Читать книгу Arquitectura. Libros I-V - Vitrubio - Страница 9

V. TRANSMISIÓN TEXTUAL El fin del mundo antiguo y la Edad Media

Оглавление

La obra de Vitruvio no debió de tener mucha difusión en su época, quizá porque el barroquismo hermogeniano que propugnaba no podía cuajar en los años primeros del Imperio, toda vez que las corrientes neoáticas permanecían vigentes en la arquitectura monumental. Con todo, si se dejaban a un lado los rigurosos códigos de los géneras arquitectónicos, que tenían un valor circunstancial pues dependían de las modas imperantes, la Arquitectura era susceptible de aprovechamiento en aquellas secciones en que predominaba la utilidad práctica sobre los aspectos puramente teóricos, como era el caso de las dedicadas a la arquitectura no monumental o a los materiales empleados en la construcción. Y así, de la misma manera que Vitruvio había compilado materiales diversos para redactar su obra, él mismo se convirtió en un filón para otros compiladores, que, siguiendo su personal criterio, adecuaron las informaciones de sus fuentes a las exigencias de sus obras y a las circunstancias de la época en que las compusieron.

Pasamos a dar cuenta, a grandes rasgos, de los hitos principales que han caracterizado la historia de la transmisión del texto de la Arquitectura .

Por lo que sabemos, el primero en beneficiarse de la obra de Vitruvio fue Plinio el Viejo. Ya hemos aludido a que en los índices de su Naturalis Historia , incluyó entre sus fuentes el nombre de nuestro arquitecto, lo cual prueba que, al menos para la composición de los libros XVI, XXXV y XXXVI, el enciclopedista consultó la Arquitectura 208 , explotando principalmente el libro II, dedicado a los materiales de construcción. Examinando unos cuantos ejemplos, se pueden comprobar, efectivamente, las analogías existentes entre ambos autores:

VITR ., II 8, 9PLIN ., XXXV 173
Item Lacedaemone e quibusdam parietibus etiam picturae excisae intersectis lateribus inclusae sunt in ligneis formis et in comitium ad ornatum aedilitatis Varronis et Murenae fuerunt adlatae .Lacedaemone quidem latericiis parietibus excisum opus tectorium propter excellentiam picturae ligneis formis inclusum Romam deportavere in aedilitate ad comitium exornandum Murena et Varro. Cum opus per se mirum esset, tralatum tamen magis mirabantur ...
VITR ., II 8, 16-17PLIN ., XXXV 173
Sed id genus quid ita populo Romano in urbe fieri non oporteat, exponam, quaeque sunt eius rei causae et rationes, non praetermittam. Leges publicae non patiuntur maiores crassitudines quam sesquipedales constitui loco communi; ceteri autem parietes, ne spatia angustiora fierent, eadem crassitudine conlocantur. Latericii vero, nisi diplinthii aut triplinthii fuerint, sesquipedali crassitudine non possunt plus quam unam sustinere contignationem .Romae non fiunt talia aedificia, quia sesquipedalis paries non plus quam unam contignationem tolerat, cautumque est, ne communis crassior fiat, nec intergerivorum ratio patitur .
VITR ., II 5, 1PLIN ., XXXVI 175
Cum ea erit extincta (sc. calx), tunc materia ita misceatur, ut, si erit fossicia, tres harenae et una calcis infundatur; si autem fluviatica aut marina, duo harenae, una calcis coiciatur .
VITR ., II 6, 5 Maxime autem id sic licet considerare, quod, qua mons Appenninus regiones Italiae Etruriae que circa cingit, prope in omnibus locis non desunt fossicia harenaria, trans Appenninum vero, quae pars est ad Adriaticum mare, nulla inveniuntur, item Achaia, Asia, omnino trans mare, nec nominantur quidem .Harenae tria genera: fossicia, cui quarta pars calcis addi debet, fluviatili aut marinae tertia. Si et testae tusae tertia pars addatur, melior materia erit. Ab Appennino ad Padum non invenitur fossicia, nec trans maria .

Cotejando los textos del uno y del otro, se observa que Plinio no sigue de manera servil a Vitruvio, sino que lo hace muy libremente, bien parafraseándolo o bien resumiéndolo, dando la impresión de rehuir a toda costa la literalidad. Así, algo que en otros casos podría ser indicio, no de una dependencia directa, sino más bien de una comunidad de fuentes, en el caso de Plinio se explica por la forma peculiar que tiene de tratar a sus auctores 209 .

