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Del sindicalismo a la organización política partidaria

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Como se vio antes, la nueva y dura etapa iniciada en 1995 llevó a las organizaciones rurales a crear instrumentos políticos. “El propósito era competir con los partidos tradicionales en las elecciones para adquirir legitimidad democrática formal y ganar lugar en los distintos niveles institucionales de representación popular, desde donde podrían pulsear contra el gobierno central en una posición de mayor fuerza”.25

En el movimiento cocalero empezó a hablarse de la posibilidad de llegar al gobierno y de “cambiar el sistema”, más allá de conquistas parciales en el terreno de la lucha puramente sindical.

“El 27 de marzo, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en un evento denominado Primer Congreso Nacional de Tierra, Territorio e Instrumento Político, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), las Federaciones del Trópico, la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), representantes de los pueblos indígenas de las Tierras Bajas y el Oriente, la Confederación Nacional de Colonizadores de Bolivia (CNCB) y la Federación Nacional de Mujeres Campesinas-Bartolina Sisa (FNMC-BS), lanzaron la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos (ASP) y el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP)”.26

Morales fue uno de sus principales impulsores y la jefatura orgánica de esta organización fue encomendada al dirigente Alejo Veliz Lazo. “Como la Corte Nacional Electoral (CNE) se negó a darle la personalidad jurídica de partido, la ASP-IPSP pactó su participación electoral en las listas de la Izquierda Unida (IU), una coalición de partidos izquierdistas que encabezaba el Partido Comunista de Bolivia (PCB) y que desde las elecciones legislativas de junio de 1993 era extraparlamentaria”.

En las municipales del 3 de diciembre de 1995, en su primera incursión electoral, la IU conquistó 10 alcaldías y 49 concejalías, todas en el departamento de Cochabamba.

En 1996, decenas de miles de campesinos de la CIDOB realizaron la Marcha por el Territorio, el Desarrollo y la Participación Política de los Pueblos Indígenas, para protestar contra un proyecto de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), y fue entonces cuando Morales resultó elegido presidente del Comité de Coordinación de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba. En las elecciones generales de 1997, Morales, a pedido de sus compañeros, se presentó como candidato a diputado, aliado con Izquierda Unida por la circunscripción de El Chapare, logrando un récord del 70,1 por ciento de los votos emitidos. Fue el más votado de todos los diputados.

Esto ya era visto por Estados Unidos como el “surgimiento de un peligro mayor” y por eso se inició una campaña sin precedentes contra el dirigente. En el Congreso bloqueaban sus iniciativas, en un momento muy difícil para los pequeños productores de hoja de coca, ya que estaba en marcha el llamado Plan Dignidad, pensado no solo para erradicar los cultivos sino también a los miles de pequeños productores. El plan se asemejaba mucho a lo actuado por Estados Unidos en Vietnam en los años 70 con la implantación de las aldeas estratégicas, mediante la cual trasladaban poblados enteros en forma violenta y los ubicaban en zonas bajo su control para “quitar agua al pez”, según decían.

Esto también lo había puesto en práctica el dictador de Guatemala Efraín Ríos Montt en los años 80. En ese país, la suma de las dictaduras militares dejó más de noventa mil desaparecidos y más de cien mil muertos, según establecieron las Comisiones de la Verdad nombradas en los años 90 para investigar los crímenes de las dictaduras en ese país. La persecución a campesinos y cocaleros tenía una gran similitud con aquellas contrainsurgencias.

En 1998, como diputado y dirigente sindical, Evo encabezó una marcha de 23 días que partió desde El Chapare y llegó a La Paz en protesta y rechazo al Plan Dignidad.

La entonces embajadora de Estados Unidos, Donna Hrinak, habló públicamente acerca de la narcomarcha, lo que influyó para que el ministro de Gobierno Guido Nayar no aceptara el debate propuesto por Morales sobre el tema de la hoja de coca.

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