Читать книгу Me respiré lo bueno del mundo - Amalio González Ramírez - Страница 22

(Mekong)

Aún te veo desde aquí,

a miles de kilómetros,

y una vez regresado,

saliendo del transbordador.

Tu carita oriental,

tu lacia melena,

tu estilizada figura

y tus modales delicados.

Saliste deprisa,

entre la muchedumbre,

entonces te perdí.

y anduve vagando

por calles extrañas

tratando de encontrarte.

Por desgracia para mí,

fracasé en mi intento,

desesperado,

y me sentí tan confundido,

porque sin saber por qué

tu belleza se quedó

grabada en mis sentidos.