeste y a una distancia no mayor a diez kilómetros del casco de la estancia Loncagua de García Robin.11 Además, como sucedió en la mayoría de las estancias de la época ubicadas en la línea de frontera, la misma fue fortificada y la azotea del casco sirvió como mirador.
Maguire, además, sostiene que Loncogüé fue adjudicado por el gobierno nacional en 1860 a tres estancieros: don Diego Gaynor, y dos amigos y vecinos suyos, que instalaron allí su establecimiento agropecuario, en una extensión que no superaba las doce leguas. Buenaventura Vita informa, con más exactitud, que la fundación del pueblo de 9 de Julio, el 12 de febrero de 1864, atrajo el interés de los pioneros por los campos de la zona ganados como resultado del avance de la frontera y que fue Diego Gaynor quien pobló a siete leguas del pueblo el paraje que los indios llamaban Laguna de Loncagüe.12 Estos comentarios dan la pauta de que, si enseguida los pobladores de Loncogüé pidieron la adjudicación de esas tierras, las instalaciones de la actual estancia que se conoce con el nombre de Lancagua existían desde antes de la fundación de lo que hoy es la ciudad de 9 de Julio, cabecera del partido homónimo, en la provincia de Buenos Aires.
Los emprendimientos agropecuarios de los pioneros eran temerarios. En esos tiempos los malones de Calfucurá controlaban y arreciaban total y permanentemente el área. Estanislao Zeballos recuerda en sus crónicas su experiencia ante el ataque de un malón de esta manera:
¡He sido despertado en la estancia fortificada de los Desmochados por la alarida de los indios, y al abrir los ojos espantados veía a las mujeres trémulas, con el rosario en la mano, preparando las joyas, la ropa y los víveres, que con los niños eran depositados en el Mirador, en la ciudadela, en el último baluarte, a la expectativa del combate empeñado sobre los fosos!