Sin embargo, hay algunas diferencias de contenido muy significativas que revelan que Plinio utiliza ocasionalmente a Vitruvio para contrastarlo con otra fuente principal a la que concede preferencia y que podría ser la misma que en su momento había utilizado su predecesor. Eso es lo que se aprecia en el siguiente ejemplo:

VITR.,119 . 12PLIN ., XVI 67
tem carpinus, quod est minima ignis et terreni mixtione, aeris autem et umoris summa continetur temperatura, non est fragilis, sed habet utilissimam tractabilitatem. Non est fragilis, sed habet utilissimam tractabilitatem. itaque Graeci, quod ex ea materia iuga iumentis comparant, quod apud eos iuga zyga vocitantur, item zygian eam appellant .Graeci situ (sc. acer) discernunt, campestre enim candidum esse nec crispumquod glinon vocant —, montanum vero crispius duriusque, etiamnunc e mascula crispius ad lautiora opera, tertium genus zygian rubentem. fissili ligno, cortice livido, scabro. Hoc alii generis proprii esse malunt et Latine carpinum appellant .

Mientras que para Vitruvio el carpe (carpinus) es en sí mismo una especie de árbol, Plinio. considera que es una de las dos variedades del arce, precisando, eso sí, que algunos autores —y entre ellos, sin duda se refiere a Vitruvio— prefieren considerarlo como una especie aparte y lo llaman carpino en latín. Pero parece evidente que ambos dependen de una misma fuente, probablemente griega 210 .

El siguiente autor en quien se descubre la impronta de Vitruvio es Marco Cecio Faventino 211 , que hacia el año 300 redactó una obra sobre arquitectura que, si bien es más conocida con el nombre de Compendium architecturae en la tradición manuscrita circuló con ligeras variantes bajo dos títulos: De diversis fabricis architectonicae (Sobre las distintas técnicas de la arquitectura) y De Artis architectonicae privatis usibus adbreviatus liber (Libro abreviado de técnica arquitectónica para usos privados) . El segundo de esos títulos se ajusta mejor que el primero al verdadero contenido. limitado a la arquitectura privada: los materiales: cal y arena, adobes, madera; las traídas de aguas; la distribución de la villa rústica; los baños; pavimentos y revestimientos, etc.; son los temas seleccionados de su modelo por Faventino, debido al interés de su público lector por las cuestiones prácticas, en una época en que la vida ciudadana retrocede ante la progresiva ruralización de la sociedad.

La conciencia de que se trataba de un epítome de la obra de Vitruvio, dada su afinidad temática, debió de ser temprana, a juzgar por el buen número de códices en que las dos obras aparecen juntas. De hecho, V. Rose 212 formuló la tesis de que tanto el De Architectura de Vitruvio como el Compendium de Faventino se encontraban ya juntos en el mismo arquetipo, hoy perdido, al que se remontan todos los manuscritos de ambas obras.

Faventino no era un mero compilador desprovisto de capacidad crítica, pues, siguiendo a Vitruvio en lo sustancial, adaptó a su propia época las informaciones que obtuvo de éste, entreverándolas con las de otras fuentes o las de su propia experiencia personal. A este respecto, el profesor Hevia 213 destaca en la nota introductoria de su traducción española de Faventino, que éste ofrece muchas novedades con respecto a su modelo: una proporción diferente de la vitruviana para las mezclas de cal y arena en la confección del mortero; métodos nuevos para la traída de aguas; más tipos de arena; una disposición diferente de las instalaciones de los baños; o nuevas formas de aislar de la humedad las paredes; por todo lo cual puede afirmarse que la suya es una labor creadora. Otro de los aspectos en que se muestra innovador concierne a la presentación y organización de los materiales, que se ajustan perfectamente a su finalidad práctica 214 .

La obra de Faventino permitió que otros autores del fin del mundo antiguo y de los albores de la Edad Media accedieran, por su intermediación, a la tradición clásica. Tal parece ser el caso de otro compilador, Palladio, que en el siglo IV redactó un manual de agronomía, titulado Opus Agriculturae , y en los capítulos que dedicó a la construcción y a los materiales se basó, según todos los indicios, en el texto de Faventino.

