Читать книгу Me respiré lo bueno del mundo - Amalio González Ramírez - Страница 24

TÚNELES DE CU CHI

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(Saigón)

He encontrado en este país,

la pureza oriental que buscaba,

lo auténtico por tradicional

de villas medievales, como Hue,

paisajes increíbles, como Halong,

la elegancia oriental

de sus estilizadas mujeres,

y el sentimiento de honor

de un pueblo que ha vencido

a un ejército superior.

El último desatino que soportó

fue el de los yanquis prepotentes,

los guardianes del mundo,

depredadores y especuladores,

que ni con gases ni bombas

pudieron doblegar a sus pobres

pero valientes defensores.

Les vencieron con imaginación,

construyendo túneles

en la selva impenetrable.

Túneles diminutos e imposibles,

transitados por cuerpos delgados,

ideales para ellos, los renegados.

Dentro de aquel hormiguero

había ciudades completas:

pequeños hospitales,

dormitorios, munición

y cocinas secretas

que despistaban sus humos

en lejanas salidas

evitando ser masacradas

por la aviación enemiga.

Otra victoria histórica

de David contra Goliat,

se dio aquellos años,

entre los norvietnamitas,

y el rey del mundo irreal.

Los llamados comunistas

supieron triunfar y convencer

de que ellos solos podían crecer.

Ho Chi Min bendito y admirado,

hiciste de tu pueblo

un ejemplo para otros pueblos

que se dicen civilizados,

pero que carecen de autonomía

en sus postulados.

Me respiré lo bueno del mundo

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