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CINCO CEREALES DE CALIDAD

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No estoy en contra del consumo de otros cereales más comunes, cuando éstos son integrales, procedentes de agricultura ecológica (preferiblemente) y quien los toma no tiene antecedentes de trastornos alérgicos, respiratorios o reumáticos. Dentro de los comunes, la avena resulta ser un cereal fortalecedor del sistema nervioso y el centeno es tolerado por personas que no toman trigo por generarles mucha mucosidad. Sin embargo, desde hace más de cuatro años he comprobado que muchos trastornos de salud mejoran considerablemente al suprimir los cereales «domesticados» (comunes). En particular, diferentes tipos de artritis, tratadas con terapia ortomolecular con éxito parcial, toman un curso mucho más optimista con la supresión de las gramíneas, especialmente del trigo y el maíz. Esta observación empírica coincidiría con las investigaciones y práctica del doctor Seignalet, que si bien relaciona la génesis de la artritis reumatoide con un péptido antigénico de origen bacteriano, también reconoce expresamente que la supresión de los cereales «domésticos» es crucial para conseguir una mejora perdurable. Estas apreciaciones pueden ser extrapolables a otras patologías intestinales y respiratorias.

Mis propias experiencias, así como las del doctor Seignalet y otros autores, me han convencido de lo práctico de recomendar estos cinco magníficos de los cereales: trigo sarraceno, mijo, amaranto, quinoa y, especialmente, arroz integral. Y dejando, en la medida de lo posible, para un uso excepcional, entre los cereales «domesticados», las gramíneas.

En la actualidad, no es difícil conseguir estos alimentos de calidad en tiendas especializadas y confío en que algún día estén disponibles en grandes superficies (sin detrimento de la calidad), como ya está el arroz integral biológico, hecho que hace tan sólo diez años era impensable.

Por cierto, el trigo sarraceno (alforfón), la quinoa y el amaranto no son cereales, pero los clasifico como tales, igual que hacen otros autores, debido a sus características nutricionales y culinarias.

En mi obra Que tus alimentos sean tu medicina, donde desarrollo el tema de la proteína de calidad, indico lo práctico que resulta complementar algunos alimentos a partir de sus aminoácidos. Entre estas posibilidades, que dan lugar a una proteína completa y bien balanceada, está añadir un puñado de frutos secos crudos, de calidad, a los cereales, cuando éstos ya se han presentado en el plato (los frutos secos nunca hay que cocinarlos, ya que se peroxidan formando radicales libres). En el próximo capítulo trataré algunas de las propiedades específicas de los frutos secos.


Bibliografía recomendada sobre las propiedades de los cereales

ALÍA, M., J. A. GONZÁLEZ, Agroecología, Centro de Estudios Medioambientales (CCMA)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1999.

HERENCIA, L. I., P. URBANO, Producción vegetal. Fitotecnia, Universidad Politécnica de Madrid (UPM), 1999. WOLF, E. y O. MALEEVA, The world resources of the usful plants, p. 139, 1969.

Páginas web de interés:

www.celiacosdemexico.com

www.creperielabaule.com/creperie/alf_principal.asp

www.enbuenasmanos.com/articulos/

www.vivirnatural.com/alim/alforfon.htm

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