Cotejemos a los tres autores a propósito de los tipos de arena:


Nótese que Palladio incluye la arena llamada cana («grisácea») que aparece entre las cuatro que enumera Vitruvio, y que, sin embargo, omite Faventino; por otra parte, la clase de arena llamada carbunculus no aparece en Palladio, porque tal vez la haya eliminado considerándola un sinónimo de la llamada rufa , dentro de una enumeración de tres términos (genera sunt tria) que fïguraba en el texto de Faventino, y que quedó completa al introducirse la cana . Ante ejemplos como éste, se ha valorado la posibilidad de que Palladio hubiese leído directamente a Vitruvio —lo que explicaría la presencia de la arena cana —, pero actualmente se ha relativizado la cuestión y se considera más probable que haya utilizado un manuscrito de Faventino contaminado o interpolado, al que habrían ido a parar por vericuetos desconocidos algunas lecturas procedentes del tratado vitruviano 215 .

También Palladio adapta a las circunstancias propias de su época el legado vitruviano, al igual que ya lo había hecho su predecesor. Así, por ejemplo, cuando habla de las piedras que se utilizan para hacer cal, los dos epígonos de Vitruvio amplían el repertorio que éste ofrecía:


Pero es significativo que Palladio, sobre la lista ya ampliada de Faventino, añada aut postremo marmore («o, en última instancia, de mármol»), dando así cuenta, con toda probabilidad, de la ruina que ya amenazaba a los monumentos clásicos, o incluso del efecto de los decretos imperiales que instaban a destruir los templos paganos en las zonas rurales 216 .

Otro autor que ha sido estudiado a propósito de la posible influencia de Vitruvio es Isidoro de Sevilla 217 , que vivió a caballo entre los siglos VI y VII . En sus Etimologías se han encontrado ecos de Vitruvio en el libro XIII (De la diversidad de aguas) , en el XV (De los edificios y de los campos); en el XVII (De la agricultural y en el XIX (De las naves, edificios y vestidos) . Es muy dudoso que el autor hispano haya tenido a su disposición el texto de Vitruvio, y por ello parece claro que dichos ecos han tenido que llegar hasta el texto isidoriano a través de Faventino o de Palladio —citado éste como Aemilianus 218 en Etim . XVII 1, 1 y 10, 8—, y aunque a veces es problemático discriminar la fuente concreta hay que señalar que en cuestiones relacionadas con la arquitectura el preferido parece ser Faventino.


La comparación sugiere que Isidoro ha leído el texto de Faventino, ya que en Palladio falta la referencia al castellum Laricinum , que se remonta al castellum Larignum de Vitruvio.

Faventino y Palladio tuvieron mucha difusión en la Europa feudal y continuaron siendo un vehículo indirecto de segundo grado para la transmisión de la obra de Vitruvio. Igualmente, ésta alcanzó por una vía indirecta de tercer grado, en virtud de la enorme influencia de Isidoro, hasta los compiladores de la época del renacimiento carolingio, como es el caso de Rábano Mauro (784-856), que reinterpretó en clave simbólica el texto copiado al pie de la letra del autor hispano. En cambio, la Arquitectura en sí misma gozó de una suerte relativamente menor, lo mismo que otras obras técnicas de la época clásica, que sufrieron un cierto olvido durante la alta Edad Media. Con todo, logró sobrevivir a la etapa de mayor oscuridad, entre el 550 y el 750 219 , hasta superar el duro trance de la transliteración de los viejos códices en escritura capital o uncial a la nueva minúscula, que tuvo lugar entre los siglos VIII -X ; y después seguiría siendo copiado a impulsos de la reforma carolingia. Y es que, a medida que el conocimiento de la lengua latina se había ido degradando durante la Edad Media, el interés por las venerables obras teóricas que recogían los fundamentos estéticos y técnicos del mundo antiguo había ido también a menos, al tiempo que aumentaba la importancia concedida al conocimiento tradicional, de carácter eminentemente práctico; ello explica el extraordinario éxito de autores como Cecio Faventino o Palladio, que circunscribían sus pretensiones a la arquitectura privada, y por tanto eran más asequibles fuera de los monasterios. Así es que la arquitectura románica y gótica tuvo que apoyarse en la tradición anónima medieval que los aspirantes a constructores aprendían bajo la directión de viejos maestros y artesanos itinerantes, cuyos conocimientos arcanos se remontaban sin solutión de continuidad a la época clásica, pero nunca llegaron a ponerse por escrito.

