Читать книгу Fan fatal - Vicente Molina Foix - Страница 9
ОглавлениеREPRESENTANTES
Hay estilos genuinos de presentación en TVE. El locutor de continuidad, por lo común mujer y con collares, párpado empastado de colorete verde y blusas estampadas, taladra al telespectador con ojos acerados y anuncia como una sibila lo que nos espera. Es la línea esfinge.
Otro estilo es el que llamaremos de cables cruzados, propio este de hombres y mujeres y extendido en los Telediarios. El locutor nos lee la noticia de un seísmo en Turquía o un parricidio en Cuenca y su rostro es alegre, su sonrisa cordial, quizá para aliviarnos del son de la tragedia. Un pleno de catorce, un triunfo futbolístico en campo enemigo, un descenso del dólar, y la cara parlante, sujeta a un incontrolable código de rictus, muestra tristeza y luto. Siempre me acuerdo en esos casos de la maravillosa escena de Cantando bajo la lluvia en que la heroína cómica, víctima de la sincronía imperfecta de los primeros films sonoros, bajaba la cabeza cuando oíamos no y negaba los síes.
Dos hombres conocidos, Victoria Prego y Joaquín Arozamena, introdujeron hace algún tiempo en su informativo el estilo tú y yo. ¡Qué efluvios persuasivos, qué tête-à-tête más tierno, qué arrullos tan aterciopelados en la simple mención de una huelga minera o una minicrisis en la Junta de Andalucía! La noticia se convertía así en representación, en un favor de amigo; la información deja de ser servicio y es una confidencia para mesa camilla.
Dejo sin estudiar, por lo corriente, la línea vacilante, en la que el espectador se dispara con pena, duda, avanza a trompicones, se desdice, y nunca, eso no, pierde de vista su papela.
Frente a esas deformaciones del sano y natural talante informativo, destacan como perlas en el estercolero las actitudes discretas y austeras. Por citar dos ejemplos de los escasos que hay: el aplomo y la elegancia de una veterana, Rosa María Mateo, recuperada ahora en el recién iniciado Fila 7, y el descubrimiento, en un programa híbrido titulado El dominical informativo, de un rostro nuevo, el de María Vela Zanetti, que con serenidad, buena dicción y eficacia presenta, lee, habla, sin temblor de pulseras.