A pesar de las dificultades, en los siglos centrales del medievo hubo personas que pudieron leer la Arquitectura de Vitruvio, por restringido que fuera su número. Lo nombran autores de los círculos carolingios, como el citado Rábano Mauro y como Eginardo 220 (circa 770-840), o, ya en generaciones posteriores, Riquero de Reims 221 (de finales del siglo x), los francoflamencos Hucbaldo de San Amando 222 (840-930) y Hugo de San Víctor 223 (1096-1141), al igual que el Diácono Pedro de Montecasino 224 (1107-1140); pero ninguno de ellos pasa de la simple mentión: no lo aprovecharon.

El primero que dejó un legado documental amplio que sirviera para sacar a Vitruvio de su arrinconamiento y devolverlo a la primera línea de los autores influyentes fue el monje dominico francés Vincent de Beauvais (circa 1190-circa 1265). Éste redactó una nueva enciclopedia de dimensiones colosales con el objeto de actualizar los conocimientos que cimentaban la racionalidad occidental en el siglo XIII ; el título de esta obra, Speculum maius , ya de por sí es indicativo de que se trataba de una suma del saber puesta al servicio de las nacientes universidades europeas.

Buena parte del material usado por Vincent de Beauvais provenía de autores griegos y latinos, a los que cita por su nombre y el título de su obra, y entre ellos se encontraba Vitruvio; así, muchos fragmentos literales de la Arquitectura fueron a parar, dentro de este monumental centón, a los libros dedicados a la Historia Natural que, en conjunto, forman la sección conocida como Speculum naturale 225 .

Examinemos algunos ejemplos. En el capítulo sobre las proporciones del cuerpo humano, el dominico reproduce a la letra el texto de Vitruvio, y las alteraciones significativas se limitan a la supresión de algunas frases:

VITR ., III 1, 2VINC . BELLOV ., Spec. nat . XXVIII, 2
Corpus enim hominis ita natura composuit, uti os capitis a mento ad frontem summam et radices imas capilli esset decimae partis, item manus pansa ab articulo ad extremum medium digitum tantundem, caput a mento ad summum verticem octavae, cum cervicibus imis ab summo pectore ad imas radices capillorum sextae, 〈a medio pectore〉 ad summum verticem quartae. Ipsius autem oris altitudinis tertia est pars ab imo mento ad imas nares, nasum ab imis naribus ad finem medium superciliorum tantundem, ab eorum fine ad imas radices capilli frons efficitur item tertiae panis. Pes vero altitudinis corporis sextae, cubitus quartae, pectus item quartae. Reliqua quoque membra ...Vitrubius (sic) in libro tertio de architectural Corpus hominis ita natura composuit ut os capitis a mento ad summam frontem et radices imas capilli esset decime partis. Item manus palma ab articulo ad extremum medium digitum tantumdem. Ipsius autem oris altitudinis tertia pars ab imo mento ad imas nares. Nasum ab imis naribus ad finem medium superciliorum tantumdem. Ab eorum autem fine ad imas radices capillorum frons efficitur. Reliqua quoque membra ...

Vincent de Beauvais, que disponía de una biblioteca bien nutrida 226 , dio cabida en su texto a todos los autores que podía citar a propósito de un mismo tema. Entre los que vienen al caso, resulta curioso observar cómo ocasionalmente hace confluir en un mismo pasaje al propio Vitruvio con autores de su tradición indirecta, sin eliminar los datos redundantes.

ISID ., Etim . XVI 3, 10VINC . BELLOV ., Spec. nat . VIII 7 De natura et proprietatibus arene
Arena ab ariditate dicta, non ab adhaerendo in fabricis, ut quidam volunt. Huius probatio, si manu inpressa stridet, aut si in vestem candidam sparsa nihil sordis relinquat .Isidorus ubi supra. Arena ab ariditate dicta est. Huius probatio est si manu pressa strideat, aut si in vestem candidam sparsa nihil sordis relinquatur .
VITR ., II 4, 1
Genera autem harenae fossiciae sunt haec: nigra, cana, rubra, carbunculus. Ex his quae in manu confricata fecerit stridorem, eritoptima; quae autem terrosa fuerit, non habebit asperitatem. Item si in vestimentum candidum ea coniecta fiterit, postea excussa vel icta id non inquinarit neque ibi terra subsiderit, erit idonea. Sin autem non erunt harenaria, unde fodiatur, tum de fluminibus aut e glarea erit excernenda, non minus etiam de litore marino .Vitrubius (sic) ubi supra. Alia est arena fossicia, alia fluviatica vel marina. Arene fossicie sunt hec genera: nigra, cana rubea, carbunculum. Ex his optima erit que in manu confricata stridorem fecerit. Que autem terrosa est asperitatem non habet. Ita si in vestimentum candidum coniecta fuerit post excussa id non inquinaverit nec ibi terra subsiderit idonea erit. Sin autem non fuerint arenaria unde fodiatur, tum de fluminibus aut e glarea extrahatur .
PAL ., Agr . I 10, 1
Harenae ergo fossiciae genera sunt tria, nigra, rufa, cana: omnes praecipuae, rufa melior, meriti sequentis est cana, tertium locum nigra possedit. Ex his, quae conprehensa manu edit Stridores, erit utilis fabricanti. Item si panno vel linteo candidae vestis inspersa et excussa nihil maculae relinquet aut sordis, egregia. Sed si fossilis harena non fuerit, de fluminibus, glarea aut litore colligetur .Palladius de agricultura li. I. Omnium arene generum precipue melior est rufa, sequentis meriti cana, tertium locum possidet nigra. Sed si fossilis arena non invenitur de fluminibus aut glarea aut litore colligitur .

Pero ¿llegaron a tener influencia en ámbitos profesionales compilaciones de este tipo? Seguramente no. En el siglo XIII , los artesanos se organizaron en gremios que terminaron por convertirse en depositarios del saber constructivo tradicional. Los gremios eran instituciones muy cerradas cuyos miembros mantenían bajo secreto profesional toda la información técnica que manejaban y eran refractarios a su publicación, por lo cual únicamente se conoce de modo fragmentario gracias a obras como el Livre de portraiture (Libro de bocetos) , un manuscrito conocido también como Le Carnet (El Cuadernillo) de Villard de Honnecourt 227 , que vivió en la Francia de la primera mitad del siglo XIII y recopiló gran variedad de datos sobre cantería, arquitectura e ingeniería de la época, acompañados de dibujos; o como los opúsculos dedicados en el siglo xv a los pináculos góticos Fialenbuchlein y Büchlein von der Fialen Gerechtigkeit , de Hanns Schmuttermayer y Matthäus Roritzer 228 , respectivamente.

En esas circunstancias, hay que suponer que no serían muchas las personas capaces de valorar una obra teórica del estilo de la Arquitectura como referencia para la gran arquitectura, prácticamente restringida a las construcciones religiosas, ya que, sin contar con las serias dificultades que entrañaba su cabal comprensión fuera de los círculos cultos, sin duda suscitaba escrúpulos su inmediata asociación con la arquitectura pagana.

A propósito del conocimiento y la transmisión de Vitruvio durante el medievo, la conclusión de Schuler 229 , a la que nos adherimos, es que se realizó preferentemente a través de los extractos y resúmenes anteriormente mencionados, y que fue la enciclopedia Speculum naturale de Vincent de Beauvais la obra más significativa en la que se transmitió durante la baja Edad Media la teoría vitruviana. Precisamente por ello, Schuler planteó la cuestión de si la influencia de Vitruvio durante el primer humanismo se debió a su redescubrimiento y al deseo de un retorno a las fuentes clásicas o bien fue consecuencia directa de la popularidad de la enciclopedia de Vincent de Beauvais, que contenía abundante material tomado de la Arquitectura . En todo caso, habría que aguardar a que despertase el sentido histórico de la valoración de la Antigüedad clásica en el Renacimiento, para retornar al conocimiento directo de Vitruvio.

Arquitectura. Libros I-V

Подняться наверх